Piñar es un profesional con una trayectoria avalada por su paso por Samaniego Law y firmas internacionales como Bird & Bird.
El abogado Blas Piñar impulsa su propio bufete, Synderesis Legal: «La pandemia nos ha enseñado una forma distinta de trabajar»
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08/9/2021 06:48
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Actualizado: 08/9/2021 06:48
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Después de año y medio de pandemia, el abogado Blas Piñar Guzmán, hasta hace unos días ‘of counsel’ en Samaniego Law, ha tomado la decisión de poner en marcha su proyecto profesional propio bajo el nombre de Synderesis Legal.
“Creo que la pandemia nos enseña que hay otra forma de trabajar, a nivel de relaciones virtuales. En ese periodo de tiempo he tenido pocas reuniones presenciales. La tónica general es utilizar herramientas virtuales, algo que ha venido para quedarse de momento, aunque la pesencialidad es necesaria”.
Piñar, un profesional con una trayectoria avalada por su paso por Samaniego Law y firmas internacionales como Bird & Bird, vinculado al mundo de las resolución de controversias, ha visto el momento y ha decidido dar un cambio a su carrera profesional importante.
“Hablar de Syndereris supone hacerlo de un concepto de filosofía medieval y bastante olvidado. Se puede definir como la capacidad natural de todo hombre para juzgar rectamente y discriminar entre el bien y el mal”.
“Se trata de una evolución natural en mi carrera profesional y de las propias circunstancias vividas. Es posible que si no hubiéramos vivido la pandemia no hubiera tomado dicha decisión. Tras el Covid-19 te das cuenta que puedes trabajar desde cualquier lugar, deslocalizado ofreciendo un servicio de calidad».
También reconoce que esta idea de trabajar por su cuenta siempre la ha tenido en mente, “creo que muchos abogados en algún momento de nuestra vida profesional nos lo planteamos, tener tu propia práctica de una manera u otra. Esta es una idea que ahora se hace realidad, de tal forma que tengo una cierta seguridad que puede ir bien”.
Este jurista en los últimos meses ha estado ultimando lo que será su bufete de abogados. “Arrancamos oficialmente este lunes pasado, pero la preparación previa ha estado a través de un plan de negocio que va a guiar mis pasos en las próximas semanas”.
Reconoce que en estos primeros días en esta nueva etapa se ha centrado en la difusión de la firma y en ultimar la web, que estará operativa en los próximos días, y retomar los temas parados tras el verano de algunos clientes con los que ya cuenta.
Desde Synderesis Legal, Blas Piñar se propone “ofrecer los servicios como abogado aunando dos facetas que veo que están separadas en el mercado. De un lado, esa faceta algo olvidada, aunque sigue vigente, de abogado de confianza al que puedes llamar para todo, porque podrá darte un criterio prudente para la gestión de ese asunto”.
Junto con este perfil, “lo relacionamos con ese otro abogado más emergente hoy en día, con más visión comercial que es capaz de entender tu negocio y darte una visión de los problemas jurídicos. La idea es aunar ambas facetas en el asesoramiento jurídico que ya estoy prestando”.
Para este letrado, “se trata de aportar la solución jurídica a cada asunto y no de fabricar pleitos. Apuesto más por la abogacía preventiva que el tener que acudir a los pleitos. Hay que dar un paso mas allá y apostar por la resolución extrajudicial de controversias, lo que sin duda repercute en una visión más amplia de lo que es la abogacía”.
A su juici,o “en frentes como el de la resolución de conflictos, toda postura que no parte del del derecho preventivo para abordar esos conflictos, es una forma trasnochada y poco real de solventarlos. Va en detrimento de los propios clientes. Resolver conflictos no debe pasar por poner una demanda, sino por abordar la raíz del problema e intentar preventivamente resolverlo”.
Este experto recuerda que “hay métodos extrajudiciales como la negociación colaborativa y otras herramientas que involucran a tercero, como la mediación, el arbitraje, donde alguien resuelve un conflicto existente. Es mejor acudir a ellos que la jurisdicción tradicional que esta anquilosada en su planteamiento, desbordada por asuntos. Incluso a la hora de ejecutar la sentencia firme es muy complicado”.
Piñar que es árbitro de distintas Cortes Arbitrales, también coordina un curso de mediación que lanzó la corte arbitral CIMA en colaboración con ISDE. Es previsible que este programa formativo concluya en octubre, tras el parón generado por la pandemia.
“Es un curso para formar a los socios de CIMA en mediación, la ley obliga a que si quieres ser mediador tengas un curso de 100 horas realizado. Este curso lo dirigen Thelma Butts y Javier Fernández-Samaniego, dos expertos en la materia”.
