¿Qué es, de dónde procede y cuál es el significado del Ojo que todo lo ve?
El ojo que todo lo ve, presente en toda la civilización occidental, era un ojo mágico. Nació muchos siglos antes del cristianismo. En Egipto. Tiene su origen en el llamado «Ojo de Horus», o Udyat, que signifca «el que está completo». Protegía, purificaba y sanaba. Simbolizaba el sol y encarnaba el orden, el estado perfecto. En esencia, era un amuleto. Y sigue siéndolo en nuestros días.
El Ojo de Horus, origen de esta simbología
Tiene su origen en las luchas que protagonizó Horus, hijo de Osiris, contra su tío Seth -hermano de Osiris-, para vengar la muerte de su padre. Como consecuencia de tales combates, Horus perdió su ojo izquierdo.
Aquello fue una bendición para Horus porque Tot, dios de la sabiduría, los conjuros mágicos, la escritura y la música, representado con cuerpo de hombre y cabeza del ave ibis, sustituyó su ojo perdido por el Udyat, con el que pudo recobrar la visión.
¿Qué significado tiene «el Ojo que todo lo ve»?
Durante el Antiguo Egipto el Udyat fue considerado uno de los amuletos más poderosos porque potenciaba la vista, protegía y curaba las enfermedades oculares, contrarrestaba el «mal de ojo» y protegía a los difuntos. Simbolizaba la salud, la prosperidad, la preservación del cuerpo y la resurrección.
El Udyat lo adoptaron luego los asirios, los babilónicos, los griegos, los judíos, los cristianos, los masones y hasta la propia Justicia.
Para los asirios y los babilonios el Ojo que todo lo ve, adaptado a sus culturas, fue considerado como un símbolo de protección divina.
Los judíos y los cristianos también lo hicieron suyo para representar a Yahvé o a Dios, y más concretamente su omnipotencia y su omnisciencia.
Con el paso del tiempo, y el nacimiento de la Masonería en Europa, en el siglo XVIII, el ojo fue adoptado por las diferentes logias, enmarcándolo en un triángulo equilátero, para simbolizar al Gran Arquitecto del Universo.
El ojo dentro del triángulo equilátero recibe el nombre de «delta luminoso»
El ojo dentro del triángulo equilátero recibe el nombre de «delta luminoso». Y figura en todos los billetes de dólar de Estados Unidos.
En España, se encuentra en el propio escudo del Tribunal Supremo.
Está compuesto por una espada y una balanza, rodeados de una rama de laurel, colocados sobre un haz de fasces y rodeados por el collar de la Justicia, de cuyo extremo inferior pende un ojo: El ojo que todo lo ve.
El ojo que todo lo ve que del escudo del Tribunal Supremo, sin embargo, no representa a Horus, al Todopoderoso o al Gran Arquitecto del Universo.
¿Cuál es la relación de «el ojo que todo lo ve» con el mundo del Derecho y la Justicia?
El ojo que aparece en la imagen representa, literalmente, al Rey.
¿Y cómo es eso?
La institución que precedió al Tribunal Supremo, nacido en 1812, era el Consejo de Castilla, un organismo que poseía la doble condición de órgano asesor del monarca y de supremo tribunal del reino.
El emblema de sus miembros era un ojo, que aparecía multiplicado en los entorchados de sus togas. Estos ojos significaban que quienes los portaban eran considerados los ojos y los oídos de los reyes.
Un significado que hoy no podría estar vigente más que en un único sentido: como representación del «ojo del pueblo», que es de donde emana la soberanía popular, fuente de la legitimidad de nuestro sistema democrático.
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