La «desescalada» unilateral del Grupo Konecta enfrenta a la empresa con los sindicatos: Habrá paros desde el 11 de enero
CCOO denuncia que los "call centers" de Konecta son salas diáfanas donde hay mucha gente hablando y poca ventilación; hasta el pasado 22 de diciembre esta empresa no distribuyó mascarillas entre sus empleados.

La «desescalada» unilateral del Grupo Konecta enfrenta a la empresa con los sindicatos: Habrá paros desde el 11 de enero

Uno de los mayores grupos de teleoperadores del país se ve abocado a este conflicto colectivo por iniciar la vuelta al trabajo de forma unilateral sin contar con las organizaciones sindicales
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07/1/2021 01:00
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Actualizado: 06/1/2021 21:33
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Más de 10.000 trabajadores de los «call center» del Grupo Konecta, uno de las principales empresas del sector de cobertura nacional, están convocados a una seria de paros parciales desde el próximo 11 de enero y así todos los lunes de enero.

La convocatoria de huelga que se presentó el pasado martes supone que se realizará  un paro de una hora por la mañana y otra por la tarde a nivel de turnos, en todos los centros de esta corporación empresarial en nuestro país, los lunes de este mes de enero.

Los convocantes de la huelga (CCOO, UGT, CGT, USO, SAT, CSIF, FASGA, CSI, Solidaridad Obrera y Sindicalistas de Base) que se mantendrá en enero lamentan que se esté obligando a la vuelta al trabajo presencial a cientos de trabajadores en los centros de llamadas.

El día 13 de enero habrá una reunión por videoconferencia entre la empresa y los sindicatos que convocan la huelga para ver la repercusión de la misma y si se retoman las negociaciones.

El asunto se focaliza en Konecta y en los últimos días en otra compañía del sector como es Unisono  que también está empezando a desescalar en tres territorios como son Madrid, Gijón y Valencia, también de manera unilateral nos confirman fuentes sindicales.

La teleoperadora Konecta da servicios a grandes empresas como Banco Santander, Openbank, Bankia, Vodafone, Orange, Iberdrola, Naturgy o Mutua Madrileña, entre otras.

Al mismo tiempo esa empresa  gestiona distintos servicios públicos para la Agencia Tributaria, la Tesorería General de Seguridad Social o Aguas de Barcelona como servicio de atención al público o servicio al cliente.

Esta compañía desde hace unas semanas Iniciaba  la imposición forzosa del trabajo presencial del personal que hasta el momento desarrollaba su actividad en la modalidad de teletrabajo como medida de protección frente al COVID-19.

UNA DESESCALADA SIN ACUERDO CON LOS SINDICATOS

Según explica Montserrat Sánchez, responsable sectorial de CCOO en esta actividad, la situación de desescalada se está produciendo en este grupo empresarial de forma unilateral, sin ningún acuerdo con los representantes de los trabajadores.

Para esta sindicalista, el sector de «call center» tiene una conflictividad importante, sobre todo en materia de desajustes con el convenio colectivo “que regula muchas cosas y tiene muchos matices”, aclara. De ahí que en muchas ocasiones haya tenido que intervenir el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) en distintas conciliaciones. Eso cuando no se ha acabado directamente en vía judicial.

De hecho, el pasado 22 de diciembre se convoco una reunión en el SIMA para negociar una desescalada menos traumática.

En Madrid, al parecer, en el inicio del mes de diciembre había un 24% de personas en la plataforma, que se ha incrementado al 36% a 31 de diciembre.

Esta desescalada, según nos comentan fuentes sindicales. se ha hecho de forma unilateral sin contar con los trabajadores ni hablar con sus representantes sindicales.

En centros como el de Avilés el número de contagios fue importante y tuvieron que mandar a casa a todos los trabajadores.

Confilegal intentó, desde primera hora del martes recabar la opinión de algún portavoz de Grupo Konecta para conocer su versión de los hechos que se describen en esta información. Esperamos hasta que, al filo de las 7 de la tarde, nos informaron de que no iban a decir decir nada. De la nota de empresa comprometida, nada.

La empresa guarda silencio y prefiere no dar su opinión de esta situación, por el momento.

La conflictividad laboral comenzará en el seno del Grupo Konecta a partir del próximo lunes.

GESTIÓN DEL TELETRABAJO

Grupo Konecta fue de las primeras empresas que puso en marcha el teletrabajo, poco después del estado de alarma.

