Un régimen más sencillo e igual para todos es lo que las empresas tecnológicas reclaman al nuevo Gobierno
Eduardo Serra, presidente de Digitales, pide más claridad en la redacción de las leyes, no perjudicar a los actores nacionales, evitar la doble imposición y no desincentivar la inversión con exagerada fiscalidad.

Un régimen más sencillo e igual para todos es lo que las empresas tecnológicas reclaman al nuevo Gobierno

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22/2/2019 06:15
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Actualizado: 22/2/2019 00:52
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La Asociación Española para la Digitalización, DigitalES, y patronal del sector tecnológico, reclama dos cosas al gobierno que salga de las urnas en abril: Por una parte un régimen fiscal más sencillo e igual para todos y, por otra, un esfuerzo inversor importante para el despegue tecnológico del resto de sectores de la economía.

Fue durante la jornada de tributación del sector digital que se celebró esta semana con el objetivo de analizar el impacto de las múltiples cargas impositivas que sufre el sector de la telecomunicaciones y empresas tecnológicas en España.

En un debate, en el que participaron el subdirector general de Ordenación de las Telecomunicaciones de la SEAD, Lorenzo Avello, y los principales responsables fiscales de los operadores (Orange, Vodafone y Telefónica), expusieron su preocupación ante un sistema tributario excesivamente prolijo y complejo, que “pone en riesgo” su capacidad inversora.

Para los ponentes esta cuestión es particularmente crítico de garantizar en un sector que demanda enormes inversiones (solo en 2016 las inversiones en desarrollo y despliegue de infraestructuras ascendieron a 5.600 millones de euros). La llegada del 5G supondrá además un nuevo ciclo inversor imprescindible para la transformación digital de todos los demás sectores de la economía.

Tal y como señaló en sus palabras de bienvenida el presidente de DigtialES, Eduardo Serra, existe una fuerte correlación entre el PIB per cápita y el nivel de digitalización de un país.

“La economía digital representa el 5,6% del PIB de España, pero únicamente estamos capturando un 13,5% de su potencial”, señaló.

“Si queremos seguir siendo el país europeo con mejores infraestructuras de telecomunicaciones es necesario que las grandes empresas tecnológicas con capacidad para ayudar en la digitalización del resto de sectores productivos, no se vean penalizadas por el afán recaudatorio de un sistema fiscal tan severo”. 

EL 2,9 % DEL PRODUCTOR INTERIOR BRUTO ESPAÑOL

Los operadores destacaron que el sector teleco representa el 2,9% del PIB español, sin embargo, sus empresas aportan el 30% del IAE total recaudado por la Agencia Tributaria (AEAT) por cuotas nacionales y provinciales.

Así lo expresó María del Olmo, directora Fiscal Orange, que señaló además que este gravamen pone de manifiesto la “discriminación de la telefonía móvil con respecto a la telefonía fija, cuando ya son servicios convergentes en el mercado y el cliente es el mismo”

Elena Otero-Novas, directora de Legal, Regulación y Seguridad Corporativa de Vodafone destacó que “el nivel de contribución del sector es muy elevado y no directamente relacionado con la capacidad económica del sector”.

“El sector teleco está discriminado fiscalmente con respecto a otros sectores”, señaló Otero-Novas.

También comentó que “el 20% del resultado de operaciones de estas compañías está destinado al pago de tributos”, lo que para la experta “atenta contra el principio de capacidad económica que según la constitución debe regir el sistema tributario”.

Y es que el IPC muestra que, en los últimos 15 años, España ha asistido a una subida de precios de hasta un 39%, frente a una bajada en el ámbito de servicios de comunicaciones de un 19%(INE, EL MUNDO).

Esa diferencia de 58 puntos se explica por la inflación generalizada y el abaratamiento de los servicios básicos de comunicaciones.

Así, los ingresos del mercado de las telecomunicaciones en España han caído un tercio de su volumen en sólo una década, desde los 35 millones de 2007 a los 24,3 millones del último ejercicio 2017 (CNMC).

De izquierda a derecha, María del Olmo, de Orange; Álvaro Rico, de Telefónica; Óscar del Amo, de la Dirección General de Tributos; Elena Otero Novas, directora legal de Regulacion y Seguridad Corporativa de Vodafone España; y Carlos Sánchez del Confidencial.

 

UN SISTEMA FISCAL SOBRECARGADO

La variedad de figuras impositivas que soporta el sector de las Telecomunicaciones ha derivado en la práctica en una elevada presión fiscal.

Los expertos destacaron la existencia de distintos niveles de Administraciones públicas intervinientes provoca, además, una dispersión de esa tributación, propiciando en ocasiones duplicidad en figuras impositivas e inseguridad jurídica.

Un ejemplo sangrante para el sector de esta sobrecarga fiscal es la tasa de RTVE que la Ley 8/2009 de financiación de la Corporación de RTVE estableció para las empresas de telecomunicaciones.

Alvaro Rico, responsable de Asesoría Fiscal de Telefónica España, explicó el origen de esta ley y destacó que “el 61% de presupuesto total de RTVE es financiado por los operadores”, los cuales soportan el 70% de la aportación establecida por la Ley de financiación con el gravamen sobre sus servicios de telecomunicaciones y de TV de pago.

En otro momento de su intervención, Rico hizo referencia a los 1.200 millones de euros que en los últimos 10 años los operadores han aportado a RTVE para lamentar que “parte de esas aportaciones se están detrayendo de las inversiones en infraestructuras o en innovación necesarias para una mejor competitividad”.

La Jornada contó además con las aportaciones de los responsables de los grupos parlamentarios del PP, CS y PSOE en materia fiscal, además la consultora Deloitte o el despacho Garrigues, para hablar del futuro de la tasa digital, actualmente suspendida por la convocatoria de elecciones, como ya apuntó Confilegal en una información anterior .

Las empresas coincidieron en criticar la iniciativa unilateral del Gobierno, sobre esta cuestión, más conocida como «tasa Goolge» a pesar de la lentitud de acuerdo e implantación del mecanismo comunitario, planteando un tributo cuyas características distan de las previstas en la propuesta de Directiva.

Para las empresas tecnológicas reunidas en la jornada, la finalidad de una figura impositiva de estas características no debería ser gravar a aquellas compañías establecidas en España, y que ya tributan por sus actividades en nuestro país, sino garantizar que todas las empresas que operan en el sector digital estén sujetas a las mismas obligaciones fiscales, para mitigar la discriminación actual existente entre unas y otras.

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