Colocación de los productos y diseño de las mesas expositoras: las tiendas físicas también se protegen legalmente
Tiendas físicas como las de Kiko Milano o Apple cuentan con la protección de sus diseños frente a competencia o imitaciones. Foto: EP

Colocación de los productos y diseño de las mesas expositoras: las tiendas físicas también se protegen legalmente

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25/11/2024 05:35
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Actualizado: 24/11/2024 19:17
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Las tiendas, su disposición, y su contenido, también integran una marca. Una realidad ante la que muchas compañías no sólo dudan en proteger sus marcas y logotipos ante posibles plagios o aprovechamientos indebidos, sino también sus locales y sus diseños «3D». Algo que, sin embargo, no siempre es sencillo demostrar legalmente.

Paseas por el centro comercial. Y, de pronto, un lugar conocido. No hace falta ver el logotipo de la entrada principal, ni preguntar qué compañía regenta ese establecimiento. Es suficiente con ver la disposición de los expositores, sus colores corporativos, o su mobiliario.

Una realidad que persiguen muchas tiendas. El ser identificadas, no sólo por sus productos, sino también por su diseño de los locales. Diseño que, sin embargo, también debe ser protegido para evitar plagios o usos indebidos de otras marcas.

«Los constantes esfuerzos realizados por las empresas en demarcarse de la competencia no deben quedar en vano, y menos cuando existen vías legales que ofrecen los medios oportunos para proteger los resultados de dichos esfuerzos», destaca Victoria Alonso, abogada y colaboradora del departamento Mercantil de Ceca Magán Abogados.

Unos esfuerzos que deben estar centrados en proteger aquello que te hace único de cara al diseño de tus establecimientos. Eso sí, siendo necesario que, en primer lugar se conozca «qué es lo que merece esa protección».

«Va a depender un poco de cada caso. De lo que el consumidor medio puede reconocer de tu tienda», explica la abogada.

Situación de protección para las tiendas físicas de las marcas que puede valorarse desde diversas perspectivas. Cada una de ellas, enfocada a aquello que se quiere proteger, así como a los diferentes requisitos que se exigen a las empresas.

«Una de las vías […] es la protección del diseño industrial», destaca Alonso. Una vía en la que se entiende como diseño «la apariencia u ornamentación de un producto, o parte de él, que hacen que visualmente sea diferente a otro». Algo que, para poder ser protegido legalmente, necesita contar con dos requisitos: la novedad, y la singularidad.

Por otro lado, las compañías también podrían proteger sus tiendas a través de las marcas tridimensionales. Un elemento que utilizado por Apple para conseguir la distinción de sus tiendas físicas, muy distintas a la de otros competidores. Registro que llegó ante los tribunales, momento en el que el TJUE decretó «que el diseño de un espacio de venta puede considerarse una marca siempre que sea apropiada para distinguir los productos o servicios de una empresa».

Igualmente, también la protección de propiedad intelectual puede ser utilizado, según la abogada, para la defensa de estos diseños de tienda física. Eso sí, siempre que se pueda demostrar su originalidad y su capacidad de convertirse en algo único y reconocible para los usuarios.

El caso Kiko Milano

Una defensa del diseño de sus tiendas que llevaba a la famosa tienda de cosmética «Kiko Milano» ante los tribunales. Ello, en defensa de su decoración de interiores frente a la marca de la competencia Wycon. Y es que esta segunda marca mostraba en sus tiendas físicas un mobiliario y una forma de mostrar el producto muy semejante a la de Kiko.

«Es la disposición de los productos, y de las estanterías. Hace que sean totalmente distinguibles para el consumidor», explica la abogada a Confilegal.

Una realidad ante la que los tribunales italianos daban la razón a Kiko, fallando a favor de los intereses de la compañía. Y, con ello, rechazando la posibilidad de que Wycon utilizara estos diseños para el interior de sus tiendas.

Así pues, la Corte Suprema italiana destacaba que una «concept store» como la de KIKO supone «una obra arquitectónica unitaria, aunque compuesta por una pluralidad de elementos estructurales». Diseño que, si muestra una «concepción artística e innovadora», debe protegerse por la legislación del derecho de autor.

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