Felipe VI ensalza el papel de la abogacía en la defensa del Estado de derecho con una referencia especial al turno de oficio
El Jefe del Estado, Felipe VI, durante su intervención en el acto del Teatro Real. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

Felipe VI ensalza el papel de la abogacía en la defensa del Estado de derecho con una referencia especial al turno de oficio

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13/6/2022 15:34
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Actualizado: 13/6/2022 16:12
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El Jefe del Estado, Felipe VI, presidió hoy la ceremonia de jura -o promesa- de acatamiento a la Constitución de los 339 nuevos abogados que se celebró en el Teatro Real, con lo que se incorporaron formalmente al ejercicio de la Abogacía. Un acto con el que se ha iniciado la semana de celebraciones del 425 Aniversario del nacimiento del Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) que nació en 1596, con el beneplácito de Felipe II, con el nombre de Congregación de Abogados de la Corte.

Felipe VI regresó, a los orígenes de la abogacía durante su discurso. Minutos antes había recibido de manos del decano del ICAM, José María Alonso, un galardón -el escudo tradicional del Colegio encarcado- con motivo de su 25 Aniversario como Colegiado de Honor.

El Rey Felipe VI, minutos después de recibir su galardón del decano, José María Alonso, con toga forense. A la izquierda, Carlos Lesmes, presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Pedro González-Trevijano, presidente del Tribunal Constitucional, y Pilar Llop, ministra de Justicia. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

Felipe VI recordó, durante su intervención, como hace 25 años el exdecano del ICAM Luis M. Mingarro -también presente en el acto- le entregó la Medalla de Oro y el Diploma de Colegiado de Honor, coincidiendo con el Cuatrocientos Aniversario del Colegio.

«Como bien sabéis, los principios del Derecho se contraen a un núcleo de tres, tal y como formuló Ulpiano: ‘honeste vivere’, vivir honestamente; ‘alterum non laedere’, no dañar a otro; y ‘suum cuique tribuere’, dar a cada uno lo que le corresponde. Principios que permanecen inalterables a lo largo del tiempo y rafirman su vigencia día a día», recordó el Rey.

«La abogacía ha contribuido a la realización de estos valores jurídicos universales, con una actividad muchas veces silente y no siempre conocida por la colectividad. Abogar implica compromiso y entrega, siempre con el respaldo del estudio y formación constantes. El hecho de disponer de un sistema de justicia tan avanzado radica en que precisamente nadie queda desprovisto de defensa ante un conflicto jurídico. Esta es la grandeza del Estado de Derecho y de sus protagonistas togados», subrayó Felipe VI.

TURNO DE OFICIO

Una «percha» que aprovechó para recordar el papel vital que juega el turno de oficio y el servicio de asistencia gratuita.

«Al hilo de ello, quiero resaltar la dedicación de los abogados del Turno de Oficio, quienes velan por la correcta aplicación del Derecho en defensa de los más desfavorecidos o vulnerables. Estos profesionales hacen que el sistema funcione con niveles de calidad elevados en la prestación de los servicios», avanzó.

«Asimismo, el Colegio de Madrid, encargado de la gestión y organización del servicio de asistencia jurídica gratuita ha logrado unos índices de eficiencia realmente notalbes. También lo ha hecho en su función ordenadora de la profesión y la defensa del Estados Social y Democrático de Derecho proclamado en la Constitución, promocionando y defendiendo los derechos humanos».

El Rey, al final de su discurso, se dirigió a los jóvenes abogados que acababan de jurar o prometer la Constitución recordándoles lo que eso significaba: «Acabáis de realizar la promesa o juramento de acatamiento a la Constitución -norma de normas- y al resto del ordenameinto jurídico. Lo que, sin duda, implica asumir un compromiso vitalicio que marcará vuestro camino profesional, bien sea en el ejercicio individual, colectivo, en la empresa o en cualquier ámbito».

