El Colegio de Madrid y las asociaciones de abogados aúnan fuerzas para proteger mejor a sus letrados
José María Alonso, decano del ICAM, explicando qué esta haciendo el Colegio para mejorar la protección de los abogados . A su izquierda Eva Pané, directora Compliance http://Lleida.Net y Dionisio Escudero de Deontologia ICAM. A su izquierda Victoria Espejel, responsable del equipo de defensa del ICAM.

El Colegio de Madrid y las asociaciones de abogados aúnan fuerzas para proteger mejor a sus letrados

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08/2/2019 06:15
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Actualizado: 08/2/2019 01:01
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En una jornada organizada por APROED en la tarde noche del miércoles en la entidad colegial se puso sobre la mesa el incremento de amenazas y agresiones a los abogados, especialmente del Turno de Oficio

Las primeras palabras fueron de José María Alonso, decano de la entidad colegial, quien subrayó el compromiso del ICAM para proteger al abogado “ejerza su trabajo con libertad y con el respeto que nos tienen que tener las instituciones y otros operadores jurídicos”.

A su juicio, la defensa del abogado es uno de los pilares de “nuestra actividad profesional y anunció que desde el próximo 13 de marzo el ICAM asistirá a la Comisión Provincial de Polícia Judicial, entidad en la que están otros operadores jurídicos.

Para Alonso, uno de los problemas que se está generando en estas relaciones institucionales del ICAM con otros operadores jurídicos son los cambios generado en las últimas semanas, donde se ha elegido un nuevo juez decano de Madrid, otro nuevo presidente en la Audiencia Provincial de Madrid y en el TSJ de Madrid “ con lo cual las relaciones profesionales con estas entidades han tenido que empezar de cero. Las reuniones con la jueza decano son de carácter mensual para abordar las cuestiones más graves”.

En su intervención, anunció un mayor impulso en el área de defensa al Colegiado y Normativa, ahora bajo la dirección de Fernando Bejarano, con nueve profesionales a su cargo.

“Esta entidad establecerá protocolos claros para canalizar la quejas que lleguen. No podemos reducir esta institución a una APP móvil, y tiene que reforzarse como servicio, especialmente para esas reclamaciones que no pueden entenderse como amparo colegial”.

También anuncio su idea de crear una mesa de trabajo con Policía Nacional, Guardia Civil, Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) y asociaciones del turno de oficio para gestionar mejor estas situaciones.

Ese debate organizado por Abogados y Ciudadanos Pro Estado de Derecho (APROED) y moderado por Ángel Juárez, su presidente, en dos mesas redondas, sirvió para conocer mejor que tipo de herramientas tiene el abogado para realizar mejor su servicio y protegerse ante conflictos externos desde diferentes perspectivas: colegial, deontológica, a nivel personal etec.

Victoria Espejel, responsable del equipo de defensa de la abogacía del ICAM, recordó a los asistentes “que los abogados debemos pisar fuerte y saber que tenemos un peso importante en la sociedad civil. No podemos permitir que nadie nos falte al respeto”.

Recordó que el primer defensor de cada abogado es uno mismo “nuestro trabajo está amparado en el articulo 24 de la Constitución».

Recordó que se está trabajando en mejorar el proceso de comunicación entre abogados y esta propia institución para poder atender mejor las reclamaciones de los abogados “se puede escribir a [email protected], presencialmente acudir a Serrano 11 o también llamar por teléfono para ser atendido”.

Esta jurista recalco la necesidad de denunciar el incidente para que estos profesionales puedan actuar.

“De esa forma podremos intervenir, tanto ante los jueces si el problema es con ellos, como contra terceros que de alguna forma quieran interferir el trabajo de los abogados. A medio plazo se pretende crear un Barómetro de la Justicia de periodicidad trimetral que explica la situación de ese servicio en la Comunidad de Madrid”, añadió.

El abogado debe ser autoridad

Por su parte, Isidro Moreno, presidente de la Asociación de Letrados por un Turno de Oficio (ALTODO), asociación de carácter nacional desde hace algunos días, comento la necesidad que las asociaciones de abogados  y el propio ICAM trabajen de forma conjunta en los grandes temas que preocupan a los abogados.

Moreno explico que forma parte de un grupo de whatsapp con más de un centenar abogados donde comentan los problemas de su ejercicio profesional y las amenazas que reciben tanto de sus propios abogados como de la parte contraria.

En cuanto a algunas soluciones para proteger la integridad física del abogado, este experto jurista recalcó que en el Turno de Oficio existe el llamado informe de insostenibilidad, con un plazo de quince días para el abogado de renunciar a ese asunto.

