Primer gran acuerdo entre empresarios y sindicatos para proteger a la industria turística española
Muchos hoteles, auténticos paraísos, como el de la fotografía, en Fuerteventura, han quedado vacíos por culpa de la pandemia.

Primer gran acuerdo entre empresarios y sindicatos para proteger a la industria turística española

Proponen que se extienda por seis meses la fuerza mayor para tramitar ERTE en el sector y la protección específica a sus desempleados
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21/4/2020 06:40
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Actualizado: 21/4/2020 00:14
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La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), con la colaboración de la patronal valenciana HOSBEC y las centrales sindicales Federación de Servicios de Comisiones Obreras (Servicios-CCOO) y la Federación Estatal de Servicios, Movilidad y Consumo de la Unión General de Trabajadores (FeSMC-UGT) han elevado al Gobierno de España un conjunto de propuestas comunes para proteger el sector del alojamiento turístico al que representan.

En un documento dirigido al Ejecutivo, se comprometen conjuntamente a realizar todas las acciones necesarias para la recuperación de la actividad, la pervivencia de las empresas y el mantenimiento del empleo.

El sector turístico supone el 14% del PIB en España.

Ante el actual escenario es muy importante saber cuándo volverá la actividad económica en este sector, columna vertebral de nuestra economía. De la fecha están pendientes tres millones de puestos de trabajo en esta industria y sus subsectores.

El turismo y su reconocimiento

La patronal hotelera española ha manifestado en distintas ocasiones que antes de poner en marcha cualquier plan de recuperación económica se dé mayor peso a la cartera que representa a uno de los sectores clave del Estado.

En varias ocasiones han pedido a la Ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, que forme un grupo asesor de expertos profesionales que ayuden a marcar las estrategias a corto y medio plazo.

Desde CEHAT esperan una respuesta normativa a propuestas como la carencia de 12 meses en las operaciones de refinanciación bancaria, aplazamientos fiscales o a la ampliación de los ERTE hoteleros.

La patronal hotelera considera “inexplicable” que un sector vital para la economía del país, que representa casi el 14% del PIB (153.000 millones de euros), con más de 2,5 millones de personas ocupadas en las diferentes actividades vinculadas al turismo, y hasta 7 millones de empleos sumando los indirectos, no esté integrado en ese equipo clave en la toma de decisiones en el seno del Consejo de Ministros.

El presidente de la CEHAT, Jorge Marichal, considera que “antes de poner en marcha cualquier plan de recuperación del país sería lógico que el sector en el que se ponen las miras para tirar de nuevo del motor económico forme parte de ese ‘núcleo duro’ que periódicamente nos informa, tanto de la evolución de la crisis sanitaria como de las medidas que se van adoptando para paliar la crisis desatada en la economía de nuestro país”.

En cuanto al acuerdo alcanzado, sindicatos y la Confederación consideran que la fuerza mayor derivada del estado de alarma, que ha suspendido la actividad productiva, persistirá específicamente en este sector una vez se levante este periodo decretado por el Estado, ya que continuarán las restricciones a la movilidad y al transporte, no solo en España sino en el ámbito internacional.

Marichal ha firmado este acuerdo de forma telemática con José María Martínez, secretario General de la Federación de Servicios de Comisiones Obreras y Miguel Ángel Cilleros, secretario General Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de la Unión General de Trabajadores.

De izquierda a derecha, Jorge Marichal, presidente de CEHAT; José María Martínez, secretario General de la Federación de Servicios de CCOO; y Miguel Ángel Cilleros, secretario General Federación de Servicios, Movilidad y Consumo UGT durante la reunión por videoconferencia.

Apuntan que la actividad turística tardará más tiempo en recuperarse. Por ello, solicitan la concurrencia de esa fuerza mayor y en las condiciones actuales al menos por un periodo inicial de seis meses, sin perjuicio de que este se amplíe si persistieran las circunstancias y previa consulta a los agentes sociales del alojamiento turístico español.

