El Congreso da un primer paso para reformar la Ley Mordaza
Antonio Trevín, diputado del PSOE, ha pedido el voto para la propuesta socialista en el Congreso.

El Congreso da un primer paso para reformar la Ley Mordaza

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22/3/2017 05:59
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Actualizado: 21/3/2017 23:10
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El Pleno del Congreso ha dado este martes un primer paso para modificar la ley de Seguridad Ciudadana, conocida como «ley mordaza«, al aprobar la toma en consideración de dos proposiciones de ley, una del PSOE, para derogarla, y otra del PNV para proceder para modificarla. Dos proposiciones a las que se ha opuesto el PP.

La propuesta del grupo socialista se basa en que la Ley de 2015 «nació con el voto en contra prácticamente de toda la Cámara y las organizaciones sociales» porque, argumenta, «cercena principalmente el derecho de reunión y manifestación y el derecho a la libertad de información, y trata de disuadir de su ejercicio, imponiendo una ‘mordaza’ a ciudadanos y medios de comunicación«, además de incluir medidas como las llamadas «devoluciones en caliente».

Por ello, además, pide que se eliminen las sanciones a las personas que participan en manifestaciones, a las que se manifiestan ante el Congreso y el Senado y a las que utilizan imágenes de miembros de las policías. Asimismo, requiere que se imposibiliten los registros personales en lugares públicos y se anule la consideración de infracción grave de las faltas de respeto a un autoridad pública o a un funcionario de las fuerzas del Estado.

Por su parte, la propuesta del  PNV, pide reformar la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana para garantizar que «cualquier incidencia o limitación en el ejercicio de las libertades ciudadanas por razones de seguridad» se ampare en el principio de legalidad y en el de proporcionalidad.

También plantean que no sea necesaria la comunicación previa alguna de las reuniones o manifestaciones espontáneas y pacíficas «siempre que no perturben la seguridad ciudadana y que deje de ser infracción grave –con hasta 30.000 euros de multa– el uso no autorizado de imágenes o datos personales o profesionales de autoridades o miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, o protestar ante las cámaras parlamentarias.

La toma en consideración de ambas propuestas se ha debatido de forma conjunta, aunque no han logrado los mismos apoyos por las reticencias de Ciudadanos al texto de los socialistas, al considerar que pretendía una vuelta a la «ley Corcuera» o de «la patada en la puerta», por lo que se ha abstenido en la votación de la del PSOE.

A las dos se ha opuesto el PP, desde su convencimiento, según su diputado José Alberto Martín-Toledano, de que la actual norma «no ha generado problemas» y los ataques que ha recibido han sido más bien por «criterios de desgaste político» con argumentos de «manual partidista».

Y ha indicado que  la propuesta del PSOE, con la que ha sido muy crítico no es más que “una mala parodia de la película de Spielberg, Regreso al Futuro, ya que nos propone retroceder a una ley del siglo pasado, del año 1992”.

El PP no está de acuerdo con todos ellos, pero desde el Gobierno ya se había apostado por la iniciativa de los nacionalistas como punto de partida, como dijo en su día el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido.

La denominada «ley mordaza», polémica incluso antes de nacer hace dos años, no ha podido ser enterrada, como querían algunos grupos, y se someterá ahora a un trámite parlamentario para su modificación que partirá al menos de los 44 puntos que el PNV quiere retocar.

Una vez tomadas en consideración el Congreso abrirá un plazo de presentación de enmiendas con el objetivo de alcanzar un único texto articulado que sustituya la vigente ‘ley mordaza’.

EN EL DEBATE

Durante el debate,  Antonio Trevín, del PSOE, ha pedido el voto para la propuesta socialista frente una ley «nefasta» y de «pura paranoia autoritaria». Y ha recordado que la ley salió adelante gracias a la mayoría parlamentaria del PP, pero que contó «con un 82 por ciento de rechazo entre la población. El mismo porcentaje que se había opuesto a la intervención de España en Irak».

Mientras Mikel Legarda, del PNV, ha dicho que la intención es equilibrar el binomio libertad-seguridad, porque la ley en vigor se ha convertido, ha subrayado, en «el derecho penal de la peligrosidad y la desconfianza».

Unidos Podemos ha votado a favor de las dos, pero con la condición de negociar porque no jugarán» con los derechos fundamentales de los ciudadanos, según Eduardo Santos, que ha recordado las 6.217 sanciones impuestas en los seis primeros meses de aplicación de la ley y ha reprochado a los socialistas que miren al pasado en un ejercicio de «melancolía».

Por su parte, Miguel Gutiérrez, de Ciudadanos, ha criticado el «afán» del PSOE de intentar cubrir el vacío legal que dejaría la derogación de la ley «volviendo a fantasmas del pasado».

Ciudadanos quiere que todos participen en la revisión de la ley y censura al Gobierno por «arrastrar los pies» y no haber sido él quien trajera a la cámara la propuesta de modificación a pesar de haber reconocido la necesidad de revisarla.

Por ERC, Gabriel Rufián ha criticado al PSOE por ese «ramalazo de dignidad» que podía haber tenido hace 25 años con la «ley Corcuera» y ha calificado la norma actual de una de las «mayores canalladas» del PP.

El diputado de Foro Asturias, Isidro Martínez, no ha respaldado la derogación «sin alternativa» del PSOE y ha apoyado al PNV, y Carlos Salvador, de UPN, ha acusado a los socialistas de querer restar «espacio ideológico a Podemos».

Joan Baldovì, de Compromís, ha tildado la actual ley de «punitiva» y «abusiva», «a imagen y semejanza de un ministro y un Gobierno ultraconservadores para invisibilizar la protesta».

«Apostamos por una ley sin sanciones excesivas y que, en definitiva, no considere al ciudadano sospechoso habitual», ha defendido Sergi Mikel, del PDeCAT, al tiempo que Oskar Matute, por Bildu, ha apostado por el fin de la actual ley por «pisotear sistemáticamente la libertad en nombre de la seguridad».

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