‘Se incrementa la persecución a los guardias civiles destinados en Cataluña’, denuncia la AEGC
José Cobo, secretario nacional de prensa de la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC).

‘Se incrementa la persecución a los guardias civiles destinados en Cataluña’, denuncia la AEGC

ADVIERTE DE 'ACOSO A LOS GUARDIAS CIVILES Y SUS FAMILIAS'
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28/9/2018 11:17
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Actualizado: 28/9/2018 11:34
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«La tensión en Cataluña contra la Guardia Civil no sólo no se ha calmado en este año, sino que ha ido en aumento, al amparo de la impunidad con la que pueden actuar los acosadores». Así lo ha denunciado hoy la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) en un comunicado.

«Empezaron acosando a nuestros hijos a las puertas de nuestras viviendas; siguieron en los colegios sin importarles que las víctimas de sus humillaciones fueran menores; y ahora han llegado a la universidad. Un lugar que debería servir para formar en libertad, para debatir y abrir las mentes, los intransigentes quieren convertirlo en un territorio de represión», manifiesta.

Hace alusión a que la Universidad Autónoma de Barcelona apareció ayer con un muñeco de la Guardia Civil ahorcado junto al lema: ‘Pim, pam, pum, que no quede ni uno’, según alertó ayer la plataforma ‘Societat Civil Catalana’ (SCC).

La AEGC se pregunta «hasta dónde están dispuestos a seguir tensando la cuerda; y hasta dónde están dispuestos a asumir los que fomentan este odio las consecuencias de sus actos».

Para este sindicato, la imagen de este muñeco vestido de guardia civil colgado y decapitado «no sólo es una muestra más de la intransigencia», destaca que «es una clara incitación a la violencia contra unos funcionarios públicos que no puede quedar impune».

Denuncia que es «un claro delito de odio, porque así viene tipificado en el Código Penal», donde se considera una conducta de delito de odio la de “aquellos que públicamente fomenten, promuevan o inciten directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo, una parte del mismo o contra una persona determinada por razón de su pertenencia a aquel” .

Y recuerda que un delito de odio está castigado en el Código Penal con pena de prisión de uno a cuatro años y con la pena de multa de seis a doce meses.

Este sindicato espera que la Fiscalía actúe de oficio «para buscar a los responsables de este acto de odio». «Basta ya a que este acoso que sufren nuestras familias les salga gratis a los acosadores», denuncia indignado.

Y condena que «los hijos de los guardias civiles tengan que ocultar la profesión de sus padres como si fuera un estigma para sentirse seguros y no perseguidos».

«¿Qué será lo siguiente? ¿Que, como en los años duros del plomo de ETA, tengamos que ocultarnos hasta de nuestros vecinos?, se preguntan en la AEGC.

Destaca que los guardias civiles son funcionarios que prestan un servicio a la ciudadanía y al Estado de Derecho y exige que ese mismo Estado de Derecho persiga a quienes vuelven a señalarlos con su “pim pam pum que no en quedi ni un”.

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