El exvocal del CGPJ y abogado, Adolfo Prego, plantea que los vocales judiciales sean elegidos por sorteo entre magistrados de más de 70 años
Adolfo Prego ha sido magistrado del Tribunal Supremo, vocal del Consejo General del Poder Judicial y ahora es socio fundador de la firma Adolfo Prego Abogados. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

El exvocal del CGPJ y abogado, Adolfo Prego, plantea que los vocales judiciales sean elegidos por sorteo entre magistrados de más de 70 años

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28/4/2024 06:32
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Actualizado: 29/4/2024 10:27
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Fue vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) durante 7 años, entre 2001 y 2008. Por ello, Adolfo Prego conoce a la perfección la naturaleza y el funcionamiento del órgano de autogobierno de los jueces, al que ha dedicado mucho tiempo de reflexión. En especial a la materia del nombramiento de los 12 vocales de procedencia judicial, de los 20 que lo conforman, según la Constitución.

«La solución al CGPJ debería pasar por volver al sistema originario de 1980, en el que la carrera judicial eligió a sus 12 representantes. Sin embargo, yo iría más allá. Mi experiencia es que en el Consejo se trabaja poco. Se dedica mucho tiempo a pensar, a razonar, a hablar, a hacer mucho pasillo y a preparar el siguiente paso en la carrera personal», afirma Prego, socio fundador de la firma Adolfo Prego Abogados y exmagistrado del Tribunal Supremo.

«La única forma de despolitizar el CGPJ pasa por nombrar a personas que no tengan ninguna ambición, que tengan mucho pasado y poco futuro, que hayan culminado su carrera como jueces y que tengan una hoja de servicios impecable93. Esa es una condición que solo cumplen los magistrados mayores de 70 años. Jubilados o en sus dos últimos años de servicio», explica.

«¿La forma de nombramiento? Entre los que se postulen, por sorteo. La fórmula política que se ha utilizado hasta ahora nos ha traído hasta aquí. Ha demostrado su ineficacia y su inutilidad. Lo que planteo es convertir al Consejo en una especie de Senado romano, añejo y confiable. Formado por magistrados que conocen bien la carrera y que esperan nada porque ya lo han hecho todo. El CGPJ debe de dejar ser un trampolín para otros cargos, como ha venido ocurriendo muchas veces», especifica.

Adolfo Prego en una foto tomada en abril de 2011, cuando era uno de los magistrados de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo. Foto. Carlos Berbell/Confilegal.

LA IDEA DEL PREGO TIENE SU ORIGEN EN LA GRECIA DE PERICLES

«La idea no es nueva», aclara Prego. En la Grecia Antigua los cargos se nombraban de dos formas: mediante elección y por sorteo.

La mayoría de los cargos, especialmente aquellos relacionados con la administración interna y la justicia, eran nombrados por sorteo.

«Era un método que se utilizaba para promover la igualdad política y asegurar que cualquier ciudadano (hombre libre, adulto, de Atenas) tuviera la oportunidad de participar en el gobierno, reduciendo así el riesgo de corrupción y dominio de grupos de poder», subraya. «Los elegidos eran ancianos que ya no tenían aspiraciones pero que acumulaban sabiduría y experiencia».

Cargos como los arcontes y los miembros de la Bulé (Consejo de los Quinientos) eran seleccionados por este método.

«El sorteo se veía como una forma de democracia pura, ya que no daba ventajas a los más ricos o poderosos sobre el ciudadano común», cuenta.

«Lo que ha matado al Consejo ha sido la injerencia de la política. Por eso nos encontramos como nos encontramos. En este órgano las ideas políticas deben estar de más. La edad, la experiencia y la ausencia de aspiraciones de querer ir más allá es muy importante para la buena gestión de este órgano. Para magistrados más jóvenes el CGPJ siempre va a ser un trampolín. A las pruebas me remito», concluye.

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