Cae una organización de tráfico de personas con visados de karatekas de élite

El tráfico de personas va cambiando no solo sus rutas de acceso sino también de métodos con el objetivo de burlar los controles fronterizos. Prueba de ello es la última operación llevada a cabo en Barcelona por la Policía Nacional y que ha acabado con una organización criminal que introducía a sus ‘clientes’ desde Pakistán e India hasta la Unión Europea, haciéndoles pasar por supuestos atletas de élite para a obtención de los visados.

Además, adaptaban las rutas y vías de traslado según las necesidades y el poder adquisitivo de quienes pagaban por llegar a Europa.

En la operación se ha detenido a 13 personas -doce hombres y una mujer- originarios de Pakistán, India, El Salvador, República Dominicana y España y se han intervenido 230 documentos de identidad falsificados, utillaje, diversa documentación bancaria para crear situaciones legales ficticias, 14 teléfonos móviles y dinero en metálico.

Se les acusa de ser presuntos autores de delitos de pertenencia a grupo criminal, falsedad documental, favorecimiento de la inmigración ilegal, contra los derechos de los trabajadores y contra la salud pública.

Tras su puesta a disposición de la autoridad judicial, tres de ellos han ingresado en prisión.

Torneo de kárate

Uno de los métodos empleados para traficar con las personas era dotarles de documentos falsificados para obtener visado como atletas de élite.

Con ello consiguieron viajar a Helsinki para participar en un torneo organizado por la Federación Finlandesa de Kárate el pasado mes de septiembre. Posteriormente, los falsos deportistas fueron trasladados hasta Barcelona vía Estonia.

Asimismo, según se ha desprendido de la investigación, la organización tenía una demostrada capacidad de adaptación a las necesidades de sus «clientes» y a la legislación vigente en los diferentes países europeos. Les facilitaban la documentación necesaria e instruían respecto al cruce de fronteras.

Por otro lado, la organización estaba especializada en falsificación de diversos documentos de identidad, con lo que dotaban a los traficados de identidades ficticias para poder acceder a subsidios o incluso llegar a optar a la nacionalidad española. Llegaron a sustituir incluso identidades con el fin de superar las pruebas de idioma español que se requieren.