Condenado un hombre por ‘forzar’ a su hija a comer ‘más allá de lo razonable’ y llamarla ‘gorda’ y ‘guarra’

Condenado un hombre por ‘forzar’ a su hija a comer ‘más allá de lo razonable’ y llamarla ‘gorda’ y ‘guarra’

Tendrá que pagar una multa de 150 euros por un delito leve de coacciones, como le impuso el Juzgado de Instrucción número 2 de Pontevedra, una condena que ahora ha confirmado la Audiencia Provincial
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18/10/2019 14:16
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Actualizado: 18/10/2019 14:22
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La Audiencia Provincial de Pontevedra ha confirmado la condena a un padre pontevedrés que «forzó» a su hija a comer «grandes cantidades de comida», «más allá de lo razonable», mientras le gritaba y la llamaba «gorda y guarra».

Tendrá que pagar una multa de 150 euros por un delito leve de coacciones, como le impuso el Juzgado de Instrucción número 2 de Pontevedra en diciembre de 2018, después de que la Audiencia de Pontevedra (Sección Cuarta) haya desestimado su recurso de apelación.

La sentencia, fechada a 11 de septiembre, es firme.

El magistrado Miguel Aramburu García Pintos ha rechazado que los hechos se produjesen «en un contexto educacional» y destaca que se trata de un «supuesto de desproporcionalidad».

«Estamos ante la imposición de una conducta en una situación hostil, con gritos, y que es totalmente ajena a la conducta educativa y de corrección que ampara el artículo 154 del Código Civil», señala el tribunal.

«El hecho de obligar a un hijo a comer más allá de lo razonable, hasta hartarse, claramente no es una conducta justificada ni justificable», subraya.

Los hechos se remontan al 11 de agosto de 2016, cuando la menor se encontraba en el domicilio de su padre según lo establecía el régimen de visitas vigente, en compañía de su hermano, de 11 años, y de la abuela paterna.

Según los hechos probados de la sentencia objeto del recurso, que acepta el magistrado Miguel Aramburu, la niña llegó a casa diciendo que había comido en casa de una amiga y no quería cenar, momento en el que el padre, «enfadado por los hábitos alimenticios de la menor», decidió «hacerle comer mucha comida».

«Con esa intención, le dijo que iba a comer hasta que él dijese que parase y le puso varios bocadillos, ensalada, oreja y queso», recoge la sentencia, que destaca que la intención era «obligarla a comer una cantidad importante de comida».

La escena, además, se desarrolló entre «gritos» del padre, que «en la tensión del momento», la llegó a llamar «gorda y guarra», explica el tribunal.

Tras una hora en esa situación llegó la Policía, que había sido alertada por la madre después de que el hermano menor de la víctima la avisase de lo que estaba sucediendo.

La niña fue trasladada al hospital con un cuatro de ansiedad.

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