La Fiscalía rindió homenaje al fiscal de Sala Luis del Río Montesdeoca, fallecido el pasado 30 de enero
El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, fue el primero en tomar la palabra en este homenaje. Foto: Confilegal.

La Fiscalía rindió homenaje al fiscal de Sala Luis del Río Montesdeoca, fallecido el pasado 30 de enero

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07/2/2025 05:40
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Actualizado: 07/2/2025 07:35
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La sede de la Fiscalía General del Estado fue ayer por la tarde escenario de un emotivo homenaje en memoria de Luis del Río Montesdeoca, fiscal de Sala coordinador de Seguridad Vial, que falleció el 30 de enero pasado víctima de un cáncer a los 61 años.

El patio central cubierto del número 4 de la calle Fortuny, en Madrid, congregó a un importante número de compañeros que acudieron a recordar a un fiscal que dejó una huella imborrable en el Ministerio Público y en la lucha por una justicia más eficaz y transparente.

Su trayectoria, marcada por el rigor y la independencia, lo convirtió en un referente dentro de la Fiscalía.

El acto conmemorativo comenzó y terminó con dos piezas musicales de violoncelo y violín. La primera una versión adaptada de la canción de Led Zeppelin, «Stairway to Heaven»», porque Del Río Montesdeoca era un «rockero»; la segunda fue una pieza del Intermezzo de «Cavalleria Rusticana», una de las piezas más famosas y populares de esta ópera compuesta por Pietro Mascagni en 1890.

El patio central de Fortuny 4 presentaba este lleno segundos antes de comenzar el homenaje. Al fondo, de pie, estaba completo. Foto: Confilegal.

El primero en tomar la palabra fue el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, con palabras que reflejaron el impacto de su pérdida. «Su muerte nos golpeó a todos. Fue un gran fiscal de Sala coordinador de seguridad vial. Una persona humana y comprometida y un ser humano excepcional», afirmó.

Para añadir, a continuación: «Era un fiscal con una vocación inquebrantable. Su trayectoria lo convirtió en un referente para quienes creen en una justicia independiente y sin ataduras«, dijo García Ortiz. A pocos metros a su izquierda, una pantalla recogía un plano medio de Del Río Montesdeoca sonriendo y mirando al público. Tan realista que seguro que su esposa Mati y su hija Dasia pudieron pensar que iba a salir de ella.

«EL DÍA QUE MURIÓ, CANARIAS LLORÓ DE VERDAD», DIJO MARÍA FARNÉS, FISCAL SUPERIOR DE ESA AUTONOMÍA

Al fiscal general del Estado le sucedió María Farnés Martínez Frigola, fiscal superior de Canarias, amiga de Luis del Río Montesdeoca.

Farnés Martínez Frigola recordó el ascenso de su amigo, desde agente judicial hasta convertirse en un fiscal de renombre, algo poco común en tiempos donde la meritocracia escasea. «El día que murió, Canarias lloró de verdad», expresó emocionada.

Luis del Río Montesdeoca, rememoró, «fue una figura clave en Canarias en casos de gran relevancia como el caso Eólico, el caso Faycán, el caso Unión o el caso Obiang, cuando fue fiscal anticorrupción en Las Palmas. Su lucha contra la corrupción y el fraude deja un legado difícil de igualar».

María Farnés Martínez Frigola, fiscal superior de Canarias, recordó el gran papel que jugó Luis del Río Montesdeoca como fiscal anticorrupción. Foto: Confilegal.

Teresa Gisbert Jordá, fiscal de Sala Coordinadora de Menores de la Fiscalía General del Estado (los fiscales de Sala son el equivalente a magistrados del Tribunal Supremo y hay 35, entre los que se encuentran, como es lógico, el fiscal general del Estado y la teniente fiscal del Alto Tribunal), en su intervención destacó su ética profesional y su compromiso con la justicia. «Mejoraba todo lo que tocaba. Era humilde, generoso, discreto, valiente y leal», afirmó.

«Luis demostró que la fiscalía debe ser sinónimo de transparencia y servicio público«, subrayó. Y destacó su pertenencia a la la progresista Unión Profesional de Fiscales (UPF), asociación de la que era un fijo y de la que no se perdía ningún congreso, recordó Gisbert. Una asociación en la que el propio fiscal general del Estado fue un día también portavoz.

Teresa Gisbert Jordá, fiscal de Sala Coordinadora de Menores, recordó a su amigo: «Mejoraba todo lo que tocaba». Foto: Confilegal.

Por su parte, Mario Sanz, fiscal de la Unidad de Seguridad Vial, mano derecha de Del Río Montesdeoca, resaltó su carácter humano y su cercanía. «Más que un jefe, era un compañero», destacó. «Su liderazgo se basaba en el respeto y la colaboración. Su persona ha dejado una huella profunda en la Fiscalía», afirmó con la voz rota.

Santiago Mena Cerdá, fiscal superior de Castilla-León, amigo íntimo desde tiempo inmemorial de Del Río, fue contundente en el uso de la palabra: «No se puede ser un buen fiscal sin ser una buena persona. Y Luis del Río Montesdeoca lo era. Y no solo fue un profesional impecable, sino un hombre de principios. Su capacidad para enfrentar las injusticias, sin importar de dónde vinieran, lo convirtió en un referente dentro del Ministerio Fiscal«.

María Luisa García de Barracuda, fiscal especializada en violencia de género, también amiga del fallecido, cerró el homenaje con emotivas anécdotas. Terminó parafraseando el poema de Antonio Machado: «Luis era, en el buen sentido de la palabra, bueno. Nunca faltó a un congreso de la UPF».

Entre el público se encontraron la secretaria general de la Administración de Justicia, Sofía Puente, las exfiscales generales del Estado Dolores Delgado y María José Segarra, la teniente fiscal del Supremo, María Ángeles Sánchez Conde, la fiscal de Sala de Criminalidad Informática, Elvira Tejada, el también fiscal de Sala Javier Zaragoza, el expresidente del Consejo General del Poder Judicial, Rafael Mozo, la magistrada y exdelegada del Gobierno contra la Violencia de Género (por Podemos), Victoria Rosell, que parecía querer pasar desapercibida a toda costa, los fiscales María Begoña Sánchez Melgar –venida expresamente de Zamora, donde tiene su destino–, Jesús Tirado y Pilar Martín Nájera, los fiscales jubilados Bartolomé Vargas, antecesor de Luis del Río en el puesto, y Félix Pantoja, y el abogado y profesor de derecho, Manuel Ollé.

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