La Iglesia reivindica el derecho a la propiedad de sus bienes
Este miércoles arranca en Madrid en la Fundación Pablo VI un Congreso que estudiará el papel de la Iglesia en el marco de los 40 años de la Constitución española
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01/10/2018 06:15
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Actualizado: 30/9/2018 20:51
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«Esperamos que no se despierten los viejos fantasmas de un anticlericalismo que haga ahora también una desamortización, reivindicando qué es dominio público», manifestó el secretario general del episcopado, José María Gil, en la presentación del Congreso “La Iglesia en la sociedad democrática” que arranca este miércoles en la Fundación Pablo VI en Madrid.
«Hay un derecho de la propiedad, y puede ser sujeto de ese derecho una persona individual o entes colectivos, en este caso, la Iglesia», añadió.
Gil mostró su preocupación por el hecho de que el Gobierno «quiera poner en negrita o el foco en el número de bienes inmatriculados por la Iglesia. Estamos muy tranquilos, no hicimos más que cumplir la legalidad vigente». Es decir, «lo que hizo la Iglesia es, cuando ha sido posible por la legislación, inscribir en el registro aquellos bienes que de manera secular ha poseído».
El portavoz de la Conferencia Episcopal recordó que , el proceso de inmatriculación «no es en ningún caso un mecanismo de adquisición de la propiedad».
Gil Tamayo aseguró que tienen «una confianza infinita en la Justicia española». De ahí que lo único que pide es que «se cumpla la legislación desde lo más básico, el derecho a la propiedad».
También recordó que «la Iglesia lleva en este país casi 20 siglos» y esto hace que esté tranquila, pero también consciente de que, como administradora de sus bienes, tiene que defenderlos. Primero, porque «aportan a la economía más de 22.000 millones de euros al año, un 2% del PIB». En segundo lugar, porque cumplen una «enorme función social, tanto en el ámbito cultural como en el de la ayuda a los más necesitados».
Respecto a esa posible desamortización recordó que “ una de las consecuencias sería en detrimento de la acción social de la Iglesia”.
Y es que “son bienes con un enorme interés social, no son bienes para uso y disfrute solo de los católicos, desde el patrimonio histórico artístico hasta para el ejercicio de los derechos a la libertad religiosa, el despliegue cultural, para la atención a la comunidad y, sobre todo, en el sentido de opción preferencial para los más pobres», aclaró.
El papel de la Iglesia en la transición
Respecto al Congreso, los próximos 3 y 4 de octubre, la Fundación Pablo VI, institución de referencia en el diálogo con la sociedad, celebrará el Congreso que, con el título “Iglesia en la Sociedad Democrática”, quiere poner en valor el papel de la Iglesia en la Transición, sus relaciones a lo largo de estos 40 años con el Estado y la sociedad democrática, su contribución a la educación, la cultura y el desarrollo social.
Organizado junto con la Conferencia Episcopal Española, el Congreso es, en palabras del presidente de la Fundación Pablo VI y obispo de Getafe, Mons. Ginés García Beltrán una ocasión para “hacer justicia”, no sólo a ese período histórico, sino también al papel que jugó la Iglesia para lograr “una Transición pacífica, de paso de un régimen personal a una democracia en paz y convivencia”.
A su juicio hay que estar agradecido a la transición democrática donde la Iglesia tuvo un papel fundamental.
No es casualidad que el lugar elegido para este Congreso sea la Fundación que lleva el nombre de Pablo VI, que fue instituida hace 50 años para “promover el diálogo con la sociedad y la cultura”. “La Iglesia tiene hoy más que nunca, insiste el obispo de Getafe, la obligación de defender el espíritu que nació de la Transición”, sobre todo entre los jóvenes. Por eso, añade, “el Congreso no es una mirada añorante al pasado, sino un proyecto de futuro”.
Garcia Beltrán explicó los fines de la Fundación Pablo VI, creada en el siglo pasado por Ángel Herrera Oria, destacando sus fines formativos y en favor del desarrollo sociocultural. “Queremos dar a conocer la doctrina social de la Iglesia desde el diálogo y la formación de la sociedad. Desde aquí podemos luchar por una sociedad más justa y democrática”.
