Abogados del turno de oficio recuerdan los casos que más les han marcado en el día de la Justicia Gratuita
Hoy miércoles 12 de julio es el Día de la Justicia Gratuita y el Turno de Oficio, una jornada que sirve para poner en valor su labor pero también para hablar de sus carencias.

Abogados del turno de oficio recuerdan los casos que más les han marcado en el día de la Justicia Gratuita

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12/7/2023 06:35
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Actualizado: 12/7/2023 09:11
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Hoy miércoles 12 de julio es el Día de la Justicia Gratuita y el Turno de Oficio, una jornada que sirve para poner en valor su labor pero también para hablar de sus carencias.

La Justicia Gratuita es un servicio que cuesta en España casi 300 millones de euros y que está muy valorado por la ciudadanía, según datos del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE).

Confilegal ha contactado con diversos abogados que llevan años en el Turno de Oficio para conocer sus anécdotas, momentos difíciles y para conocer que aspectos que cambiarían de este servicio.

José Antonio Sires García

José Antonio Sires, 8 años en el Turno de Oficio.

Para José Antonio Sires, “el Turno de Oficio no es una parte de la abogacía, sino una forma de vivirla” y cree que “la Justicia no debe ser pobre con los arrogantes ni arrogante con los pobres”. 

Y a pesar de que en una guardia atiende entre 8 y 10 justiciables, siempre recuerda el caso de una mujer a la que atendió un fin de semana por un asunto de violencia de género. “El agresor estaba detenido en los calabozos del juzgado y nos habían citado para establecer las medidas oportunas porque la víctima había solicitado la orden de protección» y se la habían denegado en dos ocasiones, cuenta a este medio. 

Pero al entrar en Sala le dijo unas palabras que le marcaron: “tienes algo especial en tu mirada, no dejes que hoy vuelva el a la calle sin más, porque no me deja vivir el miedo que le tengo». Y así fue, logró que se hiciese justicia.

Y aunque es un servicio satisfactorio, reconoce que el ámbito de la justicia gratuita tiene que mejorar. 

Por ejemplo, relata que debe haber unas salas dignas para los servicios de guardia en calabozos y partidos judiciales pequeños porque suelen tener la primera entrevista con el justiciable en un pasillo. También explica que sería oportuno que se les considerase autoridad en el ejercicio de sus funciones para combatir las “cada vez más frecuentes agresiones y amenazas que provienen no ya de la parte contraria, sino del propio cliente”.

Ana Isabel Rodríguez Gómez

Ana Isabel Rodríguez, 33 años en el Turno de Oficio.

Para Ana Isabel Rodríguez, el Turno de Oficio “es la esencia de la profesión del abogado, los valores del ejercicio de la profesión” porque el término “abogado” proviene del latín “advocatus” y ello significa “el llamado a auxiliar”. «No es el interés económico el que mueve a los letrados a desempeñar esta necesaria labor».

Recuerda muchos momentos buenos, como una madre con cuatro hijos a su cargo que lloraba de alegría cuando le dio la noticia de que habían ganado el asunto en el Juzgado de lo Social consiguiendo que la concedieran el mínimo vital que le había sido denegado. «Estos momentos son únicos».

Pero también ha pasado miedo. Estuvo a punto de darse de baja en el Turno de Oficio cuando le designaron un asunto en el que el cliente era miembro de ETA. En su solicitud pidió todos los datos de la persona que iba a defenderle y tuvo mucho miedo.

«Queda mucho por conseguir y queda mucho hasta que la labor del abogado de oficio sea completamente dignificada tanto en el ejercicio que desempeñamos como en las justas retribuciones que deberíamos cobrar, por eso es tan importante que se conozca lo que hacemos».

Damián Vázquez Jiménez

Damián Vázquez, 30 años en el Turno de Oficio.

Damián Vázquez lleva más de 30 años en el Turno de Oficio. Incluso no lo dejó ni en el momento en el que fue vicedecano del Colegio de Abogados de Málaga, toda la Junta de Gobierno ofrecía Justicia Gratuita. Para él este servicio es “un honor y un deber” incluso en épocas difíciles como fue el periodo de pandemia donde los letrados tuvieron que ejercer a pesar de los riesgos que había en los juzgados o en turnos de guardia.

