Sorpresas que te vas a encontrar si pides un microcrédito para pagar tus vacaciones
Por qué no es una buena idea pedir un microcrédito o usar una tarjeta ‘revolving’ para irte de vacaciones
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20/7/2019 06:15
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Actualizado: 23/7/2019 13:48
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Aún queda mucho verano por delante y muchos los españoles que decidirán en los próximos días su destino para pasar las ansiadas vacaciones de verano.
Aunque muchas veces, la economía no acompaña y para poder disfrutar de una escapada hay que recurrir a algún tipo de préstamo financiero.
De acuerdo con los datos de un estudio de iAhorro.com, el 15,70% de los españoles declara que pedir un crédito es su forma habitual de pagar las vacaciones, el 18,80% afirma que ha recurrido a la financiación más de una vez en su vida y el 13,30% más de tres veces.
Una solución rápida y puntual pero que puede salirnos muy cara y alargarse mucho más allá de las vacaciones de este y varios años más.
Puede ser el caso de los que recurran a los microcréditos o préstamo rápido o a las tarjetas ‘revolving’ o revolventes.
Los microcréditos o préstamos rápidos son una opción sencilla ya que se pueden contratar sin aportar apenas documentación: sin firma, ni nómina, ni cantidad mínima en la cuenta corriente…y con apenas hacer ‘click’ en aceptar ya se tiene el dinero en la cuenta.
Por su parte, una tarjeta ‘revolving’ es una tarjeta enfocada para la compra de un determinado bien y es ofertada por la propia empresa mediante un acuerdo con una entidad financiera (co-branding) para financiar dicho producto o servicio en concreto, donde el crédito es renovado mensualmente.
Comercializadas por empresas como Wizink, Cetelem, Carrefour, Cofidis, Caixa Bank, Alcampo…. La lista es interminable y cada vez más los usuarios que las utilizan.
Y en ambos casos, un común denominador: elevadísimos tipos de interés que, de acuerdo con el Tribunal Supremo, pueden ser considerados incluso como una forma de usura.
Las trampas de microcréditos y tarjetas ‘revolving’
Desde Reclama Por Mí se han detectado las seis grandes trampas que esconden estos productos financieros y cómo es mejor no recurrir a ellos para irnos de vacaciones este verano.
Intereses muy por encima de los del mercado: 2, 3 y 4 veces superiores al interés medio concedido por el Banco de España.
El interés nominal anual en la mayoría de los afectados es superior al 20% sin contar las comisiones que surjan durante el contrato, entre las cuales encontramos:
Comisión apertura, gastos de formalización notarial, gastos devengados por avales concedimos por entidades diferentes a las que concede el préstamo, primas de seguro concertadas a favor de la entidad con un tercero, comisión de estudio…
Todo este debe sumarse al nominal y quedando un TAE por encima del 24% en la mayoría de las tarjetas ‘revolving’ y microcréditos. En alguno de los casos recibidos y gestionados por Reclama Por Mí se han encontrado intereses del 40,87% TAE.
Falta de transparencia
Muchos de los titulares de este tipo de tarjetas y microcréditos desconocen lo que les queda por pagar o llevan años pagando y, pese a que han devuelto el crédito principal con creces, la deuda sigue existiendo de forma perpetua.
Cuando además preguntan lo que les queda por pagar no hay respuesta o si la hay, ésta es confusa y no coincide con el tiempo que llevan pagando y la deuda que contrajeron.
Además, es una deuda que nunca acaba. Ese es el denominador común del que se quejan la mayoría de los afectados por tarjetas ‘revolving’. Los abusivos intereses hacen que, por muchas mensualidades que se abonen del préstamo inicial, este siga y siga.
Otro de los factores a tener en cuenta es el acoso: Los afectados sufren una absoluta persecución por parte de la entidad que les ha concedido el préstamo si dejan de poder pagar.
Algunos aseguraban que recibían constantes llamadas al día incluso a su trabajo o familiares indicando que debían dinero a la entidad y amenazando literalmente con “quitarles la casa”. Muchos de ellos se niegan a pagar por no tener el dinero o pensar que con creces habían saldado su deuda.
Usura
El Tribunal Supremo considera que si se cumplen los requisitos para considerar que un crédito infringe la Ley de Represión de la Usura se deberán considerar abusivos y por tanto nulos.
La norma, dictada en 1908, no pone límites precisos pero sí fija los requisitos para considerar que un préstamo es leonino:
Lo será aquel que fije un interés «notablemente superior al normal del dinero» y que sea «manifiestamente desproporcionado con las circunstancias del caso».
A día de hoy casi todas las Audiencias de España, entre ellas Madrid, Barcelona, Toledo, Tarragona, Bizkaia, Palma de Mallorca, León, Valladolid y Oviedo, se han pronunciado con una respuesta casi unánime: los préstamos con un TAE superior al 20% son usurarios y por lo tanto son nulos.
Pero no estás solo, muchas veces, el usuario por impotencia frente a la entidad que le ha concedido el microcrédito o le ha comercializado la tarjeta ‘revolving’ o por simple desconocimiento, cree que no puede hacer nada para acabar con tan complicada situación.
No es así. Cada vez son más las personas que deciden reclamar las tarjetas revolving y, afortunadamente, cada vez son más las que consiguen acabar con la pesadilla.
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