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Opinión | CDL: ¿Embargarán los acreedores el Juan Sebastián de Elcano con la Princesa Leonor a bordo?

Opinión | CDL: ¿Embargarán los acreedores el Juan Sebastián de Elcano con la Princesa Leonor a bordo?
España debe, según el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones, 1.820 millones de euros por laudos firmes en favor de inversores extranjeros. Josep Gálvez, abogado español y "barrister" en Londres, advierte sobre la posibilidad de que el Juan Sebastián Elcano pueda ser embargado en alguno de los puertos a los que arribe. Foto: JG.
14/1/2025 05:40
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Actualizado: 14/1/2025 07:38
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Un aspecto fundamental del Padrenuestro es que subraya la reciprocidad y el sinalagma, de tal manera que para recibir el perdón divino uno debe estar dispuesto a perdonar las deudas del prójimo.

Y así, se ha dicho que este es un principio que fomenta la reconciliación cristiana. Pero no es menos cierto que los acreedores suelen olvidarlo en sus demandas, seguramente por profesar un ateísmo galopante. Por lo menos en cuanto a las reclamaciones pecuniarias se refiere.

Por eso recordaremos hoy el episodio que tuvo lugar el dos de octubre de 2012 en el puerto ghanés de Tema, el mayor de este país africano y que pasaría a la historia por uno de los episodios más sorprendentes jamás ocurridos en el derecho internacional.

Nada presagiaba que  allí mismo se iba a desencadenar una tormenta de tal calibre que haría temblar a las instituciones jurídicas de varios países situados a miles de kilómetros entre si.

¿La razón? Pues nada menos que la “Libertad”, un velero de 103 metros de eslora con más de 300 marinos a bordo y que había recalado unas horas antes en ese puerto en una escala de avituallamiento durante su viaje anual de instrucción.

Para entendernos, la Libertad es la nave insignia de la Armada argentina, el orgullo nacional del país, el equivalente al Juan Sebastián de Elcano de España.

Este buque escuela había zarpado de Buenos Aires cuatro meses antes, exactamente el dos de junio de ese mismo año y había visitado ya muchos otros puertos como Cádiz y Tenerife.

Pero la dulce travesía se iba a acabar de golpe.

Ese día el comandante del buque, el capitán Pablo Lucio Salonio, recibió una notificación oficial de la ‘High Court’ de Ghana, país perteneciente a la Commonwealth y cuyo sistema jurídico sigue el clásico ‘common law’ inglés.

Algo extrañado, el capitán se dispuso a leer el papel judicial y a cada palabra iba abriendo los ojos más y más.

No se lo podía creer, ¿se trata acaso de una broma?

Visiblemente alarmado, el capitán informó entonces a sus oficiales que ese alto tribunal había decidido reconocer y ejecutar una orden de los Estados Unidos, acordando por ello la retención de la fragata en ese puerto.

Ironías del destino: la fragata ‘Libertad’ se encontraba presa por las deudas de su país.

En efecto, el juez neoyorquino Thomas Griesa había acordado la ejecución contra activos de Argentina a propósito de 1.600 millones de deuda por unos bonos emitidos e impagados.

Cumpliendo la orden judicial, los operarios del puerto de Ghana intentaron entonces acceder a la fragata para proceder a su inmovilización, produciéndose momentos de tensión hasta que el comandante dará una orden con su marcado acento bonaerense: “Nadie se mueve”

Fusil en mano, los argentinos se apostan amenazantes a lo largo de la borda impidiendo la entrada, mientras otros retiran el puente que une la embarcación con el muelle.

Nadie puede ya acceder al buque.

En venganza, los operarios africanos desconectan la conexión del barco con tierra, dejando al velero

sin suministro eléctrico.

Este será el inicio del calvario que sufrirá el buque escuela de Argentina en Ghana y que se alargará durante dos meses, y diecisiete días más durante los cuales llegarán a ser evacuados un total de 281 tripulantes del navío.

Finalmente y tras numerosas negociaciones, el 19 de diciembre el barco podrá abandonar el puerto africano y poner rumbo a su añorada Argentina.

Pero no será la única sorpresa de los acreedores para cobrarse la deuda.

La princesa Leonor en el Juan Sebastián Elcano el pasado sábado. Foto: EP.

LAS DEUDAS DINERARIAS SE PAGAN EN LA TIERRA, NO EN EL CIELO

Unos meses después, el 13 de marzo de 2013 y tras quince votaciones, el entonces Cardenal Bergoglio fue elegido sucesor de Benedicto XVI, accediendo al papado con el nombre de Francisco.

