Gabriel María de Diego Quevedo: «Mi objetivo es dar un contenido de futuro al Colegio de Procuradores de Madrid»
Gabriel María de Diego Quevedo, decano del Colegio de Procuradores de Madrid. Foto: Carlos Berbell | Confilegal.

Gabriel María de Diego Quevedo: «Mi objetivo es dar un contenido de futuro al Colegio de Procuradores de Madrid»

Candidato a decano del ICPM en las elecciones del próximo miércoles en la capital de España
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21/4/2018 06:21
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Actualizado: 13/2/2019 13:48
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«Nosotros ofrecemos al Colegio un trabajo contrastado de 3 años. No somos unos recién llegados. Lo que ha hecho la Junta de Gobierno que he presidido, y que ahora es mi candidatura, se puede palpar y medir. Nos mueve el bien de la procura madrileña. Aportamos y ofrecemos a nuestros compañeros entrega, dedicación, trabajo duro y un programa que mantendrá al Colegio en la dirección que creemos que es la correcta».

Quién así se expresa es Gabriel María de Diego Quevedo, decano del Colegio de Procuradores de Madrid entre 2015 y 2018 y ahora, otra vez, candidato a la misma responsabilidad en las elecciones que se celebrarán el próximo miércoles, 25 de abril, en los Juzgados de Plaza de Castilla, en la capital de España.

Sus palabras, su discurso, rebosan ilusión, persuasión y seguridad. Sabe lo que tiene que hacer y cómo hay que hacerlo, lo mismo que un capitán de barco que conoce su nave como la palma de su mano y la ruta a seguir. Lo explica muy bien en su programa. 

Sin embargo, este asturiano de 57 años, madrileño de adopción, porque uno no es de donde nace sino de donde pace, no echa las campanas al vuelo en absoluto. Como buen futbolero, sabe que cada partido hay que jugarlo y que jamás hay que vender la piel del oso antes de haberla matado.

Pero sobre todo, De Diego Quevedo es un demócrata desde la raíz del pelo. Su respeto a las reglas de juego es completo.

Para él, no valen atajos. De ahí que cuando conoció la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, anulando las elecciones de 2015, tomó la decisión que le dictó su sentido común y su corazón: dimitir y volver a presentarse.

Tiene muy claro que ni ninguno de sus compañeros de candidatura ni él podían eludir esta responsabilidad. Por lealtad a sus colegas y a la procura madrileña.

Y tiene claro que su «objetivo principal es dar un contenido de futuro al Colegio de Procuradores de Madrid».

En esta entrevista lo explica todo.

¿Cuál es la percepción que tienen sus compañeros de su gestión?

Desde el comienzo de las elecciones hemos recorrido toda la Comunidad de Madrid. Y en todas las demarcaciones judiciales sólo hemos encontrado apoyo a nuestra gestión. Un apoyo mayoritario. Esa es la respuesta que hemos obtenido de nuestras conversaciones con los compañeros. Porque esta ha sido, es todavía, una campaña muy de persona a persona. Y lo digo con mucho orgullo.

Esta es su segunda experiencia como candidato a decano del Colegio de Procuradores de Madrid. En las anteriores elecciones, las del 25 de febrero de 2015, las ganó casi a la búlgara, con una mayoría del 79,6 por ciento. ¿En qué son diferentes estas, que se celebrarán el próximo 25 de abril, de aquellas? ¿Qué ha cambiado, desde su punto de vista?

Ha cambiado lo mismo que ha cambiado la sociedad, las instituciones y los colegidos profesionales. Cada día los colegios profesionales son más exigentes. La sociedad nos pide más. Y nos tenemos que volcar más.

Parece que tres años es poco tiempo, pero la sociedad evoluciona de forma muy rápida. Los cambios que se han producido son profundos. Y creo, a mi humilde entender, que desde la Junta de Gobierno que he capitaneado, hemos estado a la altura de los desafíos y los retos a los que hemos tenido que hacer frente.

¿Cuáles han sido los tres momentos más importantes para el Colegio de Procuradores de Madrid en estos tres años de gestión?

El primero, la puesta en marcha de los nuevos servicios colegiales, como fue el Servicio de Representación Procesal y de Colaboración Ciudadana, que prestan los procuradores con formación especializada en cada área, en las 26 judiciales de la región, a través de un sistema de cita previa mediante un teléfono gratuito, y el Servicio Común de Actos de Notificación.

Ambos son pioneros en España y cada día crecen de forma constante.

El segundo, cuando logramos la subida de los baremos de justicia gratuita que habían revertido al año 2003.

Y el tercero, haber podido otorgar al Rey la medalla de oro de nuestro Colegio. Las instituciones de la Justicia tienen que estar muy cerca de la más alta institución del Estado, apoyando al Estado de Derecho.

Ustedes parten de la base de su exitoso programa de gobierno de 2015. ¿Qué novedades han incluido en este, de 2018?

Vamos a potenciar la modernización del Colegio y los servicios del Colegio, para que den trabajo a los colegiados. Porque nuestra máxima preocupación es llevar a los colegiados de nuevo cuño el futuro dentro de la profesión.

