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Opinión | Juicios telemáticos: mucho camino por recorrer, todavía
13/5/2024 06:30
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Actualizado: 13/5/2024 07:11
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Ese paso lento, flotando llega a la arena de la Luna, feliz por ser el primer hombre, y emocionado por surcar lo que nadie ha experimentado, con un silencio atroz, lleno de felicidad, haciendo lo que nadie había hecho antes, cerrando en lo que habían trabajado cientos de personas durante años.
Algo indescriptible, sólo lo puede saber él.
Aunque la realidad era muy diferente.
Estaba nervioso, sudando por dentro de ese traje espacial.
Cuando crees que estaba bajando feliz, realmente estaba acojonado rezando para que tuviera oxígeno para todo el paseo, un solo fallo y se quedaba muerto allí mismo.
Tú, te lo imaginas sonriendo pero por dentro estaba el mayor acojone por si algo salía mal, pero en cosas simples, como un tropezón, un estornudo, en fin, un sinfín de cosas.
Pensaba que era un hombre fuerte y fornido, pero por dentro de ese traje, sólo se respiraba olor a sudor rancio sin ventilación.
Y así, hasta el miedo de saber volver a casa.
Vamos, todos dudas razonables, pero lo que de cara al espectador parecía una película de ensueño, en la realidad tenía muchos sinsabores.
Sentido parecido al último juicio que tuve por videoconferencia.
ALGO ESPERPÉNTICO EN ESTE CASO
Eso que dijeron que iba a revolucionar la Justicia se volvió, por dentro, en algo esperpéntico.
La videoconferencia está bien, porque se ahorran tiempos de espera, pasillos llenos y demás, pero el momento obligatorio de la conciliación estuvo lleno de momentos curiosos…
Dos abogados hablando por videollamada, en la que el Juez no podía desconectarse porque era él el servidor de la reunión, y entonces ahí se encontraba el pobre escuchando todo y repitiendo una y otra vez ¡decid lo que queráis que no os estoy oyendo.
Después de negociar, cada abogado tenía que hablar con su cliente, que para eso son los que deciden aunque no estaban ni presencial ni en la videoconferencia y, después de hablar, otra vez a la reunión entre abogados.
Y mientras tanto, claro, no se podía pasar al siguiente juicio.
El juez ahí, haciéndose el despistado pero enterándose de todo y esperando que llegáramos a un acuerdo.
Al final lo hubo a medias.
Y el Juez ya sabía perfectamente las dos posturas antes de entrar.
¡Es que nos había escuchado todo¡
Y mi pobre cliente, una vez cerrado el juicio, que le explicara cómo había ido.
Mejor que no le cuento la verdad.
Así que, desde fuera, hay cosas que parecen maravillosas, pero desde dentro cambia el romanticismo.
Quien ganó el juicio hoy da igual.
Y que creo que los juicios por videoconferencia son un progreso también.
Pero sólo pido tener una perspectiva real de los mismos, y no empoderarlos, porque todavía queda mucho camino por mejorar.
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