Desde su punto de vista, la Iglesia tiene el deber y obligación de defender la sociedad democrática. “ Es cierto que la sociedad española del año 78 no es la misma que la actual y también es cierto que en estos últimos años hemos puesto en peligro nuestra convivencia”. En este contexto, la Iglesia debe propiciar puentes en la sociedad. A los jóvenes hay que explicarles bien lo que han significado estos cuarenta años de Constitución. Hay que mirar con esperanza el futuro”.
La Iglesia no es un partido político
Por su parte, el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, José María Gil Tamayo reivindicó el lugar de la Iglesia en la sociedad democrática hoy.
“La Iglesia no es un convidado de piedra ni un partido” pero “tiene que tener voz”. Por eso, añade, “hay que vencer el complejo de que el hecho religioso forme parte de la vida democrática española”, porque “forma parte de nuestro ADN con respeto exquisito a otras convicciones”,
Desde su punto de vista, la importancia de este Congreso hay que verlo en el marco de la celebración de los cuarenta año de la Constitucion española. “Gracias a ella se han logrado cuatro décadas de convivencia democrática y pacífica, de cohesión social, así como de grandes avances en la sociedad española. También ha sido una época de recuperación de libertades y reivindicación de derechos fundamentales”.
Gil Tamayo recordó que en una de las últimas reuniones de la Conferencia Episcopal se aprobó una nota donde se destacó el espíritu de la transición española y su Constitución “esperando que ahora no sea despreciado o minusvalorado por iniciativas que quieren romper la concordia que exige la cohesión social del país”.
Recordó que la Iglesia no es un partido político “pero sí tiene unas responsabilidades políticas y sociales. Los católico,s por el hecho de serlo, no renuncian al ejercicio pleno de su ciudadanía y quieren vivir su vida de acuerdo a sus convicciones sin querer imponer nada”.
La puesta en marcha de este Congreso cumple la finalidad de poner en valor el papel de la Iglesia en la transición democrática
El director general de la Fundación Pablo VI, Jesús Avezuela aclaró que el Congreso “no es una contestación o reivindicación ante determinadas medidas o posturas recientes”, porque estaba diseñado mucho antes del cambio de Gobierno. Lo que se pretende es albergar a quienes han sido protagonistas en estos 40 años.
Recordó, además, que en esta cita “se va a reflexionar sobre la profunda transformación de la sociedad española, a nivel político, cultural o de religión para analizar la España de la transición donde la iglesia católica tuvo un papel destacado. Con el debate queremos ver la relación directa de aquel pasado con el momento actual que hoy se vive y se proyecta, así como los cambios que se han producido”.
Programa del Congreso
Avezuela explicó la organización del Congreso que arranca con una solemne sesión inaugural, el día 3 de octubre, y tendrá como eje central la conferencia “Dos Miradas sobre las relaciones Iglesia Estado”, con un discurso del Cardenal Fernando Sebastián, Arzobispo emérito de Pamplona-Tudela, al que contestará María Teresa Fernández de la Vega, actual Presidenta del Consejo de Estado y ex vicepresidenta primera del Gobierno.
También destacó que la jornada del día 4 de octubre estará compuesta por dos mesas y dos diálogos sobre 4 temas principales: el papel de la Iglesia en la Transición, su contribución a la educación, su papel en la sociedad democrática hoy y su acción social.
La primera mesa redonda, “Desde la Transición hacia la Democracia” moderada por la periodista Victoria Prego, contará con las intervenciones del abogado y político Adolfo Suárez Illana, el historiador Juan María Laboa y el sociólogo Rafael Díaz Salazar.
Le seguirá un diálogo, moderado por el periodista Carlos Herrera, sobre “El papel de la Iglesia en la Cultura y la Educación” con dos protagonistas: el Cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia y Alfredo Pérez Rubalcaba, ex vicepresidente primero de España.
La primera sesión de la tarde estará centrada en “El papel de la Iglesia en la sociedad democrática” con los ponentes Julio Martínez, rector de la Universidad Pontificia de Comillas y Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta de Extremadura. La mesa redonda estará moderada por el periodista Fernando Ónega.
La última sesión de la jornada consistirá en un diálogo, moderado por el periodista Sergio Martín, entre el presidente de la Comunidad de San Egidio, Andrea Riccardi y el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, centrado en la“Acción Social de la Iglesia”.
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