Condenada a cuatro años de cárcel una mujer que estafó a una amiga al hacerse pasar por abogada para llevarle el divorcio
La Audiencia de Valencia ha impuesto también un año de prisión a otra mujer que actuaba como asistente de la principal acusada
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13/11/2023 12:40
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Actualizado: 13/11/2023 12:47
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La Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a cuatro años de prisión a una mujer que engañó a una amiga de la infancia al hacerse pasar por abogada para tramitarle su proceso de divorcio.
Ha sido sentenciada por un delito continuado de estafa, agravado por el abuso de relaciones personales, en el que concurre la circunstancia agravante de reincidencia,
La sentencia, fruto de un acuerdo de conformidad entre las partes y que ha sido declarada firme, impone también un año de prisión por un delito continuado de estafa a otra acusada, quien actuó como auxiliar de la falsa letrada.
Ambas tendrán que indemnizar de forma conjunta a la víctima con 56.723 euros: 16.723 en concepto de cantidades defraudadas de las que se apropiaron y los otros 40.000 por los daños morales causados a consecuencia de la estafa.
La sentencia, dictada el pasado 19 de julio (394/2023) y conocida ahora, la firman los magistrados María del Carmen Melero Villacañas-Lagranja (presidenta), Lucía Sanz Díaz (ponente) y Lamberto J. Rodríguez Martínez.
EL CASO
Los hechos sucedieron a partir de 2020, cuando la víctima pidió consejo a la principal condenada sobre su proceso de divorcio, que comenzó en 2015. Ambas mujeres se conocían desde la infancia, por haber sido compañeras de colegio y habían retomado en 2013 la relación, que llegó a ser de gran intimidad y confidencia.
Según la sentencia, la falsa abogada dijo a su víctima que ella se encargaría de todo el proceso de divorcio y le facilitó una dirección de un supuesto despacho en Valencia, aunque le advirtió de que, debido a la pandemia, lo gestionaría todo de forma telemática.
La perjudicada confió en la condenada por su aparente solvencia profesional y por la relación personal que tenían.
Así, entre 2020 y 2021 le pidió hasta 16.700 euros para pagar tasas, cauciones u otros gastos que la condenada, que nunca estuvo dada de alta en colegio de abogados alguno ni ejercía como letrada, se inventaba.
En las supuestas gestiones legales del divorcio también participaba una segunda acusada, quien se presentaba como auxiliar, ayudante o asistente de la falsa letrada y que se encargaba de los trámites a los que ésta no podía asumir.
Debido a la inexistente gestión de su proceso de divorcio, así como a los mendaces y torticeros consejos que ambas acusadas le daban, tuvo serios problemas que llegaron al extremo de ser acusada en enero de 2021 y condenada en sentencia de 23 de noviembre de 2021, por un delito de sustracción de menores, al seguir los consejos de la acusada para que no entregara sus hijos a su exmarido.
A consecuencia de ello, la querellante sufrió un trastorno adaptativo con ansiedad y estado de ánimo depresivo que precisó tratamiento médico y psicológico.
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