¿Qué son los PIAS y qué aportan a tu plan de ahorro e inversión?

¿Qué son los PIAS y qué aportan a tu plan de ahorro e inversión?

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17/10/2017 00:00
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Actualizado: 28/11/2022 15:19
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Los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS) son seguros individuales de ahorro a largo plazo cuya finalidad es constituir una renta vitalicia que podrá percibirse a partir de una edad señalada en el contrato. Nacidos bajo el paraguas de la reforma fiscal de 2007, toman la forma de un seguro de vida, aunque se les considera un producto de ahorro (seguro de ahorro, lo llaman algunas entidades).

Qué es un PIAS

Se trata de un plan de ahorro más entre los que elegir a la hora de gestionar los ahorros destinados, principalmente, a completar los ingresos tras la jubilación. Aunque, a diferencia de lo que ocurre con los planes de pensiones o con los planes de previsión asegurada, no hay que esperar a los 65 años o hasta la jubilación para empezar a percibir la renta acumulada. Es decir, una de sus principales ventajas es la liquidez (posibilidad de retirar o rescatar el dinero) frente a otras opciones de ahorro ilíquidas, como los planes de pensiones.

Rentabilidad

A la hora de obtener rentabilidad por tu ahorro, ésta suele ser más reducida que otros planes, al ser los PIAS un seguro con objetivo de preservación del capital, éste invierte principalmente en deuda española, por lo que su rentabilidad es similar a ésta.

No obstante, hay empresas especializadas en crear productos a medida, por lo que podemos encontrar algunos PIAS que han dedicado el mínimo posible a la parte de seguro de vida y que en su parte de acumulación de patrimonio están formados por fondos, muy diversificados y con rentabilidades más interesantes.

Fiscalidad

A diferencia de los planes de pensiones y los PPA, des el punto de vista fiscal las primas pagadas no reducen la base imponible del IRPF y, por ello, no tiene beneficios fiscales durante la etapa de ahorro. No obstante, cuando cobremos la prestación como renta vitalicia, los rendimientos generados estarán exentos de impuestos, siempre que se cumplan una serie de requisitos.

Una vez que se empieza a cobrar la renta vitalicia, de la cuantía cobrada en cada ejercicio, sólo está sujeta a tributación, como rendimiento de capital mobiliario, un porcentaje en función de la edad que se tenga en el momento del cobro

Tipos de PIAS

Los dos modelos más habituales de PIAS son, por un lado, el que propone una rentabilidad fija garantizada durante toda la vida del producto, rentabilidad que va acumulándose al principal descontando gastos y comisiones. El rendimiento de esta modalidad suele tener como referencia la renta fija. Esto hace que, en líneas generales, la rentabilidad anual ofrecida por estos productos no sea muy elevada, en torno al 2 por ciento.

La otra opción ofrece un modelo de ahorro no garantizado que vincula la rentabilidad final a la evolución de índices bursátiles o de otros activos. La rentabilidad que se consiga con estos PIAS podrá ser mayor o menor a la que ofrecen los productos garantizados, dependiendo del comportamiento de las referencias utilizadas.

Ventajas de los PIAS

Libertad de elección en todo mometo: Renta vitalicia o capital

Al ser seguros de ahorro donde se aportan primas periódicamente con el fin de constituir un seguro de vida vamos acumulando un dinero que se puede recibir en forma de renta vitalicia o como capital. Esta última decisión tiene consecuencias fiscales muy importantes, pero como el PIAS permite que pueda tomarse (rescatarse) casi en el último momento, el asegurado puede valorar sus pros y contras antes de decidir entre las dos opciones al llegar ese vencimiento.

Libertad en el importe de las aportaciones

Otra ventaja a destacar es que las aportaciones las decide el partícipe, de modo que lo vuelve una opción interesante para todo tipo de ahorradores. Es interesante para los ahorradores de patrimonios más bajos, pues no existe una aportación mínima obligatoria (a menos que la entidad decida proponer unos mínimos).  Funcionaría como una inversión sistemática que se realiza automáticamente todos los meses, como si se tratase de una transferencia bancaria a otra cuenta corriente, solo que en lugar de ir a otra cuenta, va al PIAS.

Exento de tributación

Aunque sean productos líquidos y por tanto susceptibles de utilizarse como inversión, para incentivar el ahorro la legislación permite que las ganancias de un PIAS estén exentas de tributación.

Para ello, al vencimiento el capital deben percibirse en forma de renta vitalicia y cumpilr con la condición de que que el cobro de la renta empiece como mínimo 5 años más tarde desde el pago de la primera prima; que el tomador del seguro, asegurado y beneficiario sean la misma persona y que las primas pagadas no superen los siguientes límites: 8.000 euros anuales y hasta un total acumulado de 240.000 euros.

Debemos tener en cuenta, además, que en caso de que decidamos el dinero antes sí se pagarían impuestos por el beneficio obtenido si la inversión no supera los 10 años.

Protegido por el Consorcio de Compensación de Seguros

Al tratarse de un seguro, a diferencia de otros productos de ahorro la devolución del dinero ante una eventual quiebra de la compañía aseguradora está garantizada por el Consorcio de Compensación de Seguros, una entidad dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda, y que actúa como el Fondo de Garantía de los Depósitos.

Dirigido a un beneficiario específicamente en caso de fallecimiento

Además, el ahorrador decide quien es el beneficiario del seguro en caso de fallecimiento. Esto puede convertirlo en un producto indicado para familias en las que la diferencia de edad entre los padres y los hijos sea importante o para aquellas en las que alguno de los hijos sea dependiente.

 

Compatiblidad con planes de pensiones y PPAs

Dadas las cuestiones sobre fiscalidad y rentabilidad que nos aportan los PIAS hay que decir que se pueden compatibilizar o complementar con otros.

Así, un ahorrador puede cubrir parte de sus necesidades financieras con un PIAS y otra parte con otros productos financieros, pues el primero es compatible con otros planes de ahorro como los Planes de Pensiones tradicionales y con los Planes de Previsión Asegurados (PPAs), así como con otros productos como fondos de inversión, por ejemplo.

Si lo compatibilizamos con un plan de pensiones se puede traspasar el dinero de un plan a otro sin tributar. De esta forma, es posible invertir en los distintos mercados de renta fija o variable en función de las circunstancias económicas, del perfil inversor y la proximidad a la jubilación.

Conclusiones

Desde que se introdujeron en 2007, los PIAS han estado históricamente dirigidos a ahorradores con un perfil conservador que buscaban una fórmula sin riesgo para invertir a largo plazo.

El que sea un producto de ahorro que garantiza las rentas y presenta ventajas fiscales lo convierte en un buen complemento a alternativas con mayor riesgo (y con ello, rentabilidad). Podemos así asegurarnos una parte de los ahorros mientras intentamos sacar más ventaja con otros productos más atrevidos.

Con respecto a dónde contratarlo, los PIAS se han vuelto bastante populares por dichos motivos, y se pueden encontrar en infinidad de entidades financieras o aseguradoras, muchas de las cuales han comenzado a invertir el dinero del PIAS en carteras de fondos de inversión intentando obtener mayor rentabilidad, creando unos productos mucho más perfilados y atractivos según el tipo de cliente, muy parecidas a las carteras de fondos perfiladas de los bancos.

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