

Salvador Gálvez, abogado del turno de oficio desde hace 32 años, compuso esta canción utilizando una aplicación de IA en su móvil. Foto: SG.
«Allá va, el abogado de oficio va», una canción compuesta con IA por un abogado se convierte en viral entre este colectivo
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El abogado del turno de oficio Salvador Gálvez se ha convertido en un fenómeno inesperado en el mundo de la música gracias a la inteligencia artificial. Su canción «Allá va, el abogado de oficio va», creada con IA, ha resonado con miles de profesionales del derecho, reflejando sus vivencias y emociones, y se ha convertido en un fenómeno viral entre los abogados del turno.
Aunque siempre ha sido un apasionado de la música, Gálvez no es músico. Sin embargo, su incursión en la creación musical con IA ha sido todo un hallazgo. «Lo que descubrí en diciembre me ha convertido en un niño con un juguete nuevo», confiesa.
Todo comenzó cuando su sobrino envió una canción generada con inteligencia artificial en un grupo de WhatsApp familiar. «En la canción salían los nombres de mi abuelo y nos reímos muchísimo. Me pareció tan interesante que decidí probarlo por mi cuenta».
Desde entonces, ha experimentado con esta herramienta en distintos ámbitos, comenzando en el círculo familiar y de amigos, hasta dar el salto a su mundo, el de la abogacía.
«Mi madre, que tiene 95 años, se parte de risa con las canciones que le hago para el desayuno. Ha supuesto una activación increíble para ella», cuenta con entusiasmo.
La creación musical con IA: un proceso sorprendentemente sencillo
Gálvez utiliza la aplicación «Music AI», disponible en Google Play –teléfonos Android–, para generar sus composiciones. «El proceso es muy sencillo: yo escribo la letra, elijo el estilo musical, pongo el título y el programa me genera dos versiones distintas de la canción. Si no me gusta el resultado, puedo pedir nuevas opciones hasta encontrar la adecuada».
La herramienta no es gratuita, pero Gálvez la considera una inversión valiosa. «Aproveché una oferta y pagué alrededor de 100 euros para tener acceso de por vida. Para mí es un juguete, pero ha sido una compra muy barata en comparación con el uso que le he dado».
Pincha aquí y podrás escucharla:
Lo que comenzó como un entretenimiento acabó por convertirse en un fenómeno entre sus colegas del turno de oficio, en el que viene sirviendo desde hace 32 años en Murcia. Gálvez vive en Alquerías, una pedanía de 6.275 habitantes que se encuentra en el último tramo de la Vega Media del Segura, muy cerca de la comarca de la Vega Baja del Segura, en la provincia de Alicante.
Allí vive con su esposa, Clara Esquer Ortín, también abogada, con la que comparte despacho, atendiendo casos de familia, civil y penal. De todo.
«Empecé a usar la IA para hacer canciones sobre mi entorno y, en enero, decidí probar con temas profesionales. La sorpresa ha sido mayúscula, especialmente con la canción del turno de oficio, porque no imaginaba que llegaría tan lejos».
Para Gálvez, el secreto de su éxito está en la autenticidad. «La IA puede generar la música y la voz, pero la clave está en la letra. La inteligencia artificial te hace la letra trambién, pero lo que sale no puede plasmar con precisión las emociones y experiencias de una persona. La canción ha conectado con la gente porque refleja mis vivencias y sentimientos reales sobre el turno de oficio».
Una herramienta con múltiples aplicaciones
Más allá del entretenimiento y la creación musical, Gálvez ve un gran potencial en la IA para distintos ámbitos, incluido el «coaching» y el desarrollo personal. «Soy coach ejecutivo en la Universidad de Murcia y utilizo la IA para generar contenido en este campo. Las ideas transmitidas a través de la música llegan de una manera completamente distinta», revela.
Además, no descarta que en el futuro le pidan canciones con un contenido más reivindicativo dentro del ámbito jurídico. «Aún no me han pedido ninguna, pero con la lucha actual sobre las pensiones y otros temas del sector, no lo descarto».
Ahora, su incursión en la música le ha dado una nueva faceta que no esperaba. «La gente me dice que llevan la canción en el coche y que la escuchan constantemente. Es increíble la conexión que ha generado».
El abogado y ahora creador musical, sin tener idea de música, concluye con una reflexión: «La IA nos abre puertas a formas de expresión impensables, pero siempre debe estar guiada por la creatividad humana. En mi caso, ha sido un descubrimiento fascinante».
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