Victoria Ortega, presidente saliente CGAE: “Siempre busqué el consenso con los 83 decanos; ese fue mi norte”
En sus dos mandatos en la Presidencia del CGAE, Victoria Ortega, ha conocido a 5 ministros de Justicia, con los que ha habido colaboración. Foto. Confilegal.

Victoria Ortega, presidente saliente CGAE: “Siempre busqué el consenso con los 83 decanos; ese fue mi norte”

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05/6/2024 01:30
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Actualizado: 05/6/2024 11:10
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Victoria Ortega Benito (1958), abogada, jurista y profesora universitaria, cierra su ciclo al frente de la Presidencia del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE) el 19 de julio próximo. Cuando entregue el testigo a la persona que los 83 decanos de los correspondientes colegios de abogados de España elegirán para sustituirla.

Casi un “cónclave papal” que tendrá lugar el 28 de junio en la sede central de la Abogacía Española, en el Paseo de Recoletos, una de las principales arterias de Madrid. Una votación secreta que podrá suceder en tres actos si no sale a la primera. El ganador tiene que conseguir 43 votos de los 83 en liza en dos intentos. Después valdrá la mayoría simple.

Ortega Benito, la primera mujer en la historia en ocupa esta responsabilidad en el CGAE, es tímida y muy educada. Está de salida. Es muy consciente de que el ciclo vital en la que ha sido su casa durante los últimos 12 años, de manera ininterrumpida, ha llegado a su fin.

Es tiempo para hacer balance personal. Prudente, reflexiva, Victoria Ortega sonríe y sintetiza: “Siempre busqué el consenso con los 83 decanos; ese fue mi norte”.

Ya no se percibe sobre sus hombros el peso enorme invisible de la responsabilidad de la Presidencia. Sabe que solo toca esperar para entregar el testigo a la persona que las urnas decidan.

Su tiempo se está acabando y es muy consciente de ello. Está en modo “carpe diem”. Sonríe de forma abierta, relajada. La entrevista tiene lugar en su despacho oficial.

Fuera, en el pasillo, un enorme espacio en la pared espera su retrato junto al de sus antecesores directos, Carlos Carnicer, su mentor, y Eugenio Gay.

Algunos a eso lo denominan historia y otros posteridad. Da lo mismo, en su momento es lo que tocará.

¿Por qué no ha apurado su mandato? Podría haber llegado hasta 2025, aún después de la modificación del Estatuto General de Abogacía ¿Por qué lo adelantó?

Pues por el mismo motivo por el que no me he vuelto a presentar. Lo cierto es que no acababa de encontrar el argumento por el cual esa modificación era buena para todos los demás, pero no lo era para mí.

Después de darle muchas vueltas y escuchar a la gente decides tomar una decisión final. Una decisión que tomas en un momento. Y aunque la cláusula no me afectaba directamente, como bien ha dicho, decidí no presentarse nuevamente.

Ha estado ocho años en la Presidencia. ¿Ha cumplido todos sus objetivos?

Nunca, nunca. Por dos razones. Porque me hubiera gustado hacer muchas más cosas que tengo en la cabeza y haber tenido tiempo para hacerlas realidad. Y otra, porque también es verdad que algunos de los asuntos que hemos intentado pues no han salido.

Y no utilizo la primera persona del singular porque no he estado sola. Por eso utilizo el plural mayestático. Este ha sido un trabajo de todo el equipo…, pero siempre lo hemos intentado. Confío en que algunas cosas que no han salido salgan con el tiempo. Me quedo con muchos asuntos en la cabeza. Pero las cosas son como son.

Al final, ¿por qué se estableció un máximo de dos mandatos?

No me acuerdo, se lo digo sinceramente. Y lo he estado comentando con la gente que estaba entonces. “Oye, ¿por qué dijimos esto?”. Y nadie sabe [risas].

