Plácido Molina (ISDE): «La conciliación y el descanso no sólo son un derecho, sino una obligación»
Placido Molina es consejero académico de ISDE.

Plácido Molina (ISDE): «La conciliación y el descanso no sólo son un derecho, sino una obligación»

Director académico del Máster en Abogacía Internacional simultaneado con el Grado en Derecho de ISDE
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07/2/2020 06:30
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Actualizado: 17/2/2020 16:31
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Plácido Molina opositó a abogado del Estado antes de hacer carrera en el mundo de la abogacía privada.

Empezó en el área de Derecho Administrativo de Cuatrecasas, despacho al que continúa vinculado casi veinte años después como responsable del Departamento de Collection.

Desde julio de 2018 compagina este cargo con la dirección de GD Legal, división de abogados de la firma de asesoramiento legal y juridico Gesdocument, y con la actividad docente.

Esta última la desempeña en el Instituto Superior de Derecho y Economía (ISDE), institución donde ejerce como director académico del Máster en Abogacía Internacional simultaneado con el Grado en Derecho.

¿En qué situación se encuentra la abogacía?

Está en una fase de revolución y transformación. De transformación sobre todo por las nuevas herramientas que hace falta aplicar, la gestión de los recursos humanos y la
digitalización del derecho.

El principal reto que tiene que afrontar la abogacía hoy en día es cómo gestionar ese traspaso de trabajo tradicional hacia un desarrollo de la actividad a través de herramientas informáticas que permitan una mayor eficiencia.

Y no solamente de cara al cliente, sino también en pro de una mejor calidad de vida para el propio abogado.

¿Cómo está siendo la integración de la tecnología en la profesión?

Bastante dispar.

Las grandes firmas que hacen fuertes inversiones en tecnología están consiguiendo que, efectivamente, se vaya desarrollando y aplicando en el mundo de la práctica jurídica; pero el derecho español está integrado en su mayor parte por despachos pequeños que no tienen la capacidad de realizar esta inversión, ya no digo de herramientas sino también de programas informáticos.

Y esto les va a costar.

Es verdad que los colegios de abogados están haciendo sus esfuerzos por intentar acercar esas herramientas al mundo del derecho, pero no tengo muy claro que al abogado de a pie que tiene su propia firma le sea tan fácil aprender su utilización y aplicación.

¿Llegará el día en el que la tecnología se emplee en labores intelectuales?

Eso está muy lejano, por la sencilla razón de que la capacidad de generar problemas por parte del género humano es infinita y no hay máquina que sea capaz de prever estos conflictos.

Y por mucho que conozca y tenga una serie de parámetros a partir de los cuales, con unas ciertas reglas lógicas, pueda llegar a soluciones de laboratorio, hay un determinado punto de sensibilidad que la máquina nunca tendrá.

Es verdad que en temas mercantiles, de gestión de proyectos, derecho inmobiliario, etc., sí puede solucionar mucho, pero hay temas del derecho en los que será imposible.

¿Es posible la conciliación en la abogacía?

Sin las herramientas de las tecnologías, los abogados viviríamos mucho peor. Efectivamente, esto nos va a permitir tener una mejor calidad de vida.

Pero también puede surgir un conflicto entre la calidad de vida del abogado y el aumento de la productividad, porque el abogado al final tiende a trabajar el mismo tiempo y cuando se le facilitan recursos, produce más.

«Estudios sociológicos y de mercado constatan que hay una tendencia creciente a valorar más la vida personal que la profesional. El modelo productivo se está adaptando a ello. Sin duda el punto de equilibrio perfecto se encuentra en la conciliación»

¿Qué hacer con el dilema del registro horario?

Sin duda, cumplirlo. Para eso está la ley, para cumplirla.

La conciliación y el descanso, no sólo son un derecho, sino una obligación.

La abogacía no tiene por qué tener más dificultades para adaptarse a ello de las que tendría por ejemplo la medicina, que es una profesión cuya finalidad es atender necesidades de las personas en algunas ocasiones en situaciones de emergencia o con servicios de guardia.