Vamos a trabajar muchísimo más los servicios de ejecución de sentencias y potenciar los depósitos y las subastas.

El Colegio de Procuradores de Madrid ha sido el primer Colegio de España que ha creado una Comisión de Igualdad, paritaria, donde todos los temas referentes a la mujer han sido, son y serán -si salgo elegido decano-, bandera prioritaria de nuestra Junta de Gobierno

Al estilo de hussiers franceses, o de los funcionarios de comunicación de decisiones judiciales a la americana, ¿no?. Abordan al ciudadano en cuestión y le entregan la citación con la pregunta, ‘¿es usted fulano de tal?’, y cuando el otro contesta que sí, le dan el sobre con la frase de «ha quedado usted servido». 

Cuando creamos el Servicio Común de Actos de Notificación los procuradores comenzamos a hacer, de forma mayoritaria, los emplazamientos, de forma personal, conforme a las facultades que ya nos otorgó la Ley de Enjuiciamiento Civil de la reforma del año 2009, que se potenciaron, en la reforma del 2011. En la última Ley 42/2015 dinamiza mucho más la figura del procurador dentro del procedimiento.

Y engarzan con lo que fue esa idea originaria, que ha mantenido la Justicia desde el año 98, cuando el Consejo General del Poder Judicial hizo el Libro Blanco, donde ya se marcaba el futuro de nuestra profesión.

Aquellos vocales fueron un poco visionarios de lo que tenía que ser el futuro y es hacia ese horizonte hacia el que nos dirigimos.

Actualmente, se están haciendo emplazamientos con un día. Una persona entrega esa carta de emplazamiento en los Servicios de Actos de Notificación del Colegio y el emplazamiento se hace en ese día. Esto es una realidad.

El pasado miércoles los abogados se concentraron en gran parte de las capitales de provincia reivindicando muchas cosas, pero de entre todas emerge una muy importante: la conciliación de la vida laboral y familiar de las abogadas. ¿Tienen ustedes una posición formada sobre este asunto en el campo de los procuradores?

El Colegio de Procuradores de Madrid ha sido el primer Colegio de España que ha creado una Comisión de Igualdad, paritaria, donde todos los temas referentes a la mujer han sido, son y serán -si salgo elegido decano-, bandera prioritaria de nuestra Junta de Gobierno.

La presidenta, y la impulsora de esta Comisión de Igualdad, ha sido mi amiga, vicedecana, y ahora candidata a vicedecana, Rocío Sempere.

Los miembros de su candidatura son las mismas personas que su Junta de Gobierno, salvo uno. ¿Qué ha pasado?

Por problemas personales, Itziar de la Peña no ha podido renovar y en su lugar hemos cogido a un compañero con una gran experiencia en el turno de oficio, un procurador de despacho unipersonal que conoce perfectamente los problemas de la profesión, Álvaro Gómez. Su fichaje ha sido un gran acierto.

El candidato a decano por el ICPM posando con el Tribunal Supremo al fondo. Carlos Berbell/Confilegal.

¿Se siente favorito?

Nunca hay que menospreciar a nadie. Y quiero dejar muy claro una cosa: la candidatura contraria no son mis enemigos, son mis compañeros. Al final, como decano de la institución, lo que quiero es que gane la procura y el Colegio de Madrid, porque así ganaremos todos.

Las elecciones están siendo limpias en su desarrollo. ¿Ha habido alguna impugnación de los Estatutos actuales?

Han sido impugnados también. Yo creo que me ha tocado vivir la peor etapa, como decano, de la historia colegial. Durante estos tres años que he sido decano le he dedicado trabajo, sacrificio y una entrega total para solventar los problemas colegiales y dar contenido de futuro y de estructura a mi Colegio.

Aparte, yo he sido el primero que ha limitado los mandatos de decano en el nuevo Estatuto a dos mandatos. Antes no había limitación de mandatos.

Esta es una prueba de que no tengo ningún apego a los cargos. Estos tienen que ser temporales y dar paso a otras personas que se pongan al frente de la institución. Eso regenera la institución y mantiene la ilusión.

Nadie puede apropiarse del Colegio porque el Colegio es de todos.

Este problema estatutario hay que arreglarlo. Yo no puedo dejar en la estacada a todos mis compañeros y a los trabajadores que sirven al Colegio. No lo voy a hacer. Es mi responsabilidad. Y si soy reelegido como decano, voy a trabajar en esa línea.

¿Cuantos decanos le han antecedido?

Desde que yo ejerzo he conocido a tres decanos. Yo soy el cuarto.

El peor juez siempre es uno mismo. ¿Se atrevería a darse una nota por estos tres años como decano del Colegio de Procuradores de Madrid?

Yo siempre digo que he trabajo de una manera recta y honesta para el Colegio y me siento muy orgulloso de ello. Espero que la nota me la den los colegiados el día de las elecciones. Porque a fin de cuentas son ellos los que te tienen que elegir.

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