Prisión provisional sin fianza para 4 detenidos en Barcelona por los altercados del martes

La magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 20 de Barcelona, María Eva Molto Guardiola, decretó ayer prisión provisional, comunicada y sin fianza para cuatro de los detenidos en Barcelona el pasado martes por los disturbios por la sentencia del ‘procés’, como pedía la Fiscalía.

Están acusados de los presuntos delitos de desórdenes públicos, lesiones, daños y atentando a la autoridad.

La juez los ha enviado a prisión ante el riesgo de fuga y de que reiteren actos que revisten una «notable gravedad y trascendencia».

Estos 4 jóvenes fueron arrestados por los ‘Mossos d’Esquadra’ durante las protestas del martes, que terminaron con graves disturbios en el centro de la ciudad, donde grupos violentos incendiaron barricadas tras la convocatoria de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) en protesta por las condenas del Tribunal Supremo a los 12 líderes separatistas juzgados por el preso independentista.

Según informó ayer el Ejecutivo, hubo 157 barricadas con hogueras en la ciudad de Barcelona.

La acusación particular que ha comparecido en este procedimiento en interés de la Generalitat de Cataluña y de los Mossos d‘Esquadra que resultaron agredidos y sufrieron contusiones diversas, había pedido prisión para tres de ellos, los que agredieron a los agentes, eludible bajo una finanza de 2.000 euros.

El Ministerio Público había solicitado prisión sin fianza para los cuatro.

Por su parte, los abogados de los detenidos se opusieron a las medidas solicitadas.

La juez señala que los hechos de los que se les acusa «revisten una notable gravedad y trascendencia, que no puede ser ignorada» a la hora de decidir sobre su situación personal.

Según la juez, en todos ellos se da riesgo de fuga, ya que podrían afrontar penas de cárcel de hasta nueve años, y especialmente de reincidencia, porque «para los próximos días se están organizando nuevos actos de protesta, los cuales, según cabe deducir de lo acaecido en estos días anteriores, podrían desembocar y provocar graves disturbios y comprometer nuevamente el orden público y la paz ciudadana».

La juez relata que el martes, sobre las 19:30 horas se había convocado una concentración ante la Delegación de Gobierno de Barcelona como protesta contra el fallo condenatorio de la sentencia dictada por el Supremo y que se diseñó un dispositivo de seguridad y de mantenimiento del orden público con la finalidad de proteger las indicadas dependencias, creando un perímetro de seguridad que se hallaba delimitado por vallas metálicas que impedian el acceso de personas a su interior, así como por un cordón de efectivos policiales ubicado tras las vallas.

Detalla que a partir de las ocho de la tarde se produjeron diversos incidentes, en los que los que «concentrados intentaron violentar la línea policial de seguridad, con lanzamiento de objetos e intentos de retirar las vallas metálicas, lo que provocó la intervención policial, que se prolongó durante diversas horas».

Señala que la mayoria de personas que se encontraban delante de la línea de las vallas de protección, llevaban su rostro oculto, previsiblemente con la finalidad de dificultar su identificación. Algunos de ellos cogieron las vallas de protección y las lanzaron contra los agentes de policía y del mismo modo arrojaron piedras de grandes dimensiones, botellas de vidrio y utilizaron diversa pirotecnia que explotaba cerca de los agentes, siendo la misma de gran potencia explosiva, de tal modo que peligraba la integridad física de éstos. Se lanzaron, asimismo, huevos, botes de vidrio con pintura y bengalas. 

La juez señala que existen indicios de que uno de los detenidos, que llevaba el rostro oculto con una camiseta atada como un pasamontaña, intentó traspasar la línea policial en las protestas ante la Delegación del Gobierno en Cataluña y empujó a los ‘mossos’. En ese momento fue detenido.

Otro de los arrestados, según explica, fue retenido dos veces por los agentes. Cuenta que en la primera ocasión empujó al agente y huyó, y en la segunda, «se resistió violentamente», arrancó y rompió la radio de comunicación del ‘mosso’,  se apoderó de la defensa que llevaba en las manos el agente y le torció los dedos.

Explica que a continuación, llegaron al lugar otros agentes con la finalidad de poder controlarlo, pero huyó nuevamente e intentó acceder al techo de una furgoneta del Cuerpo Nacional de Policía. En el momento en el que un agente realizaba maniobras para que bajara, este individuo intentó quitarle el casco de protección y le golpeó en la cara. Acto seguido, durante la detención, este mismo agente sufrió un golpe en la rodilla izquierda, añade.

De otro de los detenidos, una joven, dice que que iba con el rostro oculto con una camiseta a modo de pasamontañas, arrojó piedras que impactaron en el pecho y el casco de protección de un ‘mosso’ y cuando fue reducida causó lesiones en la rodilla derecha a otro agente.

El cuarto detenido está acusado de los presuntos delitos de desórdenes públicos, atentado a la autoridad y daños. Según detalla la magistrada, lanzó piedras de grandes dimensiones contra un furgón policial y cruzó un contenedor en la vía para impedir el paso de los vehículos policiales.

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