“La muerte de Reyes y la irresponsabilidad”

El siniestro de tráfico que más repercusión ha tenido en fechas recientes es la muerte de Reyes, menos importantes parecen ser la muerte de su primo Jonathan Reyes y las graves quemaduras de su otro primo Juan Manuel Reyes.

Por el trabajo diario con víctimas y familias de accidentes en la Asociación DIA de Víctimas de Accidentes estamos acostumbrados a las diferentes categorías de los muertos según su valor en escala mediática.

La familia Reyes está viviendo una tragedia, la muerte de dos de sus miembros y las secuelas de un tercero marcarán desde ahora sus vidas y será imposible de olvidar.

Dicho esto, es imposible no mencionar que todos los días muere gente anónima en la carretera. Sin ir más lejos 3 días antes del siniestro de Reyes murieron tres jóvenes de 17 años y dos quedaron heridos graves en Galicia, es un goteo incesante y dramático.

Cuando titulo este artículo de opinión “la muerte de Reyes y la irresponsabilidad” no lo hago por remarcar las conductas irresponsables de muchos conductores que es un hecho evidente y difícilmente cuestionable en siniestros de este tipo.

La principal irresponsabilidad es de quienes desde instituciones ponen inmediatamente el acento en homenajes, merecidos en lo deportivo, y dejan de lado su propia responsabilidad frente al hecho y lo que se transmite al resto de los ciudadanos.

Nada se puede reprochar a los muertos, pero sí a quienes conociendo sus actitudes al volante no hicieron nada por cambiarlas, sí a quienes no inculcaron valores y responsabilidad a su amigo, pareja, hijos…ahora vienen los llantos y arrepentimientos.

Concienciación vial y solidaridad

Qué decir de las instituciones y clubes que se vuelcan en homenajes precipitados y no aprovechan este siniestro para educar y transmitir la necesidad de concienciación vial y solidaridad a quienes están endiosados, manejan coches potentes y viven una vida acelerada de emociones y lujos.

En mi Asociación de víctimas de accidentes, en Fundtrafic -nuestra fundación- y yo personalmente desde que me quede en una silla de ruedas por un accidente, llevamos años trabajando en concienciar en institutos, empresas…pero siempre hay quien no se cree que se destrozan vidas y familias para siempre.

Da vergüenza ver las actitudes de los clubes de fútbol cuando nos hemos dirigido a ellos, a raíz de alguna sanción grave de sus futbolistas, para ofrecerles la posibilidad de que víctimas de accidentes les conciencien y les expliquen su importancia para ayudar a los jóvenes a ser más prudentes.

Es imposible, cuando acaban el entrenamiento están locos por irse, ninguno aguantará 5 minutos sentado, tiene compromisos sociales y no pueden dedicar tiempo a esto.

Lo peor de todo es que no tienen interés de hacerlo con las categorías inferiores, ni con la cantera, jóvenes que van a sacarse el carné y que dependen en mucho de lo valores que se les transmitan desde el club.

Pero existe otra derivada; los futbolistas y personajes públicos son ídolos para muchos jóvenes y adultos, son espejo donde muchos se miran con sus coches, vidas VIP y reconocimiento social por su vida exitosa.

Nadie en la Federación, liga de fútbol, clubes, asociación de futbolistas…ha pensado en transmitir un mensaje a su propio colectivo de responsabilidad para protegerse ellos mismos y hacer llegar a la sociedad un mensaje de prudencia y solidaridad en las carreteras.

Queda mejor hacer piña como si lo sucedido fuese algo inusual y que todos unidos lo pasaremos dejando de lado qué causa este siniestro y cómo podemos, ante lo irremediable, hacer ver a las estrellas y a quienes las siguen que no vale la pena asumir estos riesgos.

Ahora solo queda lamentarse de algo que posiblemente podría haberse evitado.