¿Puedo utilizar una tarjeta que me ha enviado mi banco sin solicitarla? Expertos advierten, podría ser una ‘revolving’
Esta práctica no es exclusiva de los bancos también es propia de algunas tarjetas de fidelización de centros comerciales, agencias de viajes, hipermercados, gasolineras, tiendas de ropa. Foto: EP.

¿Puedo utilizar una tarjeta que me ha enviado mi banco sin solicitarla? Expertos advierten, podría ser una ‘revolving’

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16/9/2020 06:48
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Actualizado: 16/9/2020 00:04
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Las tarjetas que envía el banco sin previa solicitud o las tarjetas de fidelización de determinados comercios se sitúan en el punto de mira de los expertos en derecho de los consumidores, ya que muchas de ellas pueden esconder un sistema de pago ‘revolving’.

Almudena Velázquez, codirectora legal y portavoz de reclamador.es, explica a Confilegal que se dan casos en los que los afectados han recibido en su domicilio una carta de su banco con una tarjeta, sin haberla solicitado, y han empezado a utilizarla por desconocimiento de lo que se está contratando.

Lo que sucede es que al usar la tarjeta por primera vez el banco presume que se han aceptado las condiciones generales de la ‘revolving’ y precisamente ahí, sin saberlo, el consumidor entra en una espiral de deuda porque a pesar de ir abonando las cuotas, ve cómo su deuda nunca disminuye. 

Una tarjeta ‘revolving’, recuerda, es distinta de una de crédito convencional por el plazo y las cuotas de amortización. En las ‘revolving’ el pago es aplazado, de manera que las compras que se pagan se aplazan inmediatamente con sus correspondientes intereses.

Esta práctica, indica Velázquez, procede de los bancos con los que el consumidor tiene algún tipo de relación contractual. Es más raro si nunca se ha tenido ningún contacto con la entidad financiera.

¿Cómo saber que es una ‘revolving’?

Ante este tipo de comercialización, la codirectora legal de reclamador.es anima a contactar con la entidad bancaria antes de utilizarla, así como prestar atención al documento recibido junto a la tarjeta en el que se recogen sus condiciones.

Velázquez apuesta por desconfiar de «supuestas ventajas» que aseguren «pagar cómodamente» una cantidad cada mes o un porcentaje.

Además asegura que pese a que la TAE sea inferior al 20%, umbral marcado por el Tribunal Supremo para considerarla usuraria, eso no quiere decir que no sea una tarjeta ‘revolving’ con el problema de endeudamiento que puede suponer.

Eso sí, desde reclamador.es matizan que es posible que el banco envíe al domicilio del consumidor una nueva tarjeta previendo que su tarjeta de crédito o débito va a caducar en un periodo corto de tiempo y que esta no sea precisamente una tarjeta ‘revolving’.

Velázquez señala que el consumidor puede prevenir el uso por parte de las entidades financieras de este tipo de comercialización. La clave pasa, explica, por rechazar el uso de datos personales para publicidad o para comercializar otros productos.

Almudena Velázquez, codirectora legal de reclamador. es.

Recuerda también que el propio Banco de España, entre sus recomendaciones, recoge abstenerse de enviar instrumentos de pago que no hubieran sido solicitados, salvo en caso de que debiera sustituirse un instrumento de pago ya entregado al usuario.

«El Banco de España lo que hace es dar una serie de recomendaciones, de manera que si tú reclamas porque te ha llegado este tipo de tarjeta pues te van a dar la razón, pero no te vale para pedir indemnización, ni sanción al banco, pero sí como un tirón de orejas al banco de que esto no se puede hacer».

Por ello, insiste en revisar la política de datos antes de firmar un contrato, porque ahí está «la verdadera normativa que regula el envío o no, en cuanto al uso de nuestros datos a efectos de comercialización o de publicidad».

Esta práctica, resalta, no es exclusiva de los bancos también es propia de algunas tarjetas de fidelización de centros comerciales, agencias de viajes, hipermercados, gasolineras o tiendas de ropa.

Se comercializan «como un producto muy ventajoso para la economía del cliente, pagos en cuotas muy bajas, bonificaciones en las compras, cero comisiones de renovación o mantenimiento etc, pero todo ello sin explicar las consecuencias que tendría su contratación o los riesgos que se asumían con una tarjeta de este tipo».

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