Su primer caso en el Turno de Oficio fue un asunto de divorcio de una pareja joven que se resolvió en tiempo récord, en sólo un mes, cuestión que ahora con la situación de la Justicia respecto a las huelgas ve difícil de conseguir.

También ha llevado casos de justicia gratuita de negligencias médicas, por ejemplo, el de una mujer que tuvo problemas en el ginecólogo que provocaron que su estado de salud empeorara o el caso de una chica joven que por errores médicos sufrió una hipoxia grave.

Pide que se tomen las medidas necesarias para que el servicio esté bien remunerado porque considera “vergonzoso los pagos que se realizan en la actualidad» en un servicio 24 horas en los que hay desplazamientos. Tampoco considera justo que se pague distinto en función de la Comunidad Autónoma, “no es de recibo”, por lo que “nos tendremos que echar a las calles”.

Marta Campaña Piquer

Marta Campaña Piquer, 14 años en el Turno de Oficio.

Para Marta Campaña Piquer, el Turno de Oficio es “una experiencia a nivel personal y profesional”. Y mientras atendía a este periódico, ha tenido que marchar corriendo al estar de guardia para atender un asunto de extranjería.

Como aspecto positivo, resalta que estar inscrita para prestar justicia gratuita le provoca una gran satisfacción al poder estar con una persona desde el inicio hasta el final del procedimiento. Cuenta que uno de los momentos más duros y gratificantes que ha vivido fue conseguir demostrar la inocencia y la libre absolución de un cliente acusado falsamente de un delito grave en el ámbito familiar.

Con cariño recuerda haber sido testigo de cómo un menor muy problemático supo aprovechar las oportunidades que le ofreció el sistema reconduciendo su vida llegando a ser un feliz universitario con el que sigue teniendo contacto al día de hoy.

Como aspecto negativo destaca que la Justicia Gratuita no está bien gestionada por los organismos competentes, en el sentido que se generan incidencias que son totalmente ajenas al problema jurídico que pueda tener un justiciable.

Iago Pillado Losada

Iago Pillado Losada, 10 años en el Turno de Oficio.

Iago Pillado Losada está en el turno civil y en el de violencia de género y, para él, la Justicia Gratuita es doblemente beneficiosa. Por un lado, para la sociedad porque ayuda a personas sin recursos que no podrían optar al servicio por sus propios medios y, por otro, porque curte a la profesión al trabajar con procedimientos y clientes que no han sido escogidos.

Le resulta muy gratificante las reclamaciones de pensiones alimenticias en las que se consigue recuperar la deuda. “Son supuestos que carecen de la notoriedad que adquieren otras actuaciones en las que el letrado pueda lucirse, pero fundamentales para la manutención de miles de familias. Estas intervenciones pasan con frecuencia desapercibidas, pero aportan un valor conjunto a la sociedad difícil de cuantificar».

Como mejoras propondría que se pagase siempre al letrado. Y es que, «en la actualidad, cuando alguien solicita un abogado de oficio amparándose en su derecho a la justicia gratuita, la Administración lo concede cautelarmente y después comprueba la capacidad económica del solicitante». 

Si supera el umbral legal o no aporta la documentación requerida, deniega el pago al abogado y debe ser éste quien intente cobrar sus servicios, por lo que cree oportuno que siempre se abonase el trabajo al profesional.

Mariam Vázquez Martín

Mariam Vázquez Martín, 21 años en el Turno de Oficio.

Para Mariam Vázquez Martín, el Turno de Oficio “es vocación por el Derecho en estado puro”. Recuerda un asunto que tuvo de oficio con una señora que en su partida de nacimiento tenía 47 años pero su edad real era de 65. El problema llegó cuando, tras dedicarse toda su vida a trabajar en el campo y quería jubilarse, no podía porque aparecía que era más joven. 

Sin embargo, “para más inri tenía una hermana inscrita con su mismo nombre y, al final, se determinó por la dentadura que la edad real más de 60 que se pudo comprobar con la partida de bautismo”. Le dijo a la jueza que en cuanto viese a la mujer, iba a poder saber que era imposible que tuviese 47 años. El pleito duró casi dos años para que pudiese cobrar la prestación.

Lo más duro para ella es cuando le designan temas penales como abusos o violaciones y tiene que hacer su trabajo sí o sí como mejor puede porque todo el mundo tiene derecho a la presunción de inocencia.

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