Isidro Moreno, presidente de ALTODO, ya asociación nacional, ofreciendo algunas ideas para proteger al abogado mientras Juana Malca de Red Eureka escucha su intervención.

“Otra cuestión sería que los propios abogados del Turno, por ejercer un servicio publico pudieran ser considerados autoridad siguiendo la Ley 3/2014 de Autoridad del Profesorado como dice en varios artículos”.

Y recordó que el papel de estos letrados contribuye a la paz social y al derecho a la defensa.

A su juicio, hay que evitar que este tipo de situaciones tan desagradables lleguen al final.

Así también habló del artículo 757.3 de la Ley de Enjuiciamiento Civil que explica la necesidad de explicarle al Ministerio Fiscal que alguna de las personas de ese asunto pueden o son incapacitadas.

“Tambien la puesta en marcha del ‘coworking’ en Plaza Castilla como lugar de trabajo y sede de nuestros despachos nos puede ayudar en esa relación con el cliente, sobre todo si éste es conflictivo”.

Debe existir un protocolo para proteger al abogado frente a cualquier amenaza o agresión física

Moreno recordó que es urgente que exista un protocolo claro para proteger al abogado de cualquier amenaza o agresión física.

En esa línea fue la intervención de Antonio Agúndez, vicepresidente de APROED, quien señaló que es importante mantener una relación fluida y clara con el cliente.

“Y a ser posible tener todo documentado, sobre todo si vamos a tomar decisiones importantes en un asunto. Que en este caso queda acreditado que nuestro cliente nos autoriza a realizar dicha iniciativa. De lo contrario nos podemos ver envueltos en un problema deontológico  que en algunas ocasiones acaba en el juzgado donde se juzga si hemos hecho el trabajo bien”, apuntó.

Para este abogado experto en derecho laboral y contencioso, y con muchos años en el turno de oficio, “resulta fundamental dejar rastros de nuestro trabajo para evitar posibles malas interpretaciones que haga al cliente dudar de nuestro ejercicio profesional”.

Se trata, de alguna manera, de educar al cliente en esa relación profesional y que conozca cuáles son los tiempos de trabajo, cuestión que también apuntó Paloma Díaz Lorente, vicepresidenta de la Asociación de Jóvenes Abogados de Madrid (AJA Madrid) en su turno de palabra.

Durante algo más de dos horas, en un taller práctico dirigido por Angel Juarez, presidente de APROED, en la izda de a pie, se sucedieron las intervenciones de expertos y las dudas sobre la propia protección del abogado.

A este respecto, Agúndez  se mostró partidario, como otros ponentes, de utilizar la hoja de encargo que define la relación profesional abogado y cliente y tener un correo de comunicación estable entre ambas partes.

“Es muy importante que el abogado intente canalizar esa relación profesional y evitar que el cliente le imponga sus criterios”, apuntó.

Para este letrado es fundamental que el ICAM establezca medidas concretas para proteger mejor el trabajo de los abogados “ una labor importante la que se hace defendiendo los derechos de nuestros clientes, a veces privados de libertad

2.000 quejas al año por supuesto mal comportamiento de los abogados

Fue Dionisio Escudero, responsable de deontología del ICAM, quien explico la relación estrecha que un comportamiento ético puede generar como elemento preventivo que pueda evitar  cualquier situación desagradable para los abogados.

Explicó que se reciben del orden de 2000 quejas al año por un supuesto mal comportamiento del abogado y que tan solo 200 siguen adelante y se investigan.

“El papel deontológico de los Colegios es clave. Este es un servicio que debe estar siempre en las entidades colegiales y nunca formar parte de la Administración porque entonces perdería su esencia”, manifestó.

Escudero, apostó por la abogacía preventiva como fórmula de trabajo de los abogados y aconsejó contar con un buen seguro de responsabilidad civil de cara  a cualquier incidencia en la que el letrado se encuentre inmerso.

“Es fundamental que el abogado conozca bien las normas de su ejercicio profesional. Sepa como se utiliza el secreto profesional y que puede o no puede hacer en su actividad profesional, de esa forma es posible que nos pidan menos responsabilidades si conocemos las normas y no las transgredimos», dijo.

Desde su punto de vista es necesario que se dé el visto bueno al nuevo Estatuto de la Abogacía que va a respaldar la puesta en marcha de un nuevo Código Deontológico para la profesión de abogado.

“Al mismo tiempo cada vez es más necesaria una Ley Orgánica sobre el Derecho a la Defensa donde defina bien cuestiones como el amparo colegial o el citado anteriormente secreto profesional”.

Escudero es partidario de definir bien la Hoja de Encargo y sus contenidos con cada cliente. Y “si hay algo que vayamos hacer con cierto riesgo siempre tener la autorización del propio cliente”, concluyó.

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