Inteligencia Artificial, neurotecnología y salud a debate en el último encuentro de Jubilare en el Colegio de Registradores
De izquierda a derecha, Rocío Perteguer, Asunción Gómez, Enrique Gómez, Bryan Strange y Víctor Maojo. Foto: Registradores.

Inteligencia Artificial, neurotecnología y salud a debate en el último encuentro de Jubilare en el Colegio de Registradores

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22/4/2023 06:48
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Actualizado: 21/4/2023 22:18
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«Uno de los objetivos de la Inteligencia Artificial [IA] es la ejecución de tareas repetitivas que requieren el manejo de información ingente, dadas sus cualidades como la comprensión, la memoria, el aprendizaje o el sentido común. Pero la meta de la Inteligencia Artificial en el área de salud no es crear un sistema que replique el cerebro humano».

De esta forma resumió Víctor Maojo, catedrático en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y director del Grupo Informática Biomédica (GIB) de la UPM, el uso de la IA en el campo de la salud, dentro del marco de la jornada “Inteligencia Artificial, Neurotecnología y Salud”, organizada por el Colegio de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles de España (CORPME).

La Comisión Jubilare del CORPME creó este foro de debate y reflexión mensual sobre las necesidades e inquietudes de las personas mayores y sobre las respuestas que una sociedad moderna les puede ofrecer.

Continuando con el espíritu constructivo Jubilare, la jornada  ha contado con la participación de Maojo, Enrique Gómez, presidente de la Sociedad Española de Ingeniería Biomédica, y Bryan Strange, director del laboratorio de Neurociencia Clínica del centro de Tecnología Biomédicam de la  Universidad Politécnica de Madrid,  como ponentes y de Asunción Gómez, vicerrectora de Investigación, Innovación y doctorado, Universidad Politécnica de Madrid (UPM), que actuó como moderadora.

De esa guisa, Gómez recordó que el concepto de IA no es nuevo: «El primer estudio sobre la IA se remonta al año 1975. Si bien es una disciplina científica de la informática, se relaciona con distintas y variadas áreas de conocimiento como pueden ser las matemáticas o la filosofía».

Y destacó que «La revolución tecnológica del presente siglo ha consistido en la combinación de distintas tecnologías habilitadoras que acompañan a la IA como el Internet de las cosas, el ‘Blockchain’ o la computación cuántica».

Su incorporación, a través de las nuevas tecnologías en las Administraciones Públicas y en la vida cotidiana, están planteando cuestiones relativas a su impacto sobre los derechos humanos y a la prevención de riesgos. «Estas cuestiones legales y éticas inspiran la regulación europea de las NT», concluyó.

En la presentación de la jornada, Rocío Perteguer, vocal de Medio Ambiente y Consumidores del CORPME y miembro de la Comisión de Innovación, destacó el carácter humanista de “Jubilare” que se concilia perfectamente con las nuevas tecnologías.

LA IA AYUDA A LA MEDICINA DESDE LOS AÑOS 40 DEL SIGLO PASADO

De acuerdo con Maojo, la IA ayuda al razonamiento médico con estudios que se remontan a los años 1940. Hoy en día hay sistemas de IA que permiten la toma de decisiones ante las historias clínicas y el intercambio de información entre investigadores en tiempo real, lo que supone una gran innovación.

Como hitos en la evolución de las NT, Maojo citó el «Deep Learning» (o aprendizaje profundo) «con usos en todas las áreas de la medicina o los sistemas predictivos que procesan millones de datos y documentos, como las historias clínicas y artículos científicos; el ChatGPT, o sistema con capacidad generativa de textos, de indicaciones diagnósticas y de notas clínicas pero sin certeza en sus aciertos», señaló.

El catedrático reconoció las ventajas que la IA tiene no solo en el ámbito de la salud sino también del Derecho (comparación de casos, creación de informes, búsqueda de jurisprudencia) pero advirtió sobre sus peligros, como la creación de textos falsos, sesgos y suplantaciones, por un lado, y, por otro, los límites no resueltos de estos sistemas (gran porcentaje de datos no fiables, falta de evaluación de los proyectos en metodología, gasto energético y costes económicos o la ausencia de explicación sobre cómo los sistemas de IA llegan a una respuesta o “cajas negras”).

