Firmas
Informar para comprender. Juan Carlos Campo, ministro de Justicia.
02/7/2020 06:55
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Actualizado: 02/7/2020 13:42
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La afirmación de que la información debe ser veraz y rigurosa se ha convertido en un lugar común en nuestra sociedad. Lamentablemente, la realidad de tal afirmación no se ha generalizado.
Por esa razón, es tan importante la labor que desempeñan medios como Confilegal.
La información jurídica especializada, cuenta con una doble exigencia: cumplir con los parámetros de la buena información y, también, mantener un perfil técnico elevado.
Desde mi punto de vista, una de las virtudes de la prensa jurídica especializada es que se puede permitir poner el foco en los temas más relevantes y novedosos del vasto ámbito jurídico, profundizando en la divulgación y acercando información veraz y rigurosa, de la mano de profesionales del sector; abogados, jueces, procuradores, fiscales, notarios, entre otros, que no solo tienen el conocimiento de la materia, sino la capacidad de hacerla entendible.
Lo que me lleva a una cuestión que quienes me conocen saben que defiendo desde hace muchos años: que debemos hacer comprensible el lenguaje jurídico.
Y eso, que vale para la Jurisdicción y para la Administración de Justicia, también es una exigencia para los medios de información jurídica especializada.
De hecho, si hay una apreciación que es común a la información de los medios y al lenguaje que empleamos en el sector de la Justicia, es que claro no es simple.
La claridad es compatible con la complejidad.
Cuando uno consigue que algo sea claro, significa que ha llevado a cabo un proceso exitoso con la intención de comunicar. Es decir, para aportar claridad a un texto jurídico o a un buen artículo periodístico especializado, se requieren los mismos ingredientes: competencias para la redacción, experiencia, empatía y, especialmente, una gran lealtad con la propia profesionalidad y con la ciudadanía.
Creo, sinceramente que, en materia de comunicación, hay un amplio camino todavía por recorrer para que los medios, que son ese puente entre la fuente y el gran público, contribuyan junto a los operadores jurídicos y las propias instituciones, a materializar el derecho a comprender.
Dicho esto, no me cabe duda de que unos van más rápido que otros. Confilegal, claramente, está entre los primeros.
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