Roca Junyent encara la recta final del año en crecimiento y sin integraciones a la vista
De izquierda a derecha: Joan de Figarolas, socio fundador de Segarra de Figarolas, firma integrada en Roca Junyent, Joan Roca, presidente ejecutivo de Roca Junyent y Àngel Segarra, socio fundador de Segarra de Figarolas.

Roca Junyent encara la recta final del año en crecimiento y sin integraciones a la vista

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26/10/2020 06:45
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Actualizado: 26/10/2020 10:47
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Roca Junyent recobra el pulso en el negocio. Según reflejan las cuentas anuales correspondientes a 2019 depositadas ante el Registro Mercantil, el despacho de abogados obtuvo un volumen de ingresos de 25 millones de euros, un 4,7% más que el año anterior.

Se trata del primer aumento en la facturación de la firma desde 2015.

No obstante, la cifra de negocios actual está lejos de los 33,5 millones de euros registrados en 2010, la más alta de una década marcada por el relevo generacional iniciado en 2017 con el paso atrás del fundador Miquel Roca en favor de su hijo Joan Roca.

El proceso de sucesión implicó una transformación profunda a todos los niveles, pero principalmente en la parte alta del organigrama.

La remodelación de la sociatura, con salidas de viejos socios y la incorporación de nuevos, ha permitido rejuvenecer la edad media por debajo de los 50 años. También ha supuesto una mejora de la rentabilidad por socio, que debe cumplir con un mínimo de facturación.

En el fondo de toda esta estrategia subyace la exigencia de adaptar la estructura de Roca Junyent a las cambiantes exigencia de los servicios jurídicos y, de paso, mejorar su posición en el mercado. De hecho, en la memoria adjunta a las cuentas se indica en relación a 2020 que “aunque en el entorno en global es incierto, la combinación de mejora económica y madurez de nuestro despacho, hace que, tengamos previsto un incremento en nuestra cifra de negocios”.

Previsión que, según explican fuentes del despacho, parece estar cerca cumplirse pese al impacto económico de la pandemia. Desde la prudencia a la que obliga la falta de visibilidad respecto al negocio, al cierre de mes de septiembre la firma mantenía una facturación ligeramente por encima de la obtenida en los primeros nueve meses de 2019. No obstante, insisten en que «es difícil avanzar previsiones para el cierre».

Señalan a la digitalización, y más concretamente a la apuesta por el desarrollo de herramientas digitales, como el factor que está permitiendo mantenerse muy cerca de los clientes.

Una respuesta que está impactando de forma positiva en el negocio del despacho, sin que de momento haya tenido que presentar ningún ERTE ni adoptar ninguna medida de contingencia.

Frente a las medidas adoptadas por otras firmas, Roca Junyent mantiene sin modificaciones su programa de becarios con las universidades y no ha tenido que realizar ningún «capital call» [apelación al capital] ni modificar su programa de bonos.

Sí que descartan cualquier operación corporativa en el corto plazo. Hace ahora un año se produjo la integración del bufete Segarra de Figarolas, que supuso la incorporación de los doce profesionales de este despacho especializado en derecho fiscal.

El acuerdo de compraventa de todas las participaciones de Segarra de Figarolas se cerró por un importe máximo de un millón de euros, precio sujeto al cumplimiento de determinados objetivos a seis años. De no lograrse, se reduciría.

De hecho hasta la fecha tan sólo ha desembolsado 125.000 euros, si bien las fuentes consultadas inciden en que el contexto actual impide hacer valoraciones oportunas.

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