Un nombre escogido a mayor gloria de San Francisco de Asís, símbolo de austeridad y servicio a los pobres.

Así, una de sus primeras acciones será pedir a sus paisanos que, en lugar de viajar hasta Roma para asistir a la misa de entronización, destinen ese dinero para “dárselo a los más pobres”.

Pero entre quienes harán oídos sordos estará la entonces Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien decide asistir a las ceremonias de inicio del pontificado.

Para ello decide acudir con el avión presidencial, el célebre Tango 01, un Boeing 757-200 comprado por el anterior presidente Carlos Menem por 66 millones de dólares; un medio perfecto para ver al sucesor de Pedro y nuevo vicario de Cristo.

Según parece, sabedores del desplazamiento presidencial, los acreedores decidieron movilizar a su equipo jurídico en Italia para consiscar el jet privado en cuanto pusiera el neumático en tierra.

Pero oliéndose la tostada y tras el susto en Ghana, la Casa Militar de Argentina decidieron no correr ningún riesgo y evitan que el avión aterrice en la muy cristiana Roma.

Muy al contrario, el Tango 01 toma tierra en el musulmán Marruecos bajo la custodia del rey Mohamed VI, gran amigo de la  presidenta, quien realizará el último tramo del viaje a bordo de una aeronave alquilada.

Durante los siguientes meses, los acreedores continuarán persiguiendo cualquier otro activo del país que encuentren a su paso, incluyendo cuentas bancarias y fondos, obligando a Argentina a tener que cambiar de entidad en numerosas ocasiones.

A ello le seguirán el embargo de un satélite aeroespacial o incluso la vivienda donde murió el artífice de la independencia argentina, José de San Martín en Boulogne Sur Mer.

Es más, llegarán incluso a poner en peligro el stand argentino en la Feria del Libro de Frankfurt, para vergüenza de su gran patrimonio literario.

¿EL JUAN SEBASTIÁN DE ELCANO EMBARGADO?

Según recientes informes de finales de 2024, España ha escalado al deshonroso primer puesto de los mayores morosos internacionales en el marco del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones, el CIADI.

Al parecer, la deuda supera ya los 1.820 millones de euros, con laudos firmes en favor de inversores extranjeros por los recortes retroactivos a las renovables, sumándose intereses y costas por cada día que pasa.

Entre las medidas exploradas por los acreedores, se encuentran embargos contra propiedades de España en el extranjero, cuentas estatales y, más recientemente, activos emblemáticos que puedan ejercer presión sobre el gobierno español.

Una de las amenazas más pausibles es precisamente la que se cierne sobre el buque escuela “Juan Sebastián de Elcano”, tal como sucedió con la fragata argentina.

El famoso velero español, que actualmente realiza su travesía anual de instrucción con la Princesa Leonor a bordo, se encuentra en aguas internacionales tras haber abandonado recientemente Cádiz.

Para mi sorpresa y, según fuentes navales, su itinerario llevará al barco a la ciudad de Nueva York.

Precisamente en los Estados Unidos varios fondos de inversión han presentado peticiones para que se ejecuten los laudos contra España, lo que debería haber encendido ya las alarmas en el Ministerio de Asuntos Exteriores ante la escala en dicho país.

Sin duda, los acreedores podrían obtener órdenes de embargo argumentando que el Juan Sebastián opera como mero buque de representación y formación, lo que podría abrir una evidente brecha en su inmunidad y verse en un brete parecido al argentino.

Desconocemos si el Ministerio de Defensa y la Armada Española han reforzado las medidas de seguridad jurídica para evitar estos incidentes, pero lo que está claro es que el riesgo es real y requiere de respuestas coordinadas y urgentes por parte de las autoridades españolas, si no se han adoptado ya.

Que un símbolo tan emblemático como el Juan Sebastián de Elcano sea objeto de embargo en los Estados Unidos, además bajo el mandato de Trump, sabiendo cómo las gasta, pondría no sólo el prestigio de España nuevamente a la altura del betún, sino que también evidenciaría la incapacidad del gobierno para proteger los activos españoles en el extranjero frente a las crecientes presiones de los acreedores.

Y es que en un contexto de creciente litigiosidad internacional contra España, este caso podría convertirse en otro recordatorio de las amargas consecuencias que traen ciertas decisiones políticas.

Esperemos que no sea así; avisados quedan.

Hasta la semana que viene, mis queridos anglófilos.

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