Santiago Durán, presidente del ICAC: «El objetivo del trabajo de la auditoría de cuentas no es detectar fraudes»
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29/4/2022 06:52
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Actualizado: 29/4/2022 02:37
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Santiago Durán Domínguez, presidente del Insittuto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) de España, fue tajante, cuando clausuró la jornada Perspectivas jurídicas en la responsabilidad del auditor. España vs Europa, al afirmar que «El objetivo del trabajo de la auditoría de cuentas no es detectar fraudes». Es el «administrador el principal responsable de controlar el fraude».
El presidente del ICAC llamó al atención sobre el sorprendente desconocimiento de la actividad auditora. «El problema que tenemos es la percepción social del límite responsabilidad auditoria frente a un problema contable y cuándo tiene responsabilidad más allá del administrador».
Y recordó que el artículo 26 de la Ley de Auditoría de Cuentas delimita el alcance la responsabilidad de estos profesionales.
«El auditor no crea la información financiera, la verifica. La información la crea y la aporta la empresa», afirmó.
Sobre las dudas en los límites de la responsabilidad del auditor, Durán citó la publicación, por parte del ICAC, de la Norma Internacional de Auditoría (NIA) 240. Precisamente la NIA 240 establece unos principios esenciales básicos como el mencionado de que el administrador es el principal responsable de controlar fraude.
EXCEPTICISMO
Un punto a destacar de su intervención fue relativo al escepticismo profesional como característica principal del auditor.
«En el Escepticismo se sustenta la independencia en su relación con el auditado. Esta independencia la debe establecer también el marco normativo ya que éste regula aspectos fundamentales y le da garantías para abstener cuando independencia esté comprometida por posibles riesgos o amenazas», recalcó el presidente del ICAC.
«El escepticismo profesional que debe caracterizar al auditor también debe extenderse al trabajo dentro de la propia empresa auditora, ya que supone un control de calidad interno y la mejor actuacion para evidenciar transparencia y profesionalidad del sector», según Durán.
Sobre los últimos cambios normativos introducidos Durán afirmó que habían tenido como objetivo dar respuesta a necesidades detectadas en el sector, como aumentar la transparencia de la actuación de los auditores, clarificando el alcance de la responsabilidad de la actividad auditora, reforznado la independencia y la objetividad de los auditores de cuentas, dinamizando el mercado de auditoría, logrando el máximo grado de armonización y reforzando los mecanismos de supervisión de los auditores de cuentas.
Para el presidente del ICAC, de todos ellos, la transparencia es la clave «para transmitir al sector tranquilidad de que la labor se está haciendo bien, que se están haciendo labores de supervisión a empresas auditoras y generando informes, inspecciones y memorias».
A ese respecto citó el alto nivel de actividad del ICAC. En su memoria de 2021 recoge que se habían realizado 277 labores supervisión a auditores, lo que supuso un aumento del 150 % en los dos últimos años.
Concluyó poniendo en valor los altos niveles de exigencia y control que recibe el sector, ofreciendo totales garantías de que se trata de una actividad regulada y supervisada, totalmente transparente y fiable.
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