Desde su punto de vista, la mediación es un elemento clave en esta etapa de pandemia, “hay que recordar que la normativa cumplirá diez años, tras la ley del 2012 aprobada en la legislación civil y mercantil. Creo que se está desarrollando mucho al sacarla de los ámbitos laboral y familiar, lo que ayudará a su expansión”.
Pandemia y mediación
«Con la pandemia se está utilizando mucho. Es un método que ayuda a negociar y se puede utilizar virtualmente. De hecho, cortes arbitrales como CIMA y la Corte Española de Arbitraje y litigadores de grandes despachos lo utilizan”.
Para Piñar, “en el tema de los arrendamientos está siendo muy útil para impulsar las negociaciones entre propietarios y arrendatarios de cara a pactar reducir rentas y evitar el juzgado”.
“Igual sucede en el campo concursal, ahí creemos que su uso debe ser en el preconcurso, donde ya existe una insolvencia, las partes antes de judicializar el concurso deben ser capaces de negociar a través del mediador para definir un plan de pagos o vías alternativas o creativas de colaboración entre las partes para evitar que se deteriore la situación y acabe el concurso”, señala.
Como han hecho otros juristas, Blas Piñar afronta Synderesis Legal como proyecto personal autónomo, pese a algunas ofertas de trabajo recibidas, “es una marca personal muy asociada a mi nombre y apellidos. En principio trabajo como autónomo y ya se verá si incorporamos más profesionales”.
Un mercado maduro
Este jurista aclara que “los planes son realistas, hechos a medidas de mi propia realidad personal, familiar y académica. Mi idea es aunar ambas facetas de la abogacía en un ámbito personal sin más pretensiones de crear una gran firma”.
Para este experto, con la pandemia el mercado es más maduro a todos los niveles, “ha evolucionado hacia una forma más liquida o virtual. El cliente no tiene ninguna prevención, que su abogado tenga unas oficinas o no desde donde dar servicio. Lo que está centrado es en el valor añadido que pueda ofrecer los abogados con los que decida trabajar”.
Esto va a hacer que Synderesis Legal tenga un enfoque digital a la hora de dar el servicio jurídico que le reclamen sus clientes, «otra cosa es que la presencialidad sea necesaria en determinadas cuestiones”.
En cuanto a los tipos de asuntos que Blas Piñar va a gestionar desde su nuevo reto profesional explica que se trata de tres pilares. “Por un lado, la resolución de conflictos, desde donde llevo años trabajando. Ahí en dos facetas como abogado de parte o como neutral, en el papel de árbitro y mediador».
En esta área también destaca el papel del abogado asesor de otros bufetes, «se trata de dar apoyo a abogados que siendo grandes pleiteadores y no están familiarizados con el arbitraje y mediación, ahí estaremos presentes”.
Al mismo tiempo, “otro foco de negocio será el asesoramiento contractual general en material civil y mercantil, a la hora de negociar y revisar sus contratos en el tráfico de sus negocios”.
También avanza que quiere mantener “la faceta académica e investigadora, que puse en marcha en el último curso y que ahora quiero potenciar impartiendo clases en distintos centros, así con la publicación de estudios o comentarios de jurisprudencia. Es algo a lo que quiero seguir dedicándome”.
Este jurista reconoce que le gustaría iniciar el doctorado, pero aun está pendiente de poner en marcha dicha iniciativa.
Hay un hueco en el mercado
Blas Piñar sostiene que la forma de ejercer la abogacía que va a poner en marcha tiene un hueco de mercado en la abogacía, un sector muy competitivo en estos momentos.
“Es un mercado complejo y muy maduro donde hay mucha oferta pero donde creo que hay un hueco para una propuesta como la nuestra, donde se fomenta la figura de ese abogado moderno que a su vez sea el abogado de confianza de sus clientes. Un profesional accesible que pueda atender el día a día de la empresa”.
Por otro lado, “donde hay otro mercado importante es en el campo de los árbitros y mediadores independientes. Hemos logrado crear estos años en el arbitraje y en la mediación una infraestructura importante que es buena. Gozamos ya de instituciones y con jurisprudencia favorable”.
Para este jurista, “las cuatro últimas sentencias del Tribunal Constitucional han aclarado el papel de los jueces, especialmente de los TSJ en la revisión de los laudos arbitrales. Se está viendo con sus resoluciones últimas donde se hacen eco de la jurisprudencia del Constitucional”.
A su juicio, “esta corriente era errónea porque se estaban convirtiendo los TSJ en una suerte de segunda instancia de apelación, lo que desvirtuaba el arbitraje. Una tendencia que se ha frenado afortunadamente”.
Desde su punto de vista ,“una de las cuestiones que el mercado demanda y que será muy buena para su desarrollo será el tener un circuito de árbitros y mediadores independientes, fuera de estructuras grandes para evitar que no tengan conflictos de interés, lo que merma las confianzas de las partes”.
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