La defensa de Pablo Ibar solicita repetir el último juicio que lo condenó porque el tribunal vulneró sus «derechos constitucionales»
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En una nueva apelación el abogado de Pablo Ibar, Joe Nascimento, sostiene que el tribunal de primera instancia de Broward County “abusó de su discrecionalidad” y “cometió graves errores jurídicos”.
La lucha de Pablo Ibar por demostrar su inocencia ha sido desde sus inicios una carrera de obstáculos y no parece que vaya a ser diferente tampoco a partir de ahora.
Acusado de un triple asesinato que ocurrió en junio de 1994 y detenido un mes después, Ibar lleva 27 años, casi tres décadas, luchando por demostrar su inocencia.
Según nos informan fuentes cercanas a Ibar, el abogado Joe Nascimento, que representa al preso de origen español en el proceso judicial en el que sigue inmerso, ha tenido que salvar un nuevo escollo tras verse obligado a modificar el escrito de apelación que ya presentó el pasado mes de julio.
Nascimiento pilotará esta nueva apelación. Estuvo en el equipo de Benjamin Waxman, a quien Confilegal entrevistó en una de visitas a la capital de España hace algunos años.
Esto le hace conocer bien el caso en los últimos diez años. En la última vista en la que se condenó a cadena perpetua a Ibar tuvo un papel importante llevando las declaraciones.
El tribunal de Florida competente en la materia instó al letrado a reducir casi a la mitad el texto que había confeccionado y en el que se exponía los argumentos que sustentan su petición de anulación de la cadena perpetua que actualmente recae sobre Ibar y la celebración de un nuevo juicio.
El nuevo recurso ya reformado acaba de ser presentado. El registro se efectuó este pasado viernes ante el tribunal de Apelaciones del 4º Distrito del estado de Florida, órgano que había acordado devolver el texto anterior, al estimar que la extensión del mismo excedía de las 10.000 palabras, límite establecido para este tipo de trámites.
Nascimento, aun cuando era conocedor de esta circunstancia, elaboró un recurso que superaba la cifra exigida por los jueces. Lo hizo de manera consciente, amparándose en causas justificadas como son la trascendencia del caso, su complejidad -con tres juicios ya celebrados y decenas de testigos e informes periciales,- y la dilación del mismo, pues se trata de hechos que acontecieron hace ya casi tres décadas.
Por todo ello, pidió a la Sala la admisión del escrito inicial en toda su amplitud y donde reflejaba de manera pormenorizada los motivos del recurso. No obstante, los jueces desatendieron su demanda y le instaron a modificar el documento, un hecho que perjudica a la defensa, pues le impide desarrollar con la precisión que el caso requiere las injusticias que se cometieron en el último juicio.
La decisión del tribunal, por lo tanto, ha obligado al abogado a reconfigurar su escrito, si bien mantiene los mismos argumentos que ya desveló en el mes de julio.
Joe Nascimento, que formó parte del equipo de abogados que defendió a Pablo Ibar en el juicio anterior, sustenta de nuevo su solicitud de repetición del juicio en las numerosas irregularidades y decisiones de parcialidad en las que incurrió el juez Dennis Bailey, quien dirigió el último proceso, y al que acusa de vulnerar derechos constitucionales.
GRAVES ERRORES DEL JUEZ BAILEY
En dicho recurso, el abogado de Pablo Ibar sostiene que el tribunal de primera instancia de Broward County “abusó de su discrecionalidad” y “cometió graves errores jurídicos”.
En este sentido, Nascimento asegura que “violó los derechos constitucionales” del acusado a un jurado justo e imparcial, al denegar, entre otras cuestiones, “la moción de la defensa de sacar al jurado de la sala cuando el Estado se refirió de manera inadmisible al derecho constitucional del acusado a guardar silencio, implicando que su silencio era una admisión de culpabilidad, lo cual constituye una clara violación de la Quinta Enmienda de la Constitución”.
También entiende que el mismo órgano judicial no actuó de manera imparcial cuando prohibió a la defensa interrogar a testigos clave para los intereses de Pablo, o cuando admitió la declaración sobre una rueda de reconocimiento fotográfica de otro testigo que dijo haber visto el día de los hechos a Ibar a bordo del Mercedes de Casimir Sucharski, una de las víctimas.
La defensa señala al respecto que los procedimientos puestos en práctica por los agentes que investigaron los hechos “fueron innecesariamente sugestivos” y condujeron al testigo “a una probabilidad sustancial de identificación errónea”. Y añade que la introducción de esta prueba “no fue inocua”.