La ceremonia del juramento la realizó el diputado José Ignacio Monedero, a la derecha. A la izquierda del escenario, los miembros de la Junta de Gobierno del ICAM, todos togados.
El Jefe del Estado junto al decano del ICAM, entrandoen el patio de butacas del Teatro Real. A ambos lados, los nuevos letrados que, con ese acto, comienzan su vida profesional en el ejercicio de la abogacía. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

DE FELIPE II A FELIPE VI, UNA LÍNEA DE CONTINUIDAD ININTERRUMPIDA

El decano del ICAM, José María Alonso, previamente, tras agradecer la presencia del Rey en ese acto histórico, subrayó «la línea sin solución de continuidad entre las dos Casas Reales que han estado durante cinco siglos al frente de los destinos de España: la Casa de Austria, en nuestro nacimiento y la Casa de Borbón, en nuestro 425 cumpleaños», señaló.

De igual modo, mostró su gratitud a su Majestad por ser «el primer defensor del Estado de Derecho y del respeto a las normas que conforman nuestro Ordenamiento Jurídico», empezando por «la Constitución; defensa del Estado de Derecho y cumplimiento de las Leyes que constituye la razón de ser última de nuestra profesión y de nuestro ejercicio como abogados y abogadas».

El decano del Colegio de la Abogacía de Madrid, José María Alonso, durante su intervención. A la derecha, el diputado José Ignacio Monedero, que hizo de conductor del acto. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

Alonso recordó que a lo largo de su existencia el ICAM había proporcionado grandes figuras a la historia de España.

«Aunque solo sea por una cuestión de orgullo, permítaseme citar a algunos nombres que ostentaron la Presidencia del Consejo de Ministros o la Presidencia de la República, remontándome a partir del siglo XVIII: José Moñino y Redondo, Conde de Floridablanca; Salustiano Olózaga; Juan Bravo Murillo; Manuel Ruiz Zorrilla; Estanislao Figueras y Moragas; Francisco Pi y Margall; Nicolás Salmerón; Antonio Cánovas del Castillo; Francisco Silvela; Raimundo Fernández Villaverde; Antonio Maura; Eduardo Dato; Niceto Alcalá-Zamora; Manuel Azaña Díaz; Alejandro Lerroux; Adolfo Suárez; Felipe González y José María Aznar [los dos presentes en el acto]», refirió Alonso.

«Y algunos, además de colegiados del ICAM, fueron sus decanos: Eugenio Montero Ríos y José Canalejas. Todo ello sin olvidar a personajes tan ilustres como Osorio y Gallardo, Melquiades Álvarez o Manuel Cortina, presidentes de las Cortes Generales, o Victoria Kent o Clara Campoamor, quien consiguió se aprobara por fin el sufragio femenino», añadió.

También puso en valor la labor de los más de 6000 abogados y abogadas que dedican la mayor parte de su actividad a prestar asistencia jurídica gratuita y al turno de oficio.

«Su labor, no suficientemente reconocida por la Sociedad y por los Poderes Públicos, ha sido especialmente relevante durante la pandemia, resultando muchos de ellos contagiados por el Covid, llegando algunos a perder incluso la vida, al asistir a los ciudadanos en comisarías y cuarteles de la Guardia Civil y Juzgados, pese a no contar con las más elementales medidas de protección. Mi reconocimiento y gratitud a todos ellos», declaró.

Alonso, por último, resaltó la importancia del papel de la abogacía.

«Sin abogadas y abogados viviríamos en el caos; simplemente no habría seguridad jurídica ¿quién defendería los derechos de los ciudadanos? ¿Quién lucharía contra el abuso o las arbitrariedades de los poderes públicos? Sin ninguna duda, viviríamos en un mundo que se aproximaría mucho al ‘proceso’ de Kafka».

Y agregó: «No somos colaboradores. Somos parte integrante de la Administración de Justicia, como los Jueces, los Fiscales, los Letrados de la Administración de Justicia o los Procuradores de los Tribunales. Como tales, debemos participar en el gobierno y en la organización de la Administración de Justicia, respetando siempre la función jurisdiccional que, naturalmente, corresponde con carácter exclusivo a los Jueces, a los que desde aquí les expresamos el máximo respeto y apoyo».

La Junta de Gobierno del ICAM con el Jefe del Estado, el Rey Felipe VI, el presidente del Tribunal Constitucional, Pedro González-Trevijano, y el presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, y la ministra de Justicia, Pilar Llop. Foto: ICAM.
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