Al principio fue por goteo, aclara la responsable sectorial de CCOO, aunque la propia empresa empezó a separar a los trabajadores vía presencial como medidas de seguridad.

Esto hizo que a finales de junio, la mayor parte de los trabajadores de esta corporación estuvieran ya en régimen de teletrabajo.

“En los acuerdos que se firmaban se hablaba que la persona que teletrabaja se hacia responsable de la seguridad de los datos y del buen estado del equipo. No hubo en principio compensación económica de la empresa», explica Sánchez.

Para Sánchez, la aprobación del Real Decreto Ley del teletrabajo ha ayudado a normalizar la situación del teletrabajo en esta empresa de forma progresiva y a revertir la situación inicial.

Esta representante sindical reconoce que en “la negociación que tenemos abierta a nivel sectorial se llegue al acuerdo de que todas empresas del sector pongan los equipos y que compensen a todas aquellas personas que desde marzo han puesto sus equipos. Es una mesa paralela a la negociación del convenio del sector”.

Confilegal ya señalo hace unos días cómo el convenio colectivo de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) y las cajas, asesorado por Sagardoy Abogados, ya había logrado incluir la regulación del teletrabajo, siendo el primer convenio colectivo que regulaba esta práctica.

De acuerdo con Sánchez, los «call centers» de Konecta son salas diáfanas donde hay mucha gente hablando y poca ventilación.

“El problema radica en las zonas comunes, pasillos y baños de estas instalaciones donde se puede generar el problema”, advierte.

UNA HUELGA IRREMEDIABLE

Desde fuentes sindicales señalan que las movilizaciones a estos paros han sido inevitables ante la actitud de la empresa.

Curiosamente, subrayan las mismas fuentes, las empresas a las que Konecta vende sus servicios «publicitan que para proteger la salud de sus trabajadores están desarrollando la atención en teletrabajo».

Además, los sindicatos denunciaron de forma conjunta que en la mediación previa a la convocatoria de la huelga, la empresa aseguró que «le resultaba indiferente la opinión de los sindicatos y de las trabajadores, y seguiría con los planes que tenía previstos».

Desde los sindicatos se insiste en que el sector del telemarketing muestra una vez más las condiciones precarias del sector servicios en nuestro país, con unas condiciones de trabajo muy regladas y exigentes que producen un alto estrés laboral (conocido como “burn out”) y en el que a menudo se dispone de trabajadores jóvenes y sobrecualificados con cada vez menos derechos tras las sucesivas reformas laborales.

UNA VUELTA AL TRABAJO PRESENCIAL PELIGROSA

Desde los sindicatos que convocan esta serie de paros se considera un sinsentido y un atentado contra la salud el imponer la vuelta a un trabajo presencial a los «call centers», exponiendo a miles de trabajadoras a un riesgo de contagio que no solo les afectará a ellas y sus familias, sino a las poblaciones en las que se desarrolla la actividad.

Además de una decisión totalmente innecesaria puesto que los servicios se han prestado con total normalidad de forma telemática y podrían seguir de la misma forma, como en el resto de empresas del sector.

Sánchez aclara que, gracias al teletrabajo, la actividad del «call center» se está manteniendo de forma notable.

“El absentismo se ha reducido bastante y la mayor parte de las empresas están operativas con números positivos en sus cuentas de resultados. Eso hace que no todas las empresas del sector no quieren desescalar”, recalca.

A nivel sectorial, las empresas más interesadas en la desescalada tienen que ver con el sector bancario y energía.

“En cuanto a las empresas de telefonía, tienen menos interés porque, de momento, les está yendo bien a nivel de actividad en general y ventas en particular”, explica.

Los sindicatos convocantes reclaman más actividad a la inspección de trabajo para que compruebe realmente las condiciones de estas instalaciones ante el riesgo de contagio mas que evidente. “Este es un tema de la inspección de salud laboral de la Seguridad Social la que debe entrar en este tipo de situaciones”.

La representante sindical de CCOO en el sector de «call center» revela que hasta el 22 de diciembre no empezaron a llegar las mascarillas del propio Grupo Konecta.

“Pusimos denuncia en la inspección de trabajo porque no llegaban mascarillas y los trabajadores se hacían cargo cada uno de ellos de las suyas, corriendo con los gastos. Al final se han entregado mascarillas en los últimos quince días, lavables que tienen un uso limitado”, concluye.

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