Joe Nascimento argumenta de igual modo que el juez vulneró el derecho constitucional de Ibar a un proceso con todas las garantías y su derecho a la contradicción, al prohibir que la defensa interrogase al especialista del Estado en materia de ADN sobre anteriores casos de contaminaciones cruzadas que se produjeron en el Laboratorio de Criminalística del Sheriff del Condado de Broward.
La Fiscalía aportó para este juicio, de manera un tanto sorpresiva, una camiseta que contenía unas minúsculas muestras de ADN de Pablo Ibar. La defensa ha venido sosteniendo que dicha muestra en todo caso fue fruto de una contaminación que se produjo en el laboratorio.
En la apelación se critica también la “conducta inapropiada” del fiscal Charles Morton, quien en el alegato final negó a Pablo Ibar su “derecho constitucional a un juicio justo”.
Cree el abogado que, una vez más, el juez abusó de su discrecionalidad cuando desestimó la protesta de Pablo Ibar después de que el fiscal pusiese fin a su informe con una “declaración incendiaria”. Morton llegó a decir al jurado que “no permitiera que este hombre se salga con la suya; se libre de haber cometido un asesinato”.
Con la apelación presentada ahora por segunda vez, Pablo Ibar pretende demostrar que no tuvo participación alguna en los tres asesinatos que se le imputan y que se cometieron hace veintisiete años en un domicilio de Miramar, localidad próxima a Miami.
TRAMITACIÓN DEL ESCRITO
El nuevo texto presentado por Nascimento será trasladado a la Fiscalía para que, a su vez, efectúe las alegaciones que estime oportunas. A continuación, la defensa dispondrá de un nuevo turno para replicar los argumentos de la acusación.
Solo entonces, el tribunal de Apelaciones examinará los posicionamientos de las partes y abrirá un proceso de deliberación antes de emitir su decisión, que será la de repetir nuevamente el juicio o denegar la petición.
La resolución, según fuentes de la defensa, podría demorarse un año. En el caso de que la apelación no prosperase en esta fase, la defensa acudirá al Tribunal Supremo de Florida.
Pablo Ibar, que permanece en la actualidad recluido en la prisión de Okeechobee (Florida), fue declarado culpable del triple crimen que acabó con las vidas de Casimir Sucharski, dueño de un local nocturno y propietario del chalet donde se perpetraron los delitos, y de las jóvenes Sharon Anderson y Marie Rogers.
Los tres fueron asesinados por dos individuos que irrumpieron en la vivienda. La secuencia de los hechos fue grabada por una cámara de vídeo situada en el salón de la casa, que, en un momento determinado, capta el rostro de un joven con rasgos latinos que la policía identificó con Pablo.
Sin embargo, en el último juicio celebrado en 2018/2019 quedó acreditado, incluso por peritos de la acusación, que dicho vídeo no tenía la calidad de imagen suficiente para realizar ninguna identificación.
La Asociación Pablo Ibar-Juicio Justo continúa trabajando en la recaudación de fondos entre las instituciones, organismos y también entre la ciudadanía que permitan costear la apelación. El presupuesto para esta fase es de 200.000 dólares (164.200 euros).
A día de hoy está recaudado cerca de unas 40.000 euros. La cruda realidad al no ser condenado a muerte, pasa a una situación diferente con la cadena perpetua que ahora se plantea.
La asociación mantiene una campaña de ‘crowdfunding’ que arrancó hace tres años para colaborar en hacer frente a los gastos. Se pueden realizar las aportaciones a través de la web www.pabloibar.com, así como por las redes sociales.
La Familia de Pablo Ibar, su padre Cándido y su mujer Tania siguen en la lucha. El padre ha vuelto a Euskadi desde donde está pendiente de todo el proceso. Por su parte, su mujer Tania se encuentra en Florida, enfermera de profesión y pelea contra el Covid. Siempre que puede acude a ver a Ibar porque las visitas se han reducido a una al mes.
Ibar se encuentra en la misma cárcel donde fue condenado a cadena perpetua. Ahora está en el centro de Miami. Es una cárcel más masificada. Antes estaba en régimen de aislamiento, como los condenados a muerte.
Ahora comparte celda y tiene un trabajo en la cárcel en el equipo de mantenimiento. En ese ambiente le sirve para pensar en otras cosas mientras se estudia una nueva apelación que pueda poner fin a esta pesadilla que ya dura casi tres décadas.
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