La transformación digital post pandemia es la única forma de supervivencia

El avance tecnológico es frenético, y los profesionales del derecho que no se suban a este tren tendrán grandes probabilidades de desaparecer. Las cosas son así.

La transformación digital se está convirtiendo en una de las escasas vías de supervivencia para la gran mayoría de los profesionales del derecho en España.

Con una incertidumbre creciente provocada por los miedos que la pandemia ha traído a nuestras vidas, adaptarse rápidamente, teletrabajar con todas las garantías, y empezar a competir con eficiencia será básico para todos los profesionales que deben impulsar la recuperación de un país que en este 2020 afrontará una de las mayores crisis económicas de la historia.

Cuando desde Confilegal me comentaron que abrirían un consultorio tecnológico para los profesionales del derecho, por mi cabeza pasaron rápidamente los quince años que desde Add4u habíamos invertido en hacer más eficiente el sector público, digitalizando procesos y haciendo posible que las máquinas realizasen de forma automática trabajo que antes realizaban los administrativos de cientos de Ayuntamientos y cómo en los tres últimos meses, desde que comenzó el confinamiento, la velocidad de los cambios se había multiplicado por mil.

El estado de alarma ha dejado una Administración Pública de dos velocidades, pues aquellos que habían comenzado su proceso de Transformación Digital han sido capaces de teletrabajar con cierta normalidad, o incluso de una forma mucho más eficiente que antes del confinamiento, mientras que los que no habían comenzado el proceso de modernización de sus organizaciones se han encontrado con una realidad que ha paralizado completamente su actividad, y en el peor de los casos también sus ingresos.

España se sitúa en el puesto número 11 en integración de la tecnología digital según el Índice de la Economía y la Sociedad Digital (DESI), que elabora la Comisión Europea cada año, y hemos perdido un puesto desde el último año, por tanto, todavía queda mucho camino por recorrer.

Entre los profesionales del derecho, y con la visión que proporciona una vida dedicada a transformar digitalmente organizaciones públicas, ahora los retos más importantes son de tres tipos.

TRES RETOS: SEGURIDAD, FALTA DE TIEMPO Y BRECHA DIGITAL

Los retos de seguridad, los retos provocados por la falta de tiempo y las dificultades de adaptación y los retos relacionados con la nueva brecha tecnológica.

Los retos los relacionados con la seguridad son básicos, pues un sector que basa su actividad en la confianza en un sistema totalmente consolidado como el legal, no podrá permitir disminuir la confianza de los ciudadanos, por fallos de seguridad que pongan en duda la estabilidad del sistema.

En estos retos ha llegado el momento de poner sobre la mesa nuevos conceptos como la seguridad de las páginas web, el nuevo reglamento europeo de protección de datos, la firma electrónica y las nuevas relaciones electrónicas entre profesionales, tanto con sus clientes como con los compañeros del sector, y por supuesto con los juzgados. Será básico adaptarse cuanto antes, para que todas esas nuevas relaciones sean totalmente seguras.

Los segundos retos serán aquellos causados por la falta de tiempo. Ese tiempo tan escaso que ninguno tenemos, y que necesitaremos para mejorar y adaptarnos.

Quien no tenga tiempo, simplemente desaparecerá, porque quien pueda invertir tiempo y comience a incorporar a su actividad conceptos como la inteligencia artificial, el «machine learning» o la automatización robótica de procesos, avanzará a velocidades radicalmente superiores a aquellos que por falta de tiempo no puedan contar con esas tecnologías.

Necesitaremos tiempo para la capacitación digital, y ese tiempo no solo deberá ser dedicado por los más jóvenes, sino que la supervivencia y la capacidad de competir de todos los profesionales del sector legal dependerán de cómo se adapten a los conocimientos específicos que muchos trabajadores actualmente no poseen.

Por ello es importante ayudar en la formación en competencias digitales a los trabajadores y asesorar a las compañías que quieran llevar a cabo un proceso de transformación digital, y eso requerirá de ese tiempo que nunca somos capaces de disponer.

El último tipo de reto tendrá que ver con la brecha digital que se comenzará a agrandar tan pronto esas tecnologías irrumpan entre los profesionales del derecho.

Esto causará que la nueva normalidad será muy similar a la descrita en la campaña de sensibilización de la Fundación Cotec llamada #Miempleomifuturo, que el año pasado tuvo cientos de miles de visualizaciones describiendo la nueva realidad laboral, en la que los trabajadores deberán competir con robots y con empresas que cuentan con las últimas tecnologías, causando un enorme aumento de las brechas digitales y salariales.

Esta nueva realidad provocará una división entre profesionales súper capacitados y con ingresos enormes y profesionales que a duras penas podrán sobrevivir.

Llevar la transformación digital a un primer plano de la actualidad del sector legal es un paso necesario para avanzar hacia una sociedad moderna donde la tecnología esté al servicio de las personas.

Tenemos la oportunidad de tomar medidas reales que ayuden a los profesionales del derecho a aprovechar las nuevas oportunidades de la nueva normalidad tecnológica.

No la desaprovechemos.