En la cara de Victoria Ortega, en estos días finales al frente de la Presidencia del CGAE, la expresión es de relax; la sonrisa está a flor de piel. Foto: Confilegal.

El otro día Felipe González, en la entrevista que le hicieron en El Hormiguero, confesó que cuando llevaba más allá de dos mandatos en la Presidencia del Gobierno hubo un momento en el que se cansaba hasta de sí mismo. ¿Llegó usted a ese punto?

No, no, para nada. La explicación que le he dado antes es la única que ha primado en este caso.

Suponemos que habrá pensado en el legado que deja, ¿no?

Bueno, vamos a ver. Creo que hemos conseguido crear en el Consejo un margen de unidad importante. Eso sí, se ha conseguido.

En este tiempo, ha costado sacar los presupuestos, la aprobación de cuentas….

Por otra parte, se ha conseguido sacar acuerdos normativos importantes dentro de la profesión. Han costado, pero han ido saliendo todos. Además, había que actualizar también algunos otros.

Ha sido un tiempo con unas circunstancias tremendas, especialmente con la pandemia, de la que hablábamos antes. Entonces, el trabajo que se hizo en la pandemia, la respuesta que se dio, me parece que fue importante. Y fue un momento muy complicado, que nos sacó a todos de nuestro sitio. Pero se hizo un buen trabajo.

Sí se han cumplido muchos objetivos. Hemos conseguido que arrancara la constitución de la Fundación de Formación, Investigación e Innovación, que siempre ha sido una ilusión y un objetivo para esta casa.

Coincidiendo con toda la transformación digital, fuimos pioneros en el año 2000. Y ahora hemos sabido seguir el camino.

«Hemos tenido una norma en el Consejo y es que aquello que pueda crear conflicto, aquello sobre lo que no somos capaces de hacer un pronunciamiento de forma unánime, lo dejamos estar»

Y también, conseguir que el Consejo, una institución tan complicada como esta, con las diversas realidades de cada Colegio. Somos 83 voces diferentes. 83 voces muy diversas. Siempre ha habido un planteamiento de solidaridad. Y hemos logrado que nadie quedara atrás.

De solidaridad de los grandes con los pequeños, en aquellos temas que puedan necesitar respaldo. Conseguir que un compañero de un colegio muy pequeño tenga el mismo nivel de formación, el mismo nivel de información….

Y esa solidaridad también ha sido recíproca de los pequeños con los grandes cuándo estos han tenido algún problema, todos han asistido. Ese caminar juntos, el consenso, ha sido muy importante durante estos ocho años.

Del Consejo General de la Abogacía forman parte los 14 decanos de los correspondientes colegios catalanes. ¿El del “procés” fue un momento difícil?

Francamente, no. Le digo que no, porque, al margen de lo que pensemos cada uno individualmente, como ciudadanos. todos tenemos nuestro criterio. En el Consejo respetamos las distintas opiniones.

Hemos tenido una norma en el Consejo y es que aquello que pueda crear conflicto, aquello sobre lo que no somos capaces de hacer un pronunciamiento de forma unánime, lo dejamos estar.

Siempre hemos sido muy respetuosos con todos. Respetando todas las opiniones, como no podía ser de otra forma. Personalmente, lo que no he querido es que nunca se produjeran rupturas. Hemos buscado siempre el consenso.

Buscar el consenso por encima de aquellos temas que puedan generar controversia….

Claro, en el “procés”, en la ley amnistía… Cada uno tenemos nuestra opinión. Pero aquí, pronunciamientos así, muy significados, en temas que van a suponer una ruptura con una parte del Consejo no los hemos hecho.

El Consejo ha preferido actuar siempre unánimemente, no ha sido una imposición.

La Ley del Derecho de Defensa y la Ley de Justicia Gratuita, ambos proyectos en el Congreso de los Diputados, son prioritarios para la Abogacía Española, explica Victoria Ortega.

Su mandato al frente de la Presidencia del CGAE ha coincidido con cinco diferentes ministros.

