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In Memoriam de Ramón Rodríguez Arribas: su desaparición deja una sensación de orfandad
29/10/2023 11:59
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Actualizado: 29/10/2023 12:09
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Cuando hemos amanecido esta mañana con la triste noticia del fallecimiento de Ramón Rodríguez Arribas he tenido la sensación de la más profunda orfandad.
Primero por lo que supuso durante décadas para la Asociación Profesional de la Magistratura, inspirándola y presidiéndola, tras Pepe Gabaldón, con claridad y firmeza. En difíciles momentos para la Administración de Justicia en general y la Carrera Judicial, en particular.
Pero todo ello con un talante de afecto y comprensión incluso con el discrepante, que se manifestó con las otras asociaciones profesionales, tanto en el ámbito nacional como internacional, llegando a presidir la Unión Internacional de Magistrados.
Fue un magnífico negociador, con firmeza, moderación y empatía, que produjo sus frutos, incluso con ejecutivos ideológicamente lejanos.
Son un ejemplo sus buenas relaciones con el biministro –de Interior y de Justicia– Juan Alberto Belloch.
Después, su actividad como Magistrado del Tribunal Supremo y como magistrado –y vicepresidente del Tribunal Constitucional– y como publicista y contertulio, de todos es bien conocida y valorada.
Y en segundo lugar, puedo decir, en lo personal, que Ramón me honró con su amistad, interviniendo en dos momentos inolvidables en mi Carrera: Cuando me llamó para decirme que había sido votado por el Senado para ser miembro del Consejo General del Poder Judicial, en julio de 1996, y cuando fue mi padrino en mi posesión como magistrado del Tribunal Supremo en diciembre de 2003.
Por todo ello, no puedo evitar considerarme ahora doblemente huérfano.
Descanse en paz tan ilustre jurista y querido amigo.
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