Juan Picón, copresidente mundial de DLA Piper: «El cambio en la abogacía es imparable»
Juan Picón, copresidente del despacho internacional DLA Piper, durante su intervención en la Universidad de Comillas, en Madrid, el entorno en el que fue realizada esta entrevista.

Juan Picón, copresidente mundial de DLA Piper: «El cambio en la abogacía es imparable»

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07/6/2016 16:07
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Actualizado: 16/6/2016 09:42
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De Madrid a la cúspide de la abogacía mundial. Nuestro protagonista ha encontrado en la City londinense su cuartel general para gestionar DLA Piper, como copresidente de la entidad, una de las firmas de abogados más destacadas del mundo.

Mientras Roger Meltzer, el otro copresidente se ocupa de Nueva York y Latam, Juan Picón se encarga de Europa, Asia y Africa.

Hace unas horas se encontraba en Australia y este último viaje relámpago ha sido a la propia capital de España donde este viernes tenía lugar la ceremonia de graduación de los futuros abogados que prepara ICADE-COMILLAS, una de las escuelas de negocio de mayor reputación dentro y fuera de nuestras fronteras.

“Allí estudia mi hijo mayor el tercer año del grado y espero que encuentre su identidad dentro del sector”, subraya.

Poco antes de arrancar este evento en el que Picón será padrino de esta nueva generación de abogados hemos hablado con él.

Como siempre sus reflexiones son muy a tener en cuenta.

Con la perspectiva que dan los años, ¿qué cambios le llaman la atención en los últimos años en el mundo de la abogacía?
Hay cambios profundos que se perciben tanto en la formación que ahora se imparte en estas instituciones como en cuanto a las actitudes y valores que se demandan en los mismos bufetes de abogados.

La propia evolución del mundo ha incidido de forma notable en la práctica de nuestro trabajo como abogados. Las necesidades de los clientes han cambiado y los bufetes hemos tenido que adaptarnos a este contexto.

En el último encuentro de la IBA en Barcelona, se habló de emprendimiento global y de cómo los despachos de abogados deben adaptarse a este entorno de “startups” y nuevos negocios. Parece que no será fácil…

Pero hay que adaptarse a este nuevo entorno empresarial. No queda otra para los que trabajamos en el sector jurídico que conocer bien estos nuevos negocios y saber dar un asesoramiento legal que esté de acuerdo con sus necesidades.

El problema que van a tener los despachos tiene que ver con la velocidad del cambio. Ese cambio es imparable, tanto en esta actividad, como en la retención del talento o el uso de las tecnologías, donde la inteligencia artificial va a tener un papel importante en nuestra profesión.

Es el momento de ponerse a trabajar en la planificación del futuro de la firma, ver cuáles van a ser las fuerzas disruptivas y cómo se va a innovar.

Estos temas deben estar en la agenda de los gestores de los despachos como prioridad. En nuestro caso, DLA PIPER, trabaja hace años en esta línea para ser competitivo y mantener su posición de liderazgo.

“Los despachos se abren a la diversidad para poder entender una demanda de compradores de servicios jurídicos, diferente de la tradicional. Es la única manera de entender qué necesidades jurídicas demandan”

Hay que ser imaginativo, por lo que cuenta, cuestión que no es sencilla para los abogados.

Pero es lo que toca hacer. Ser imaginativo en la forma de dar tu servicio y que el cliente advierta el valor añadido que le ofreces. Ahí el uso del “project management” como herramienta que ayuda a visualizar costes y tiempo del proceso es fundamental tanto para los despachos como para los clientes.

Es la eficiencia de costes que llega a los bufetes, elemento necesario para supervisar el trabajo y conocer la rentabilidad de los clientes. También habrá que ser imaginativo a la hora de cobrar ese servicio que nos han demandado.

Ser abogado sigue siendo una profesión atractiva para los más jóvenes, ¿con qué mensaje le gustaría que se quedasen estos jóvenes graduados que van a escucharle?

Siempre hay que ser modesto a la hora de aconsejar a los demás. Y así lo voy a hacer. La idea es compartir con ellos vivencias profesionales mías que me han ayudado a evolucionar en esta profesión.

De los fracasos también se aprende en este trabajo.