Ah, ¿sí? ¿Ha habido tantos? [se ríe].

Sí, en estos 8 años han habido cinco ministros: Rafael Catalá, Dolores Delgado, Juan Carlos Campo, Pilar Llop y ahora Félix Bolaños. Anteriormente, en su etapa como  secretaria general, conoció también a Alberto Ruiz Gallardón y a Francisco Caamaño. ¿Con cuál de ellos hubo más conexión?

No me voy a pronunciar. Y comprenderá mis razones.

Pero la sintonía ha sido buena con todos ellos, ¿no?

Sí. El diálogo y la conexión entre el Ministerio y esta casa siempre han sido muy positivos. Pero como todo en esta vida, es verdad que, cada uno tenemos una mayor cercanía con unos u otros. No quiero poner nombres.

En este año le han hecho además dos regalos. Cuando se convocan las elecciones en 23 de julio del año pasado todo decae. Había una cosa que sobre lo que usted había puesto toda la carne en el asador: el proyecto de ley del derecho de defensa. Por otra parte, tenía también mucho interés en una nueva ley de justicia gratuita que sustituyera a la actual, ya obsoleta, que no contempla la defensa de las personas jurídicas…

Me encanta que lo vean de forma tan positiva, porque seguro que está bien informado.

¿Hay algún proyecto más?  

Hay bastantes más, pero los que ha apuntado son muy importantes y sería estupendo que salieran. Confío en que el resto también salgan.  

Es verdad que el proyecto de defensa va avanzando, tenemos hasta el 12 de junio. Puede salir, veremos con qué enmiendas.

Respecto a la ley de justicia gratuita está en el plan normativo de este año, que hemos empezado en junio. Lo que ocurre es que con todo el calendario electoral va más lento. En las últimas jornadas de Valladolid, dimos audiencia a todas las asociaciones, y dejamos preparado un proyecto, que tiene que arrancar.

¿Tiene alguna solución para el Turno de Oficio? Lo digo porque llevamos desde el 21 de noviembre pasado con una huelga intermitente, con reivindicaciones, con 13 reinos de Taifas dónde se aplican unas normas diferentes, cobran de forma diferente. Todo parece estar muy lejos de la igualdad que proclama la Constitución.

Sí. Hay un tema que es común, que es el que ha indicado:  la ley de justicia gratuita. Esa ley nos alcanza a todos. Tiene que salir. ¿Por qué? Porque tenemos una ley que se ha quedado obsoleta y que ya no se adapta a la situación actual.

Por otra parte, tenemos, como ha dicho, 13 administraciones de justicia distintas. El llamado territorio Ministerio, o territorio común, ya sabe, cinco Comunidades Autónomas, Ceuta, Melilla, el Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional, y las 12  Comunidades Autónomas con competencias transferidas.

Sobre el territorio común, que es lo que toca hablar en esta casa, hace falta, en primer lugar, adaptar los baremos que tenemos. Es inadmisible que estemos con esos baremos de 2018. Ya estamos en 2024.

«El diálogo y la conexión entre el Ministerio y esta casa siempre han sido muy positivos. Pero como todo en esta vida, es verdad que, cada uno tenemos una mayor cercanía con unos u otros. No quiero poner nombres»

Y en eso, todos los compañeros y compañeras, que se están quejando, tienen toda la razón. No podemos estar mendigando todos los años el tema de los baremos. Habrá que poner un sistema de actualización a ese tema.

Y luego, por ejemplo, está el tema que has mencionado de las personas jurídicas, no tiene sentido. Cuando se modificó el Código Penal en 2010 se estableció que las personas jurídicas pueden incurrir en responsabilidad penal, pero luego su defensa no queda cubierta por la justicia. Son cosas que hay que hacer, lo puede ver cualquiera.

No voy a entrar en el tema de la igualdad de territorios.

¿Por qué?

