IBM fracasa con el ‘Colegio 3.0’, el proyecto tecnológico del ICAM
Imagen de uno de los momentos de la Junta General del ICAM celebrada este martes y en la que se anunció que se rescinde el contrato con IBM. Foto: ICAM.

IBM fracasa con el ‘Colegio 3.0’, el proyecto tecnológico del ICAM

José María Alonso comunicó en el trascurso de la Junta General que se resuelve el contrato con la multinacional
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12/12/2018 06:15
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Actualizado: 12/12/2018 18:05
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Había trascurrido poco más de una hora de la Junta General que los abogados madrileños celebraban este martes para aprobar sus presupuestos para 2019, cuando el decano, José María Alonso, en su informe de presentación sobre las principales partidas de ingresos y gastos, anunció que el Colegio de Abogados de Madrid (ICAM), resuelve el contrato con la multinacional IBM para la puesta en marcha del proyecto tecnológico denominado ‘Colegio 3.0’, «ante su flagrante incumplimiento».

Este anuncio de Alonso flanqueado por todos los miembros de su Junta de Gobierno levantó el murmullo de los asistentes a la Asamblea.

En primera fila se encontraban cuatro miembros del anterior equipo de Gobierno: la decana Sonia Gumpert; el que fuera candidato a decano en las últimas elecciones, Javier Íscar; la que desempeñó el cargo de secretaria de la Junta, Carmen Pérez Andújar, actualmente consejera del Consejo General de la Abogacía Española; y el anterior diputado bibliotecario José Manuel Pradas.

A continuación, hubo una explicación técnica del por qué de esta decisión con la intervención de Marisa Martínez, directora de TI, que llegó al Colegio con el proyecto tecnológico en marcha para recoger el testigo de los que ya lo habían intentado antes y se quedaron por el camino.

Un camino tortuoso

En un recorrido por los principales hitos del ya «fracasado» ‘Colegio 3.0’, Martínez recordó que se inició en febrero de 2016 y en septiembre de ese mismo año se presentó cuál iba a ser el planteamiento del proyecto que debía llevar al Colegio más grande de Europa a su particular transformación digital.

Se trataba de un CRM (Customer relationship management, por sus siglas en inglés) que no es otra cosa que una solución tecnológica de gestión de las relaciones con los colegiados y los ciudadanos para mejorar la atención, y otros desarrollos a medida que resolvieran la prestación de servicios de manera más eficiente que las más de cien aplicaciones que tenía en uso el Colegio.

Todo ello tendría, además, como soporte, una nueva página web donde la mayor innovación debía volcarse en el área reservada, es decir, en la parte que compromete a los colegiados y sus numerosos datos y operaciones.

En ese mismo mes de septiembre, se firmó una adenda que justificó la estimación de IBM de que había empleado en el proyecto un 56% más de las horas previstas en el contrato. Originalmente se  contrataron 20.000 horas y la multinacional imputó otras 11.300 que achacó a fallos de los trabajadores del ICAM durante los procesos de ‘Colegio 3.0’.

En euros, este exceso de horas supone un sobrecoste de 2 millones de euros que habría que sumar a los 5.56 millones de euros que ha costado el proyecto. Esta última cantidad se empezará a amortizar en 2019 con 1,11 millón de euros hasta 2023.

Precisamente es sobre esta amortización en la que la Junta apoya la presentación de un proyecto de presupuesto deficitario.

Peritajes, moratorias y pérdida de confianza

Para tener más detalle sobre las horas reclamadas, el Colegio pidió un peritaje a KPMG -que costó 60.00 euros más IVA- en el que la auditora concluyó señalando que «no están justificadas ni técnica ni documentalmente». De ahí que se hayan convertido en el principal elemento de controversia entre ambas partes.

Asimismo, de forma paralela, el 28 de junio de 2018 se paró el lanzamiento del proyecto «por el riesgo técnico que hubiéramos tenido». Lo mismo ocurrió el 1 de octubre porque «hay puntos bloqueantes», según Martínez.

Es así como, a grandes rasgos, se llega a la conclusión de que la empresa del logo azul no puede cumplir el contrato.

Y, según dijo Alonso en la Junta, en próximas fechas «se indicará a IBM las cantidades que, en su caso, deberá abonar al Colegio por los daños y perjuicios causados por ese incumplimiento».

“El Colegio se ha dejado la piel para que este proyecto saliera adelante, pero no ha sido posible y, en consecuencia, aunque es una decisión complicada, teníamos que optar por la resolución del contrato y las reclamaciones que correspondan por dicha resolución. Espero que podamos llegar a un acuerdo y que no termine en una situación litigiosa, pero si lo hace, iremos al litigio”, manifestó.

De acuerdo con no seguir adelante

No es de extrañar que el proyecto tecnológico se convirtiera en el tema principal de las intervenciones de los colegiados asistentes a la Junta.

«El monstruo era tan grande que se salía del armario», afirmó Pedro Feced, representante de la Asociación Libre de Abogados y Abogadas (ALA).

Feced también preguntó por otras partidas recogidas en el presupuesto como la de personal (despidos y contrataciones), la nueva aportación de 3.600 euros al Club Español de Arbitraje o la recuperación del cobro de derechos de emisión de dictámenes de Tasaciones de Costas.

Asimismo, otros representantes de ALA mantuvieron que, dado que se había llegado a la conclusión de rescindir el contrato con IBM, se deberían haber retirado los presupuestos en vez de presentar unos deficitarios.

También desde la Asociación Pro Dignidad de la Abogacía (APRODA), el que fuera tesorero de la anterior Junta de Gobierno, Manuel Valero, hizo referencia a las horas que ha dedicado el personal del Colegio al proyecto tecnológico. Y en cuanto al presupuesto, dijo que «hay una tendencia al retroceso». Contemplan «un ICAM más caro, más costoso, menos solidario y progresivo, y menos útil».

Desde la Asociación de Letrados por un Turno de Oficio Digno (ALTODO), Isidro Moreno explicó que no habían orientado el voto de sus asociados al presupuesto, precisamente, por la cuestión del proyecto tecnológico y felicitó a la Junta «por la valiente decisión que ha tomado».

«Nuestro oponente se llama IBM», manifestó Alonso de forma tajante a modo de respuesta.

El primer presupuesto de Alonso aprobado 

Por 984 votos a favor y 184 en contra, a los que sumar 9 abstenciones, la Abogacía madrileña aprobó el que supone «el primer presupuesto deficitario de la historia del ICAM», tal como recordó el decano.

Del total de votos, 232 se correspondieron con colegiados presentes en la Junta y de ellos, 208 procedentes de colegiados ejercientes (su voto tiene doble valor) y 24 de no ejercientes (sin doble valor).

Como principal novedad, el presupuesto incluye una dotación de 600.000 euros para la puesta en marcha de nuevos espacios colegiales para el desarrollo profesional y el emprendimiento de los
colegiados, con todo tipo de servicios para el ejercicio de su actividad y apropiados a los diferentes perfiles de usuarios.

Este nuevo servicio ofrece a los colegiados salas de reuniones de diferentes capacidades, insonorizadas y dotadas de los medios técnicos suficientes para cubrir las necesidades de los diferentes usuarios; despachos individuales para atender visitas y pequeñas reuniones, con equipamiento informático y conexión de datos; servicio de cafetería con máquinas de vending, pequeño office y espacios para el descanso; punto de acceso a todos los servicios que ofrece el Colegio y espacios de en común; secretaría virtual para la recepción de llamadas, reservas, citas y gestión económica de la actividad.

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