«La IA», concluyó, «puede generar una expectación exagerada resolutiva de cualquier problema que impone la cautela en áreas como la medicina ante el posible daño a las personas».

LA IA ESTÁ PRESENTE HOY EN DÍA EN TODAS LAS FASES DEL CUIDADO DEL PACIENTE DE DIABETES

Enrique Gómez Aguilera, presidente de la Sociedad Española de Ingeniería Biomédica en Sociedad Española de Ingeniería Biomédica, abordó en su ponencia el papel de las tecnologías biométricas para el cuidado de la diabetes, enfermedad de carácter crónico y calificada hoy día de pandemia mundial. 

Gómez Aguilera recordó que «las soluciones tecnológicas para el mantenimiento de la glucosa en sangre, replicando el perfil de insulina fisiológica, son la medición, el control metabólico y la mejora de las personas con diabetes (de tipo 1, 2 y gestacional) a través de distintas herramientas».

La ingeniería biométrica, por tanto, dedica sus esfuerzos a la monitarización ambulatoria, a la administración de insulina (con novedosos sistemas de administración continua “a demanda”), a replicar la función del páncreas conocido como “páncreas artificial”, o a la telemedicina.

«La IA», según el presidente de la Sociedad Española de Ingeniería Biomédica en Sociedad Española de Ingeniería Biomédica. «está presente en todas las fases del cuidado del paciente, desde la monitorización, pasando por la extracción de un conocimiento de la información recabada, realización de recomendaciones inteligentes o sistemas de ayuda a la toma de decisiones».

Y también contribuye a la salud celebrar ayudando a retrasar las enfermedades a través de proyectos de mantenimiento de aquélla para desarrollar modelos predictivos.

Concluyó afirmando que las herramientas tecnológicas deben «diseñarse y desarrollarse por y para el paciente, planteándose la cuestión de la asunción del elevado coste de aquéllas por el sistema de la Seguridad Social».

“No hay enfermedades sino enfermos” y el ambicioso fin de los biotecnólogos es poner la tecnología  al servicio del enfermo, sintetizó.

EL «DEEP LEARNING» PERMITIRÁ EN UN FUTURO OBTENER UNA IMAGEN PERFECTA DE LO QUE UNA PERSONA PIENSA, LO QUE PLANTEA PROBLEMAS ÉTICOS

Bryan Strange, director del departamento de neuroimagen de la Fundación CIEN, en su ponencia “Neurociencia y neurotecnología”, expuso las distintas técnicas para modular la actividad cerebral, siendo el objeto de estudio de la Neurociencia el sistema nervioso (destacando las aportaciones de Santiago Ramón y Cajal) y el de la neurotecnología, monitorizar y modular la actividad de dicho sistema.

De acuerdo con Strange, «las técnicas para modular la actividad cerebral son la ‘magnetoencefalografía’; las herramientas para medir el miedo en la amigdala humana a través de registros intracraneales; las técnicas hemodinámicas; resonancias magnéticas; las herramientas que permiten la medición de  patrones de actividad cerebral ante diferentes estímulos a través del ‘Deep Learning’, que plantea problemas éticos al, posiblemente, permitir en un futuro obtener una imagen perfecta de lo que uno piensa, o la resonancia magnética de difusión, de gran utilidad para la neurocirugía».

A día de hoy están en fase de estudio distintos proyectos de IA que implicarán indudables avances en la neurociencia y en la neurotecnología.

Así, el proyecto de estimulación cerebral profunda, a través de implantes permanentes, de utilidad en enfermedades mentales como la depresión o la esquizofrenia, y en el parkinson. Se trata de  un campo nuevo en medicina con líneas de investigación asociadas que estudia  la toma de decisiones, en base a recompensas, a través de pruebas como el «gambling».

«Esto plantea también el problema ético de la influencia en la voluntad ajena», señaló.

Por otro lado, el proyecto Vallecas (que toma su nombre de un centro de Alzheimer sito en este barrio), estudia la habilidad cognitiva de las personas mayores; a través del análisis de miles de datos, cabe detectar a los «super agers» (personas mayores de 80 años con habilidades cognitivas de una persona de 50).

La neurociencia, recalcó, tiene cada vez más relevancia en este sociedad y la neurotecnología, a través de al IA permite avances en la investigación, sin perjuicio de la especial atención de las cuestiones éticas que pueden plantearse.

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