Es un poquito peligroso. Tiene que ser algo digno para todos. Y eso hay que hacerlo con carácter inmediato. Y luego la ley ya recogerá la adaptación a las circunstancias actuales.

Todos estamos muy orgullosos de nuestro sistema de Turno de Oficio. En Europa nos felicitan por él. En las encuestas que hacemos aquí, en el Observatorio, tiene una aceptación del servicio superior a otros servicios públicos como la sanidad o como la educación. Yo me siento muy orgullosa.

Por eso es imprescindible corregir el tema de los baremos.

Hay otra serie de circunstancias en las cuales se puede estar, o no se puede estar de acuerdo, como las reclamaciones o como el concepto de autoridad. Yo esto último no lo veo. Se lo he explicado a las asociaciones.

¿Por qué un abogado del turno de oficio tiene que tener la consideración de autoridad? ¿Es más agresivo o más peligroso el cliente del turno que el cliente que no lo es? A mí me parece que hay cosas que no tienen justificación.

Hay que saber distinguir lo que es imprescindible e ir a por ello. Lo que es imprescindible hay que hacerlo.

Victoria Ortega está a favor de encontrar una solución al nudo gordiano de las reclamaciones a la Mutualidad. Foto: Confilegal.

Está el contencioso de la Mutualidad, que es un nudo gordiano, ¿cómo se puede deshacer?

Es complicado, sí.

Queremos saber su opinión.

Yo creo que tenemos que partir de una base, la Mutualidad es absolutamente solvente. Eso no lo cuestiona nadie. Además, es bueno que siga siendo así.

Lo que ha ocurrido es que, durante mucho tiempo, algunas de las aportaciones que se han hecho a la Mutualidad han sido muy bajas, comparativamente con las aportaciones que se hacían al RETA o las que se hacían al régimen general.

Hay personas que, efectivamente, en este momento se encuentran con unas prestaciones por jubilación con las cuales, obviamente, no vives.

Aquí podemos encontrarnos con una serie de compañeros y compañeras que, además de esa prestación, tengan otros fondos de pensión. Ellos están mejor.

Pero hay otro grupo de compañeros y compañeras, que no lo tienen. Ahí está el problema. Lo primero que tenemos que hacer es conocerlo y cuantificar al colectivo. Ver si estamos hablando de 220.000 mutualistas o de 1.000.

Cuando uno va a pedir tiene que saber qué se va a pedir y para cuánta gente. El Consejo ha pedido un informe.

 ¿Y qué es lo que está apoyando?

En primer lugar, que hay que ver las condiciones de cada uno. Y luego que no se perjudique al resto de los mutualistas. Probablemente se pueda hacer un traspaso secuenciado.

Además, está el tema del complemento a mínimos. El complemento a mínimos general va contra presupuestos del Estado. Ahí pagamos todos. Tienen exactamente los mismos derechos los que provienen del RETA que los que provienen de la Mutualidad.

Hay que arreglar la situación en la que se encuentra una parte de este colectivo. Me consta que la Mutualidad está trabajando para ello y desde luego esta casa lo está defendiendo también.

Lo importante es hablar y escucharnos. Y ponernos de acuerdo en dar una solución. Lo que no es admisible es que haya algunos que no quieren hablar, en ningún caso.

Tenemos que llegar a un acuerdo e ir al Ministerio con una solución que sea aceptable.  

¿Cuál es el día en que dejará de ocupar la Presidencia del CGAE?

Las elecciones son el 28 de junio y la toma de posesión es el 19 de julio.

¿Y después qué?

Seguiremos. Esté donde esté. Hay gente que es más activa y gente que lo es menos. Yo soy de las activas.

¿Y si tuviera que poner una nota a su mandato?

Hemos trabajado mucho. Hemos hecho muchas cosas. Nos hemos enfrentado a momentos muy complicados en los últimos años, como en la pandemia. La nota la tienen que poner ustedes.

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