Cuenta atrás para las IA prohibidas en las empresas: las sanciones por su uso podrían superar los 35 millones de euros
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02/12/2024 05:36
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Actualizado: 01/12/2024 21:34
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El Reglamento de la Inteligencia Artificial (IA) ha provocado que haya comenzado ya la cuenta atrás para que las empresas eliminen todas las herramientas prohibidas de IA que se utilicen dentro de su compañía. Apenas diez semanas para que las empresas cumplan con esta norma europea, antes de someterse a sanciones que podrían superar los 35 millones de euros.
La Inteligencia Artificial se ha convertido en una herramienta que promete transformar el mundo laboral. Y es que el desarrollo de las herramientas IA parece haber llegado para quedarse. Ello, a pesar de la polémica sobre las posibles filtraciones y vulneraciones que estos programas podrían suponer para compañías y particulares.
Una realidad ante la que nacía el Reglamento IA. Un conjunto de normas dentro de la Unión Europea que busca el correcto uso de esta tecnología. Especialmente, dentro de las empresas. Y, así mismo, imponer sanciones a aquellos que decidan incumplir con este nuevo reglamento, que entraba en vigor el pasado 1 de agosto de 2024.
Así, será el próximo 2 de febrero de 2025, en apenas diez semanas, cuando algunas de estas nuevas normas empiecen a aplicarse. En concreto, una serie de categorías de IA que estarán específicamente prohibidas a partir de esta fecha. Corto plazo ante el que desde Osborne Clarke lanzan una clara advertencia a las empresas.
«Resulta esencial que las empresas pongan en marcha de forma inmediata procesos dirigidos a analizar cualquier herramienta de IA que pueda entrar en conflicto con las disposiciones aplicables del Reglamento», explica, en este sentido, Rafael García del Poyo, socio director del Departamento de Derecho de IT/IP en el despacho.
Apenas diez semanas para cumplir con el Reglamento
Un plazo breve de tiempo que apenas deja semanas a las empresas para el control y eliminación de estas herramientas prohibidas. Algo que podría dejar a muchas compañías al frente de una crisis por una posible sanción, al no llegar a tiempo al cumplimiento de este Reglamento.
«La utilización de sistemas de inteligencia artificial prohibidos después del 2 de febrero de 2025 puede ser atribuible tanto a la ausencia o deficiencia de sistemas adecuados de gobernanza y cumplimiento interno en las empresas, como al hecho de que la UE, a pesar de haber comunicado formalmente cuáles son los sistemas de IA prohibidos, no ofrezca directrices prácticas con ejemplos de casos de uso hasta poco antes de que sea efectiva la aplicación de dicha prohibición», destacan, a este respecto, Rafael García del Poyo y Roger Segarra, partner de Osborne Clarke, a Confilegal.
Un problema que podría alegarse por las empresas ante el incumplimiento, debido al poco plazo para poder implantar los nuevos sistemas de IA.
«Algunas empresas, a pesar de haber llevado a cabo esfuerzos en la gestión del cumplimiento, podrían achacar la falta de cumplimiento a la ausencia de directrices prácticas, unido al hecho de que el plazo transitorio desde la entrada en vigor del Reglamento de IA no ha sido suficiente para adaptar sistemas de IA complejos«, aseguran.
Y es que este Reglamento no sólo es un esfuerzo para las empresas; también para los empleados. Y el cambio podría no ser asumido en este corto espacio de tiempo. Algo que podría suponer tanto sanciones para los trabajadores, como para la compañía.
«En función de las políticas y procedimientos internos de la compañía, el trabajador podría verse sometido a medidas disciplinarias. Incluso suponer la suspensión o terminación del contrato de trabajo», aseguran.
Del mismo modo, la empresa «podría enfrentarse a cuantiosas sanciones económicas por incumplimientos».
Así son los sistemas de IA prohibidos a partir de febrero de 2025
Sanciones que, según Osborne Clarke, entrarían en periodo de aplicación a partir de agosto de 2025. Y ascenderían hasta los 35 millones de euros, o el 7% de la facturación global de la empresa.
Ello, «además de ser objeto de demandas en caso de que el uso de sistemas de IA haya causado daños a terceros». Sanciones a las que se sumaría el daño a la reputación en el mercado, y «un mayor escrutinio de las autoridades competentes».
Sanciones que se impondrán a las empresas por utilizar herramientas prohibidas, pero muy frecuentes en el día a día. Así pues, tal y como explican los expertos, una de estas herramientas podría ser «un sistema de IA integrado en un juego de realidad virtual. Juego que utiliza mensajes subliminales para influir en los jugadores a fin de que realicen compras en el juego o lleven a cabo acciones que normalmente no harían, lo que puede provocar daños psicológicos o pérdidas económicas».
También juguetes con IA que manipulen el comportamiento de los menores, o les anime «a compartir información personal o a realizar compras sin el consentimiento paterno, Lo que puede provocar daños psicológicos o violaciones de la privacidad».
Sanciones que también afectarían a las administraciones públicas. Por ejemplo, con la «puntuación» de un gobierno a sus ciudadanos por su comportamiento online, lo que podría producir «discriminación y exclusión social». También en el caso de las fuerzas y cuerpos de seguridad, «para escaneos en espacios públicos son consentimiento de las personas. Práctica que generaría «problemas de privacidad y abuso de poder». Eso sí, con excepciones. Por ejemplo, en casos de búsqueda de menores desaparecidos.
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