La mayoría de los 104 Juzgados de Violencia sobre la Mujer exclusivos están muy por debajo de su carga de trabajo
Los Juzgados de Violencia sobre la Mujer de Madrid.

La mayoría de los 104 Juzgados de Violencia sobre la Mujer exclusivos están muy por debajo de su carga de trabajo

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06/11/2016 06:59
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Actualizado: 14/1/2019 16:05
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La mayoría de los 104 Juzgados de Violencia sobre la Mujer (JVM) exclusivos están muy por debajo de su carga de trabajo, según los datos procedentes del Punto Neutro Judicial, del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en el que están contenidas todos los datos estadísticos del poder judicial español de todo el año 2015, a los que ha tenido acceso Confilegal.

Sólo Sevilla, Las Palmas de Gran Canaria y Málaga llegan al ciento por ciento de su capacidad o lo superan levemente. 

De todos ellos, el JVM 3 de Sevilla, del que es titular la magistrada Rosario Sánchez Arnal, está a la cabeza, con un 132 por ciento de carga de trabajo, seguido del JVM 1 de la misma ciudad, dirigido por Myriam Quintero Vicente, con un 129 por ciento, y el JVM 1 de Málaga, con el magistrado Francisco de Asis Ruiz-Jarabo Pelayo al frente, que tiene un 109 por ciento.

Se da al circunstancia de que en el JVM 3 sevillano tiene su destino Ángeles Carmona, vocal del Consejo General del Poder Judicial y presidenta del Observatorio contra la violencia doméstica y de género, que el pasado jueves y viernes celebró su 6º Congreso en el marco del Salón de Plenos antiguo del Senado, en Madrid.

A estos tres JVM les siguen el JVM 2 de Sevilla, con un 106 por ciento, el JVM 1 y el JVM 2 de Las Palmas de Gran Canaria, con un 104 y 101 por ciento, y el JVM 4 de Sevilla, con un 100 por ciento.

El resto no llegan a acercarse a la marca media del ciento por ciento de la carga de trabajo, establecida por el CGPJ.

Los JVM de Valencia son los que más se acercan. El JVM 4 con un 95 por ciento, el JVM 2 con un 91 por ciento, el JVM 3 con el 85 por ciento y el JVM 2 con el 83 por ciento.

A corta distancia, el JVM 2 y el 3 de Málaga, con el 82 y el 72 por ciento.

Las cargas de trabajo de los 11 JVM de Madrid, por su parte, son dispares. Van del 76,1 por ciento del JVM 1 al 28 por ciento del JVM 7.

En Barcelona, con 5 JVM, la carga de trabajo está en una horquilla entre el 71 por ciento del JVM 2 y el 64 por ciento del JVM 3.

El JVM de Vigo, Pontevedra, está a un 63 por ciento de la carga de trabajo.

En el otro extremo destacan el JVM de Burgos, con un 11 por ciento, el 15 por ciento del JVM de Gandía, Valencia, el 17 por ciento del JVM de Benidorm y el JVM 1 de Bilbao, seguidos del 19 por ciento del JVM 2 de Bilbao y el JVM de El Vendrell, Tarragona. 

Con el 19,4 y el 19,2 por ciento, respectivamente, los JVM de Lleida y Logroño, el 20 por ciento del JVM de Ibiza.

A corta distancia les siguen el 21 por ciento del JVM de Alcorcón, Madrid y el 23 por ciento de los JVM de Albacete y Granollers, Barcelona.

En línea ascendente de carga de trabajo, pero sin llegar al 30 por ciento, se encuentran el JVM de Gavá, Barcelona, con un 26 por ciento, Getafe, Madrid, con un 27 por ciento, Alcalá de Henares y Coslada, Madrid, ambos con un 28 por ciento.

Superando la barrera de la tercera parte, se hallan Collado Villalba, Madrid, con un 30 por ciento, Castellón de la Plana, con un 31 por ciento y L’Hospitalet de Llobregat, con un 34 ciento.

Este es, precisamente, uno de los retos que tiene que encarar el Ministerio de Justicia en esta nueva etapa: una reorganización de la competencia geográfica de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer a fin de acabar con una realidad en la que, por una parte, la mayoría de los JVM van sobrados porque no llegan a su capacidad máxima establecida y, por otra, muchos de los Juzgados Mixtos sin competencias exclusivas en violencia de la mujer, están sobrepasados de trabajo.

La solución podría pasar por dos medidas: la mencionada redefinición de las competencias geográficas de los JVM -mediante un proceso de comarcalización- y, de forma paralela, la creación de otros 104 JVM, pasando a los 208, asumiendo los asuntos de buena parte de esos Juzgados Mixtos.

En la actualidad los 104 JVM exclusivos se han concentrado mayormente en capitales de provincia -11 en Madrid, 5 en Barcelona, 4 en Sevilla y en Valencia, 3 en Málaga, 2 en Bilbao y en Las Palmas de Gran Canaria, por citar algunos ejemplos-, donde disponen de equipos multidisciplinares de especialistas para atender a las víctimas de violencia de género.

Estos JVM cubren un total de 81 partidos judiciales, teniendo que cubrir los 350 partidos judiciales restantes Juzgados de Instrucción y Mixtos que no disponen de esos recursos.

La comarcalización fue un proceso que el último ministro de Justicia por el PSOE, Francisco Caamaño, quiso implementar. Sin embargo, se encontró con la oposición de colectivos feministas que se opusieron porque, argumentaron, eso habría supuesto alejar la justicia lejos de sus domicilios. Por ello, se paró.

La idea cobra de nuevo fuerza a la vista de los resultados aquí expuestos. Los JVM están bien dotados de personal pero infrautilizados, lo que crea, a su vez, ciertos roces entre los magistrados de otras especialidades que ven que la presión de la carga de trabajo que ellos viven no afecta a sus compañeros destinados en esos órganos judiciales.

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