Desde su posición de docente, ¿con qué expectativa afrontan las nuevas hornadas su entrada en el mercado?

El sector sin duda evoluciona gracias a la mentalidad de las nuevas generaciones. Estudios sociológicos y de mercado constatan que hay una tendencia creciente a valorar más la vida personal que la profesional.

El modelo productivo se está adaptando a ello. Sin duda el punto de equilibrio perfecto se encuentra en la conciliación.

¿Qué elemento tratan de poner en valor para hacer más atractivo el ejercicio de la profesión?

Desde ISDE, lo que hacemos es mostrar todo el elenco de salidas que pueden tener los alumnos en el mundo jurídico. Les enseñamos que hay firmas de todos los colores que se
adaptan a sus expectativas.

Por ejemplo, hay grandes firmas donde desarrollar una carrera de una forma bastante estanca, muy bien estructura o con unos hitos muy marcados que, si van siguiendo, les llevarán hasta el final de una exitosa carrera. Hay otras firmas que son más pequeñas, las boutiques, que buscan la especialización en una materia que les va a permitir ser un referente en el mercado.

Algunos despachos han sacrificado parte de su proyección en el mercado en pro de una cierta conciliación por parte de su personal, sin que esto les impida conseguir un buen nicho de mercado y un buen ratio de negocio.

Lo hacen sin primar el crecimiento sobre el esfuerzo. En este sentido, les mostramos que en el mercado existen todas estas distintas formas de
ejercicio e intentamos guiar a cada uno hacia el camino que mejor puede acogerlos.

¿Hay saturación en el mercado legal español?

Ningún mercado se satura nunca, porque siempre surgen nuevas oportunidades y la gente se va jubilando. Llevo alrededor de diez años vinculado a ISDE y todavía no ha llegado el día en que una firma me haya dicho que no puede aceptar más abogados.

Las grandes firmas están siempre en rotación, con gente que sale y entra constantemente. Esto promueve una renovación que es necesaria.

Cualquier despacho es un centro de aprendizaje para el abogado que quiera ejercer en un ámbito empresarial.

De hecho hay una gran rotación de abogados que cuando adquieren una cierta experiencia en el ejercicio por cuenta ajena, se mueven y buscan otras formas de ejercicio.

Lo que hacen es liberar plazas que sirven para permitir esa continuidad de acceso de las nuevas generaciones.

Al mismo tiempo, surgen nuevos campos del derecho que han de ser colmados por abogados.

Así, «Compliance», protección de datos, derecho de las nuevas tecnologías, y otras, se proponen como nuevas especialidades jurídicas que, sin duda, ofrecen una nueva ventana de acceso al mercado del derecho.

«Algunos despachos han sacrificado parte de su proyección en el mercado en pro de una cierta conciliación por parte de su personal, sin que esto les impida conseguir un buen nicho de mercado y un buen ratio de negocio»

¿Y cómo se orienta a un futuro abogado?

Tratamos de descubrir cuáles son sus habilidades y su vocación para ayudarles a elegir.

Obviamente, la decisión final es suya, pero normalmente las herramientas que les proponemos son las que les permiten llegar a ese punto de equilibrio.

¿De qué forma se les prepara ante el reto de la digitalización?

Les preparamos en herramientas de conocimiento del derecho que ya tienen implantadas en los despachos. Les acercamos a las herramientas y programas que necesitarán en su
día a día para ser más eficientes.

Les proponemos nuevos métodos de trabajo basados en las fórmulas que se hacen necesarias en un mundo globalizado. Introducimos fórmulas de docencia que permitan la formación diferida en el tiempo o en el espacio.

Empleamos un método de enseñanza y de relación entre docente y alumno semejante al ambiente que luego se recreará en su futuro puesto de trabajo. Formamos en programas informáticos, usamos pantallas digitales, puestos de vídeo conferencia o «conference call», les formamos sobre redes sociales, su impacto e importancia, prestamos especial atención al uso de estos medios a través de una especializada formación en ciberseguridad…

En definitiva, les preparamos para el ejercicio de la abogacía moderna.

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