La Seguridad Social inglesa anuncia que los menores trans ya no serán medicados con bloqueadores de la pubertad
Tavistock and Portman NHS Foundation Trust, centro adscrito a la Seguridad Social inglesa donde se llevaban a cabo estos tratamientos, echará el cierre con esta decisión. Foto: Tavistock and Portman NHS Foundation Trust.

La Seguridad Social inglesa anuncia que los menores trans ya no serán medicados con bloqueadores de la pubertad

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13/3/2024 06:30
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Actualizado: 13/3/2024 10:20
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Las clínicas de identidad de género en Inglaterra dejarán de recetar fármacos bloqueadores de la pubertad a los menores trans, según confirmó ayer la Seguridad Social inglesa (NHS England).

Los bloqueadores de la pubertad, que detienen los cambios físicos de la pubertad, como el desarrollo de los senos o el vello facial actuando sobre las hormonas -testosterona, progesterona y estrógeno-, a partir de ahora sólo estarán disponibles como parte de ensayos de investigación clínica en los menores trans.

La decisión es consecuencia de una consulta pública sobre el tema y de una política provisional, y se produce después de que la Seguridad Social inglesa encargara en 2020 una revisión independiente de los servicios de identidad de género para menores de 18 años.

Los nuevos servicios regionales que atienden a menores de 18 años con disforia de género, que se inaugurarán el mes que viene en Inglaterra, no harán uso de estos fármacos como parte del tratamiento.

La disforia de género es una condición caracterizada por un profundo malestar o angustia causada por una discrepancia entre el género asignado al nacer de una persona y su identidad de género experimentada.

Las personas con disforia de género pueden experimentar significativas dificultades emocionales y sociales, y a menudo buscan tratamientos de afirmación de género para alinear su apariencia física con su identidad de género

El Gobierno británico acogió con satisfacción lo que ha calificado de «decisión histórica» porque, asegura, ayudará a garantizar que la atención se basa en la evidencia y en el «mejor interés del niño».

La revisión independiente que ha tenido este desenlace fue dirigida por la doctora Hilary Cass. Tuvo su origen en un fuerte aumento de las derivaciones al Servicio de Desarrollo de la Identidad de Género (GIDS) -un servicio especializado para jóvenes que experimentan dificultades en el desarrollo de su identidad de género- gestionado por el Tavistock and Portman NHS Foundation Trust.

Esta institución cerrará a finales de marzo.

De acuerdo con datos estadísticos, entre 2021 y 2022 se produjeron más de 5.000 derivaciones a GIDS, frente a poco menos de 250 una década antes.

Por esta razón, el Tavistock and Portman NHS Foundation Trust ha sido objeto de reiterados escrutinios.

NO HAY DATOS SOBRE EL IMPACTO EN MENORES A LOS QUE SE PRESCRIBE DICHA MEDICACIÓN

En febrero de 2022, la doctora Cass publicó un informe provisional en el que señalaba la necesidad de abandonar el sistema de unidad única, representado por el GIDS, que se ha venido aplicando en Londres, y recomendaba la creación de servicios regionales para apoyar mejor a los jóvenes.

También llamó la atención sobre la ausencia de pruebas a largo plazo sobre lo que les ocurre a los menores a los que se prescribe dicha medicación.

Añadió que el GIDS no había recogido datos rutinarios y coherentes «lo que significa que no es posible hacer un seguimiento preciso de los resultados y las vías que siguen los niños y jóvenes a través del servicio».

Otro estudio, este del Instituto Nacional de Excelencia Sanitaria y Asistencial (NICE) del Reino Unido concluyó con que los datos científicos a favor de tratar a los menores con disforia de género eran de baja calidad.

Según el mencionado Servicio de Desarrollo de Identidad de Género -adscrito al NHS England-, pausar la pubertad permite dar a una persona joven con disforia de género más tiempo para considerar sus opciones, sin tener que pasar por la angustia adicional de que su cuerpo cambie de una manera que no quiere.

Tras el cierre del Tavistock, se abrirán dos nuevos servicios de la Seguridad Social inglesa a principios de abril. Uno en el Great Ormond Street Hospital de Londres y otro en el Alder Hey Children’s Hospital de Liverpool.

La Seguridad Social inglesa ha informado que los menores que acudan a estas clínicas contarán con el apoyo de expertos clínicos en neurodiversidad, pediatría y salud mental, «lo que dará lugar a un enfoque holístico de la atención».

Un enfoque holístico implica considerar esta condición desde múltiples perspectivas, abordando no solo los aspectos médicos, sino también los emocionales, sociales y familiares de la persona afectada. Busca comprender y tratar la disforia de género teniendo en cuenta todos los factores que puedan influir en la experiencia del individuo.

La ministra de Sanidad, Maria Caulfield, en declaraciones ha afirmado: «Siempre hemos tenido claro que la seguridad y el bienestar de los niños son primordiales, por lo que acogemos con satisfacción esta decisión histórica del NHS».

«Poner fin a la prescripción rutinaria de bloqueadores de la pubertad ayudará a garantizar que la atención se basa en la evidencia, la opinión clínica de expertos y está en el mejor interés del niño», añadió.

ESTE DESENLACE TUVO ORIGEN EN UNA DEMANDA

La decisión de la Seguridad Social inglesa tiene su origen en el caso de Keira Bell, que interpuso una demanda contra el Tavistock and Portman NHS Foundation Trust, que hasta ahora venía siendo el proveedor del único servicio de desarrollo de identidad de género para menores de. Inglaterra y Gales.

Keira Bell se sometió a un tratamiento de afirmación de género en su adolescencia. Lo que incluyó la terapia de bloqueo de pubertad seguida de hormonas sexuales cruzadas. Después, a los 20 años, se sometió a una mastectomía doble

Aquello dio pie a una demanda contra el Tavistock and Portman NHS Trust. Bell argumentó que, cuando era adolescente, no estaba en posición de dar un consentimiento informado para el tratamiento con bloqueadores de la pubertad, los cual tuvoconsecuencias significativas y potencialmente irreversibles.

En diciembre de 2020, la «High Court» inglesa (el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales), falló a favor de Bell. Estableció que era «dudoso» que los menores de 16 años pudieran dar un consentimiento informado para el tratamiento con bloqueadores de la pubertad.

La sentencia marcó un precedente significativo, estableciendo que los jóvenes menores de 16 años que desearan recibir bloqueadores de la pubertad deberían, en principio, obtener la aprobación de un tribunal.

Sin embargo, en septiembre de 2021, la Seguridad Social apeló ante la «Court of Appeal» (Tribunal de Apelación) y consiguió que se revocara el fallo anterior declarando que el tribunal de la «High Court» se había excedido en sus competencias al proporcionar directrices sobre el consentimiento de los menores para tratamientos médicos.

Dichas decisiones debían tomarse caso por caso por los profesionales médicos implicados​​.

El caso Keira Bell tuvo un impacto significativo en el debate público sobre el tratamiento de jóvenes transgénero en el Reino Unido, generando discusiones sobre el consentimiento informado, la autonomía del paciente y la mejor forma de apoyar a los jóvenes con disforia de género que ahora ha tenido este resultado.

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