¿Por qué es más que recomendable tratar de usted en los juicios?
La magistrada Raimunda de Peñafort Lorente Martínez siempre recordaba a acusados, testigos y peritos la necesidad de utilizar el usteo como señal de respeto al tribunal. Confilegal.

¿Por qué es más que recomendable tratar de usted en los juicios?

La desaparecida magistrada Raimunda de Peñafort Lorente, siempre hacía uso de un viejo dicho que resumía su filosofía de vida: «Educación y buenos modales abren puertas principales».

Por eso, cuando en las vistas que presidía afloraba el tuteo desde el acusado o los testigos, lo cortaba de raíz.

«¿Qué dice usted?», les solía contestar haciendo como que no los había escuchado bien, pero con una intención evidente que los otros percibían, a poco que fueran mínimamente sensibles.

Si la persona persistía con el tuteo, entonces la magistrada le recordaba que se encontraba ante un tribunal de justicia donde se dirimían las cosas más serias que podía poseer un ser humano: su libertad y su patrimonio.

Esto, que parece tan evidente, hay muchas personas que no lo ven y, lo que es peor, ni lo perciben.

El usteo, el tratar de usted a las personas, es una de las reglas básicas que es aconsejable seguir cuando se entra en contacto con el mundo de la justicia.

Y más cuando se comparece en un juicio.

Aunque pueden darse equívocos muy graciosos, como el que cuenta la juez Purificación Pujol en su libro, titulado «Guía de comportamiento en las actuaciones judiciales».

Ante la persistencia en el tuteo de un joven al abogado que le estaba interrogando, el juez decidió cortar por lo sano diciendo:

– Por favor, háblele al señor letrado de usted.

A lo que el testigo respondió:

– ¿De mí?, ¿pero qué quieres que le cuente? —contestó el interpelado sin entender nada.

Los presentes, como era de esperar, estallaron en carcajadas incontenibles.

Cuando pasó todo, el magistrado recondujo el juicio explicándole de forma muy sencilla que debía utilizar obligatoriamente el usteo como señal de respeto a todos.

Y de un modo muy especial, a la función jurisdiccional que allí se estaba ejerciendo. Porque por mucho que se crea que el usteo favorece la comunicación, no es cierto. En entornos como los juicios, suponen un freno evidente.

Es lógico.

Hay que tener muy claro que la vida de cualquier persona se desarrolla en diferentes planos. En el entorno familiar o entre amigos, el tuteo es lo normal. También en las aulas, aunque voces tan respetadas como la de Enrique Múgica, el ex defensor del Pueblo, aboga por su destierro y su regreso al usteo, entre profesores y alumnos, como una forma de recuperar el respeto.

Porque al final se trata de esto.

Del respeto.

La norma dice que se debe tratar de usted a aquellas personas con las que no se tenga suficiente intimidad. Por lo tanto, sería aconsejable tratar de usted a todos aquellos con los que se tenga relaciones profesionales, como los camareros, telefonistas, dependientes, policías, porteros, médicos y, por supuesto, abogados, fiscales y jueces.

Sólo existe una excepción al usteo en las salas de juicios y es cuando comparecen, como testigos, adolescentes de más de 14 años.

En ese caso, el juez suele preguntarles si prefieren que les tuteen. Pero sólo en ese caso. Recuerden la frase de la magistrada Raimunda de Peñafort: «Educación y buenos modales abren puertas principales».

Porque cuando no existen, se cierran.

De cajón.

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