Entienden que la Administración Pública deberá tener en cuenta esta circunstancia a la hora de tramitar los ERTE, con los efectos de exención de cuotas empresariales a la Seguridad Social y de protección específica por desempleo a las personas trabajadoras que vean suspendidos temporalmente sus contratos o reducidas sus jornadas.

Asimismo, los agentes sociales hacen un llamamiento al Ejecutivo para que garantice una protección por desempleo para las personas trabajadoras en situación de ERTE, incluidos los contratos fijos discontinuos, mediante prestaciones y ayudas públicas suficientes, sin exigencia de carencia, y la reposición de las prestaciones que pudieran consumirse durante la situación legal de desempleo temporal.

Teniendo en cuenta los importes y los topes de las prestaciones por desempleo, se pide que las personas trabajadoras afectadas por ERTE perciban en la fecha estipulada en sus convenios colectivos el importe total de la paga extraordinaria de verano correspondiente.

Por su parte, para paliar los efectos del ERTE en la renta inmediata de las personas trabajadoras, se acuerda que las empresas abonen, a quienes lo soliciten, el adelanto de la referida paga extraordinaria completa antes de su vencimiento.

Otras medidas necesarias

El contrato fijo discontinuo es una modalidad muy presente en algunos ámbitos geográficos del país en el sector del alojamiento turístico, motivo por el cual necesitan también medidas de protección.

Así, los agentes sociales firmantes de este acuerdo se comprometen a que las personas trabajadoras con esta modalidad contractual sean llamadas por las empresas en la fecha que inicialmente estaba prevista y posteriormente sean incluidas en el correspondiente ERTE, como al resto de la plantilla.

Otra medida solicitada es que se establezca, mediante regulación legislativa, un periodo de 12 meses de carencia en las amortizaciones de capital en aquellas operaciones financieras que apalancan la actividad.

Con esta medida, durante los próximos 12 meses las empresas pagarían únicamente las cantidades relativas a los intereses de dichas operaciones, devolviendo el capital de estas mediante la ampliación de esos meses en el vencimiento inicial de las operaciones.

Esto tendría que ir aparejado a una exención en la imposición en cuanto a los actos jurídicos documentados en estas novaciones y la implantación de unos aranceles máximos tanto notariales como registrales.

Reanudada la actividad productiva, las empresas desplegarán todos los medios preventivos que garanticen en todo momento la seguridad y salud de las personas trabajadoras, así como de los clientes, evitando cualquier riesgo de contagio de la COVID-19.

A tal efecto proveerán de equipos de protección individual homologados y aplicarán las medidas de contención fijadas por las autoridades sanitarias, en cuya instauración se está trabajando.

En caso de reapertura paulatina, las empresas no recurrirán a trabajo temporal o contratos de duración determinada hasta el reingreso de la totalidad de la plantilla afectada por el ERTE por fuerza mayor.

Los representantes sindicales participarán en el proceso de incorporación progresiva de las personas trabajadoras.

Asimismo, se ha acordado que se adopten previsiones de manera que puedan vincularse mejoras de la prestación por desempleo a cargo de las empresas, cuando estas alcancen niveles de ocupación o actividad adecuados, en los términos que se negocien en cada empresa.

Los agentes sociales se comprometen a continuar el diálogo social para compartir principios e iniciativas que defiendan al sector.

Superada esta primera fase, CEHAT, Servicios-CCOO y FeSMC-UGT iniciarán una segunda fase para tratar de consensuar otras medidas relativas al fortalecimiento de la actividad, de acuerdo con las previsiones y las decisiones de la autoridad sanitaria y gubernamental.

Trabajarán para fortalecer la liquidez y el capital de las empresas, para garantizar el mantenimiento del empleo y el poder adquisitivo de las personas trabajadoras y para analizar y definir cambios estructurales para el sector, basados principalmente en la formación y recualificación de las plantillas, la rehabilitación y mejora de las infraestructuras físicas y digitales del sector y en la optimización del tejido productivo y mejora del modelo turístico.

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