Francisco González, expresidente de BBVA, afirma que Bankia ‘despertaba temor’ por posible contagio

Este exbanquero, que fue presidente de BBVA durante más de dos décadas, ha declarado hoy como testigo en el juicio que investiga la salida a Bolsa de Bankia, en julio de 2011, que se celebra en la Audiencia Nacional, en la sede de San Fernando de Henares (Madrid), habilitada para macrojuicios. Su comparecencia ha durado una hora y media.

Su testifical era una de las más esperadas de entre los testigos porque el expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, ha acusado en varias ocasiones a González de haber forzado su salida del banco junto al exministro de Economía Luis de Guindos.

Rato dice que González fue el más interesado en que dejara la presidencia de la entidad; el primero que le pidió que dimitiera, al considerar que no era buena la idea de que un antiguo miembro del gobierno del PP siguiera al frente de un banco que debía ser rescatado.

«Bankia es la historia de un día. Todo el mundo estaba pendiente, despertaba temor por su tamaño. La sensación era de que había problemas muy graves y, o se hacía algo, o podía arrastrar a todo el sistema financiero», ha manifestado González ante el tribunal.

El tribunal de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la AN que juzga el caso Bankia, formado por los magistrados Teresa Palacios, Ángela Murillo -presidenta- y Juan Francisco Martel.

Ha relatado que en 2007 se inició la crisis, que un año después los problemas se aceleraron y que en España se mantuvo la posición de que se tenía el «mejor» sistema financiero, intentando ayudar a través del mecanismos de los sistemas de protección de activos (SIP).

«Esto era, en definitiva, juntar cajas malas con cajas malas y sacar cajas peores«, ha añadido.

«En el caso de Bankia, Caja Madrid estaba en una situación complicada, pero probablemente no tanto. Como consecuencia del SIP empieza a deteriorarse y la inclusión de Bancaja fue el toque final«, ha manifestado el expresidente de BBVA.

González ha explicado que cuando De Guindos llegó al Gobierno tenía como principal tarea evaluar el desfase de capital del sistema financiero, por lo que decidió establecer el famoso decreto de provisiones conocido vulgarmente como ‘Guindos I’, que no sería suficiente y que llevó posteriormente a aprobar un ‘Guindos II’.

«Lógicamente afectaban más a las entidades más pequeñas que a las grandes», ha apuntado.

También ha indicado que las cotizaciones de las entidades financieras españolas venían cayendo desde 2010. «Las caídas eran muy grandes, sin duda», ha agregado, y ha dicho que en ese momento, la percepción que se tenía sobre Bankia era «muy negativa».

DICE QUE LAS CUENTAS DE BANKIA EN FEBRERO DE 2012 ERAN ‘POCO CREÍBLES’

El expresidente de BBVA ha señalado que las cuentas de Bankia, en febrero de 2012, eran «poco creíbles». «Los números que presentaba el banco eran una forma muy alejada de la realidad», ha manifestado González.

Según ha precisado, los administradores tienen un margen para moverse al establecer los números, ya que algunos asuntos se basan en «juicios de valor», pero la sensación en general fue que los beneficios eran «muy altos». «Nadie se creía nada», ha afirmado.

Para González, los problemas de Bankia fueron un proceso de «deterioro continuo», no repentino.

«Los famosos SIPs no solucionaban nada, en el caso de Bankia, además, era agravarlo», ha sentenciado. En este sentido, ha recalcado que el miedo era que la falta de credibilidad podía arrastrar a todo el sistema financiero y, después, a la economía, a las empresas y a las familias.

‘EL BANCO DE ESPAÑA NO QUISO ACEPTAR EL PROBLEMA’

El expresidente del BBVA ha señalado que a principios de mayo de 2012, el entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, convocó a los principales banqueros a varias reuniones para hablar de la situación económica, y que en ellas también se habló de Bankia.

«Había que hablar del tema, era lo que preocupaba a todo el mundo», ha indicado.

González ha contado que a esas reuniones acudieron el ministro y los principales ejecutivos de Bankia, del BBVA, del Santander y de Caixa, pero no asistió el Banco de España.

«La entidad natural que debe regir estas cosas es el Banco de España y no estaba. Que cada uno haga su valoración», ha criticado.

Además, ha indicado que la posición del supervisor, que antes también era regulador, era la de «ganar tiempo y aclarar los temas sin que entrara el Estado».

«De alguna forma se había creado la sensación de que todo iba bien. Y todo no iba bien. Por tanto, por las razones que sean no puedo opinar. El Banco de España no quiso aceptar el problema y De Guindos tuvo que afrontarlo«, ha manifestado.

PENSÓ QUE PODÍA PARAR LA SALIDA A BOLSA DE BANKIA AL NEGARSE A PARTICIPAR EN LA OPERACIÓN

También ha asegurado que pensó que podía parar la salida a Bolsa de Bankia al negarse de forma «implacable» a participar en la operación, yendo así «en contra del poder político y de instituciones muy relevantes».

«Pensábamos que BBVA era muy relevante y el no estar en la operación podía influir para que todo se parara, pero al final no nos hicieron caso», ha indicado.

Según ha afirmado, el que no hubiera una orden de un inversor extranjero y el hecho de que la valoración que hicieron los técnicos de BBVA fuera tan baja, constataba que se iba a producir un «desastre». «Creíamos que no valía nada o poco», ha añadido.

González no cree que «hubiera dolo», sino que se dieron «un conjunto de circunstancias propiciadas sobre todo por el poder político» que provocaron tal situación.

Asimismo, ha comentado que negarse a participar en la salida a Bolsa de Bankia fue una decisión «muy complicada», ya que iban en contra de las presiones y de los intereses del poder político, de instituciones «muy relevantes» y de todos los grupos económicos.

«Todos participaron menos BBVA», ha subrayado, y ha dicho que fue el propio Gobierno el que «impulsó» la oferta pública de suscripción (OPS).

«Si la salida a Bolsa fracasaba, España fracasaba», ha subrayado González, quien considera que esta operación fue un «error», ya que se hizo «justamente todo lo contrario de lo que se debía hacer». «Siempre tuve la opinión de que las cosas no se estaban haciendo bien. Esa operación no debía seguir adelante», ha señalado.

Francisco González abandonó la presidencia del grupo BBVA el pasado 31 de diciembre, tras cumplir 75 años. Fue sustituido por el hasta entonces consejero delegado, Carlos Torres.

A mediados de marzo dejó temporalmente la presidencia de honor de BBVA por el ‘caso Villarejo’, por una presunta trama de espionaje a políticos, empresarios y periodistas para supuestamente evitar el intento de Sacyr de controlar la entidad en 2004.El presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, le agradeció el gesto.

Recientemente ha informado que PwC le ha trasladado que se requerirán “varios meses” más de trabajo en la investigación externa que realiza junto a Garrigues y Uría Menéndez por este caso.

A su llegada a la Audiencia Nacional, González ha sido preguntado por los periodistas congregados por el ‘caso Villarejo’. «Hoy venimos a otra cosa», ha contestado.

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