El escenario de la abogacía es contundente: una gran oferta de servicios y despachos frente a una demanda, abogados de empresa que cada vez conocen mejor el mercado…

Es cierto, el abogado se especializa en un nicho de mercado y adquiere una serie de habilidades con cierta sofisticación que le ayuda a estar cerca de su cliente.

Al mismo tiempo siguen existiendo una serie de valores bastante convencionales cada vez más relevantes. Y uno de ellos es la actitud. A una firma como la nuestra le preocupa mucho la actitud de sus profesionales ante el trabajo.

Se refiere a la actitud como proactividad…

Relaciono más la actitud a la capacidad de compromiso dentro de la firma o la propia capacidad de trabajo en equipo, cuestiones subjetivas pero que ahora pasan a su primer plano.

Es evidente que un caso como el de Juan Picón, diez años en la misma firma legal, desde que puso en marcha la oficina de Madrid de DLA Piper, no es fácil que se repita en la actualidad..

Es cierto. Es algo difícil que pueda suceder. Pero tenga en cuenta que los horizontes temporales han variado y ahí son las políticas de las firmas las que deben saber cómo retener ese talento.

En nuestro caso estamos diseñando un proyecto ilusionante para que nuestros profesionales estén el mayor tiempo posible. Se trata de poder rentabilizar esa inversión que haces de gente joven a lo largo del tiempo.

La retención del talento es uno de los retos más importantes a los que nos enfrentaremos los despachos en los próximos años.

De izqda. a dcha., Julio Martínez, rector de ICADE, Juan Picón e Iñigo Navarro, decano de la Facultad de Derecho, en el acto que tuvo lugar en la Universidad de Comillas.

De izqda. a dcha., Julio Martínez, rector de ICADE, Juan Picón e Iñigo Navarro, decano de la Facultad de Derecho, en el acto que tuvo lugar en la Universidad de Comillas.

“A corto plazo serán impensables las jornadas de trabajo interminables. Los despachos tenemos que evolucionar a fórmulas donde se permitan logran los resultados establecidos de maneras diferentes y flexibles.”

Talento que ya no quiere únicamente un buen sueldo.

Desde luego, es un elemento que hace años era fundamental pero para estas generaciones de futuros abogados, los llamados “millennials”, no es suficiente. Es muy posible que haya que cambiar los esquemas actuales de trabajo y hacerlos más horizontales. Sin tantas jerarquías.

Al mismo tiempo serán impensables las jornadas de trabajo interminables, ahora un rasgo que define a muchos despachos.

Los despachos tenemos que evolucionar a fórmulas donde se permitan logran los resultados establecidos de maneras diferentes y flexibles.

Los despachos buscan jóvenes para tengan su carrera profesional con ellos y abogados seniors con cartera de clientes y cierta especialización..

La mezcla de ambas búsquedas es lo que más se demanda en estos momentos. En firmas más consolidas como la nuestra, la contratación del especialista sigue siendo importante al mismo tiempo que la potenciación de nuevos abogados, más jóvenes con mentalidad más flexible y vocación internacional.

Sobre la compra de servicios profesionales también se observan cambios importantes, ¿no cree usted?

Es cierto. Cada vez más son más diversas las variables que se tienen en cuenta a la hora de contratar a un abogado o a su despacho.

Y es que cada vez más estos servicios los demandas entidades o profesionales de perfiles diferentes. Junto a la proliferación de abogados “in house” más jóvenes también la presencia de la mujer jurista ha crecido, al igual que diferentes grupos étnicos.

Se trata, sobre todo, que toda esa diversidad que se encuentra en la demanda, profesionales que tienen opción de contratarte como despacho, la puedas cubrir con tu estructura de abogados.

Eso hará, entonces, que los propios bufetes apuesten también por la diversidad para poder hacerse con esa demanda cada vez más cualificada.

Los despachos de abogados afrontan su internacionalización. Tienen que seguir a sus clientes. ¿Qué formula es la más adecuada para que resulte rentable y poco traumática?

Puedo hablarle de lo que estamos haciendo en DLA Piper en los últimos años. Hemos apostado por tener despachos propios, más práctico que cualquier esquema de alianzas o “best friends” con firmas locales. Creemos que es la mejor fórmula de estar en sintonía con el cliente y que él perciba que le damos ese servicio en cualquier parte del mundo.

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