Su abogada, María Yolanda Capellán Cote, reclama al Gobierno que "ponga remedio al problema de la justicia tardía, incrementando los medios humanos y materiales en los juzgados".
Una abogada denuncia que se le murió un cliente con cáncer esperando el juicio para divorciarse de su ex y poder casarse con su pareja
Era su última voluntad
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14/3/2023 06:48
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Actualizado: 14/3/2023 11:14
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«Mi cliente estaba enfermo de cáncer y su última voluntad era divorciarse de su expareja y así poder ser libre para contraer nuevas nupcias con la persona de la que realmente estaba enamorado y que le cuidó hasta el final de sus días, pero falleció esperando el juicio». Así lo señala a Confilegal su abogada, María Yolanda Capellán Cote.
Según informa, el caso estaba en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Lora del Río (Sevilla).
Esta letrada, especializada en Derecho Civil y Penal y con despacho propio con su nombre en Villanueva del Río y Minas (Sevilla), hace público el caso de su cliente en Confilegal por dos motivos.
En primer lugar, «en honor a la verdad de su cliente», Manuel S. C., y también para denunciar la justicia tardía y exigir a las autoridades gubernativas «que pongan remedio a esta situación».
«Se necesitan medios humanos y materiales para solucionar este problema», subraya.
Esta letrada destaca que en este caso «los plazos no eran excesivamente largos, ya que son 15 meses desde la presentación de la demanda hasta la fecha fijada para el juicio, que no se llegó a celebrar porque su cliente murió a los seis meses de presentarla, y que lo sangrante en este caso es la historia en sí».
El hecho de que su cliente haya fallecido sin dejar de estar casado con su exmujer y poder contraer matrimonio con su nueva pareja, ya que esto era «su última voluntad, y eso es algo que siempre hay que intentar hacer cumplir».
«Lo sangrante en este caso es el hecho de que una persona no pueda divorciarse inmediatamente cuando concurren circunstancias excepcionales, ya que la ley no lo permite. Entonces, los Juzgados tampoco tienen recursos legales que les autoricen a dar prioridad a determinados asuntos, so pena de caer en la comisión de un delito», señala.
EL CASO, AL DETALLE
Según explica, este caso se le asignó para actuar como letrada del turno de oficio. Ejerce como abogada desde hace 27 años y está adscrita al turno de oficio desde hace 25.
«Mi cliente me dijo que antes de morirse quería divorciarse, porque llevaba mucho tiempo separado de hecho de su expareja. Me contó que le habían diagnosticado cáncer y que no quería que su exmujer cobrara una pensión de viudedad a su muerte», detalla a este diario su abogada.
Según la versión de su cliente, su ex era una señora que no lo quería y que «encima había presentado denuncias falsas por malos tratos contra él».
«Me decía que esta mujer le había perturbado gran parte de su vida y que no quería que cobrara una pensión de viudedad suya. Que encima de todo lo que ha liado, se aprovechara de una pensión que no le corresponde», relata su abogada.
Su cliente ya estaba separado legalmente de su expareja desde abril de 2019.
Ya había rehecho su vida y tenía otra pareja, con la que convivía, que fue quien lo estuvo cuidando desde que le diagnosticaron la enfermedad hasta su muerte.
Mi cliente me contó que no sabía si su nueva pareja podría cobrar una pensión de viudedad, pero que «lo que quería era que su expareja no la cobrara. a su nombre, y que constara que quien le había ayudado era su nueva pareja».
María Yolanda Capellán presentó la demanda de divorcio el 28 de junio de 2019, el Juzgado la admitió a trámite el 27 de agosto de ese año, y mediante diligencia de 15 de noviembre de 2019 se fijó el juicio para el 24 de septiembre de 2020.
«Él me llamaba insistentemente preguntando cómo iba lo suyo, porque le habían dicho que no le quedaba mucho tiempo de vida. Expliqué a mi cliente que el letrado de la Administración de Justicia, que es el que realiza los señalamientos, tenía una acumulación de casos en el Juzgado y que no podía adelantar uno sobre otro, y que lo único que nos quedaba ya era que fuera él personalmente al Juzgado a hablar con él y exponerle su caso, porque era un caso muy especial», relata la letrada.
Unos meses antes de morir, el demandante se personó en los Juzgados de Lora del Río para hablar con el letrado de la Administración de Justicia, le explicó que se encontraba enfermo de cáncer, en fase terminal, y solicitarle que le adelantaran el juicio para poder divorciarse antes, «no quería morir estando casado con su exmujer, lo que le fue denegado por imposibilidad material».
El letrado de la Administración de Justicia le contestó «que él no podía hacer nada, que no le podía adelantar el caso porque tenía muchos y que si adelantaba el suyo cometería un delito».
Entonces, su abogada habló con el abogado de la otra parte para intentar un divorcio de mutuo acuerdo, «algo que ya había intentado en anteriores ocasiones, pero volvió a rechazarlo».
El 27 de enero de 2020, la letrada tuvo conocimiento de forma extrajudicial de que su cliente había muerto.
Capellán presentó un escrito comunicando que su cliente había fallecido para que se archivara el asunto, ya que nadie podía seguir con el procedimiento en su nombre, al ser una acción personalísima.
El 31 de enero de 2020 se decretó la terminación del proceso por carencia sobrevenida de fallecimiento del demandante.
Cuando este hombre murió, la pareja de su cliente se puso en contacto con María Yolanda Capellán para transmitirle que había dejado un escrito con las personas a las que estaba agradecido y se quería despedir de ella.
«Me dijo que él ya no tenía fuerzas y se encontraba muy mal, pero que cuando muriera, que ella lo hiciera en su nombre. Le dijo que me llamara y que me diera las gracias por lo bien que me había comportado y que no me sintiera mal, que sabía que yo había hecho todo lo que había podido y que me lo agradecía», señala emocionada.
En su memoria ha decidido hacer público el caso en Confilegal.
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