¿Cómo sería la situación de la economía catalana en una hipotética república, según el gobierno autonómico?
El vicepresidente del Govern de Cataluña, Oriol Junqueras.

¿Cómo sería la situación de la economía catalana en una hipotética república, según el gobierno autonómico?

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16/10/2017 05:59
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Actualizado: 02/8/2018 13:37
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Un documento de la Conselleria de Economía de la Generalitat, que dirige Oriol Junqueras, asegura que «una declaración de independencia no implica inmediatamente la creación de una Cataluña independiente». Es más, el gobierno autonómico está convencido de que Cataluña seguiría dentro de la Unión Europea (UE) y de la zona euro en un eventual escenario de independencia.

El escrito, enviado a las delegaciones de gobierno autonómico en el exterior, adelantado por TV3 y recogido por Europa Press,  detalla cómo sería la situación de la economía catalana en una hipotética república. En él se asegura que, para que una Cataluña-estado quede fuera de la UE o del euro, España tendría antes que reconocer la independencia, «cosa que no sucederá a corto plazo», reza el documento.

«Pero ello significaría que hay un acuerdo entre Cataluña y España porque el reconocimiento proviene de un acuerdo. Pero si hay un acuerdo de reconocimiento, ¿qué sentido tiene expulsar a Cataluña de la UE? No beneficia a nadie, al contrario, perjudicaría gravemente a España», señala el escrito.

Este es uno de los argumentos que el gobierno autonómico esgrime para asegurar que «en el periodo de transición» los depósitos de todos los bancos con domicilio fiscal en Cataluña estarán cubiertos por el Fondo de Garantía de Depósitos Español, que cuenta con una garantía europea que los garantiza en su totalidad hasta 100.000 euros por depositante y entidad financiera.

«Los depósitos de todas las entidades de Cataluña están, por tanto, plenamente garantizados. El Banco Central Europeo es (y continuará siendo) el supervisor único del sistema financiero europeo, incluido el catalán, y aportará toda la liquidez que sea necesaria hacia estos bancos», sostiene el documento.

Cree que «lo más probable y deseable es la permanencia de una Cataluña-estado en la UE, bien de manera automática o después de un proceso de negociación simplificado» pero que, en el improbable caso de exclusión de la UE –dice literalmente–, el euro estaría garantizado porque cualquier país del mundo puede utilizar la moneda que considere adecuada.

Recuerda que diversos países del mundo utilizan el euro sin estar dentro de la Unión Europea –mediante un acuerdo monetario o de manera unilateral– y «en este escenario, la mejor opción para Cataluña sería firmar un acuerdo monetario con la UE, la aprobación del cual no requeriría unanimidad y, por tanto, España no podría vetarlo».

Planea la creación de un Banco Central de Cataluña

El documento indica asimismo que una Cataluña independiente vería mejorada su posición financiera, no sólo porque «no faltarían bancos» sino porque sería necesario crear el Banco Central de Cataluña (BCC) que aportaría «beneficios considerables a la economía», que el gobierno autonómico cuantifica en unos 500 millones de euros anuales netos.

Este banco catalán, siempre según el Ejecutivo catalán, ejercería la supervisión de la solvencia de las entidades financieras, contribuiría al mantenimiento de la estabilidad de precios y actuaría como parte integral del Sistema Europeo de Bancos Centrales.

Entre sus principales funciones estarían la ejecución de la política monetaria, la supervisión del sector y del sistema de pagos, la gestión de divisas, la puesta en circulación de euros o la elaboración de estadísticas.

Además, el gobierno autonómico incluso ha pensado en el número de personas que serían necesarias para este BCC, serían unos 500 empleados y entienden que se situaría «entre los bancos centrales más eficientes de Europa».

Marcha de empresas

El documento también hace mención a las decisiones del Banco Sabadell y de Caixabank de trasladar sus sedes sociales fuera de Cataluña, que considera que «son legítimas y responden principalmente a la voluntad de evitar fugas de depósitos no catalanes y de tranquilizar a sus accionistas».

Eso sí, el texto también recoge que esta decisión «puede responder a un deseo/intento de hacer presión política hacia el Govern de Cataluña para evitar una declaración de independencia, así como también a presiones recibidas por parte del Gobierno español».

El documento, enviado a las delegaciones extranjeras de la Generalitat, también dice que «el hecho de no trasladar su sede a Madrid podría significar que es un movimiento transitorio y reversible en el futuro».

Considera, además, que «no hay ningún motivo para que las empresas marchen de Cataluña», ya que asegura que todos los indicadores económicos y las medidas políticas hasta la fecha hacen pensar que las empresas tendrán un marco normativo, económico y laboral mejor en una Cataluña-estado que el que tienen ahora. (CONFILEGAL/EP)

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