De izquierda a derecha: Silvia Intxaurrondo, Marisa Soleto, Raquel Alcaraz, Patricia Suárez, Carla Vall i Duran, Ana Villarrubia y Cristina Valera.
La violencia económica contra las mujeres, una forma de violencia menos visible pero igualmente devastadora
En la jornada organizada por Asufin en el marco del Día Internacional de la Mujer
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05/3/2025 16:46
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Actualizado: 05/3/2025 16:49
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Con motivo del Día Internacional de la Mujer, Asufin ha organizado una jornada donde expertas de distintos ámbitos abordaron «la violencia económica contra las mujeres», una forma de violencia menos visible pero igualmente devastadora.
Marisa Soleto, jurista y directora de la Fundación Mujeres, enfatizó la urgencia de proteger el patrimonio de los herederos desde el primer momento. “Tenemos que proteger desde el minuto cero el patrimonio de los herederos, niños que se quedan huérfanos, para evitar que el agresor maniobre desde la cárcel para ocultar su patrimonio y evitar cumplir con su obligación de indemnizar a los hijos de la víctima”, explicó.
Soleto también hizo un llamamiento a implicar a “agentes privados como las aseguradoras y a las entidades financieras” en un mensaje de tolerancia cero.
Por su parte, la economista Raquel Alcaraz, de la Federación de Mujeres Progresistas, abundó en esa idea al afirmar que “la banca tiene mecanismos para conocer qué tipo de cliente tiene delante y las circunstancias familiares que lo rodean”, apelando a la necesidad de activar la responsabilidad corporativa de los agentes privados en la prevención de la violencia económica.
La jurista Carla Vall i Duran, llamó la atención también sobre las lagunas en el ámbito asegurador: “La mayoría de las pólizas excluyen el suicidio para el pago del seguro de vida y muchos asesinos culminan de ese modo la agresión a las mujeres, condicionando el futuro económico de los hijos”.
Mientras que la psicóloga Ana Villarrubia añadió que este tipo de violencia es también psicológica al hacer mella en la autonomía personal, “que se ve obstaculizada al no disponer de un patrimonio”.
Todas las ponentes, coincidieron en lo sutil, invisible y sibilino de esta violencia: “Un juez puede reconocer que te han puesto el ojo morado pero no tanto que te han arruinado tu vida y tu proyecto profesional”, terció Soleto, que se preguntó “Qué pasa con una hipoteca cuando tu padre ha matado a tu madre; no es fácil cambiar las leyes pero sí podemos pedir a la banca que se comprometa con protocolos de buen gobierno que salvaguarden el patrimonio de las criaturas que quedan huérfanas”.
Táctica “maquiavélica y premeditada”
El evento, celebrado en el Ateneo de Madrid, fue moderado por la periodista Silvia Intxaurrondo y presentado por Cristina Valera, de la sección de Derechos Civiles de la institución.
Intxaurrondo concluyó que esta violencia es “difícil de identificar porque no se nombra y tiene el poder de invisibilizar a quien la padece, hasta reducirla a la nada”.
La psicóloga Villarrubia describió esta táctica como “maquiavélica y premeditada”, un sentimiento que Soleto corroboró al aclarar que no es simplemente otra forma de violencia de género, sino un problema en sí mismo que requiere una atención específica y medidas concretas para su prevención y tratamiento.
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