El abogado del matrimonio, Francisco Peláez, del despacho PenalTech, detalla el caso en Confilegal. Foto: EP

Un matrimonio que perdió los ahorros en una estafa por Internet logra que el banco le devuelva el dinero

El total sustraído fue superior a 37.000 euros, le dejaron en la cuenta sólo 80 euros

07/2/2022 17:27

Actualizado: 07/2/2022 17:47

Un matrimonio de La Puebla de Cazalla (Sevilla) denunció pasado 10 de enero la sustracción de los ahorros de toda su vida mediante el robo de sus datos y posterior utilización a través de Internet. Finalmente, tras la presentación de la denuncia y de la reclamación formal ante la entidad bancaria, la pareja ha conseguido recuperar el total sustraído en la estafa (artículos 248 y 249 del Código Penal) e incluso que se le abonen las cantidades que el banco financió al ciberdelincuente a través de las tarjetas de crédito.

Este caso es «una excepción ya que cuenta con un final feliz, porque que a las víctimas se les ha restituido el dinero sustraído, algo que no suele ser lo habitual porque normalmente los bancos no se hacen responsables en vista de la avalancha de situaciones similares», manifiesta a Confilegal el abogado del matrimonio, Francisco Peláez, del despacho de abogados PenalTech.

El total sustraído fue superior a 37.000 euros, le dejaron en la cuenta sólo 80 euros

«En este caso se ha presentado la reclamación al banco y ha estimado la petición realizada por el usuario para la devolución de las cantidades defraudadas», explica el letrado.

PenalTech ha llevado la gestión con la Policía y el asesoramiento al cliente en cada uno de los pasos que ha ido dando hasta conseguir el resultado.

Preguntado sobre el nombre del banco, indica que este dato no ha sido consensuado con su cliente, por lo que no puede ofrecer dicha información.

El letrado Francisco Peláez, con más de 15 años de ejercicio, está epecializado en Derecho Penal Informático.

OCURRIÓ EL DÍA DE REYES

Los hechos tuvieron lugar el pasado 6 de enero, día de Reyes. A media tarde, el afectado, de 77 años de edad, recibió una llamada telefónica del que creía que era un comercial de su compañía telefónica e Internet.

El delincuente le pidió numerosos datos personales para, teóricamente, poder llevar a cabo un cambio de titularidad de la línea que él mismo estaba llevando a cabo con antelación, de un familiar a su propio nombre, explica el letrado.

Los datos que le solicitó no son sólo relativos a él mismo, sino también a su esposa y a la familiar anterior titular de la línea telefónica.

Con el fin de generar mayor confianza, el delincuente le puso una locución sobre protección de datos, circunstancia que hizo que su cliente confiara en el teórico comercial.

Entre los datos que la víctima facilitó al ciberdelincuente se encuentren los relacionados con sus cuentas bancarias y con dos tarjetas de crédito.

«Resulta crítico ser muy celoso con los datos que se entregan, entre otros, a través de llamadas telefónicas, redes sociales, aplicaciones y webs sospechosas», destaca Peláez

Según explica, del 6 al 8 de enero «los ciberdelincuentes realizaron numerosos cargos, todos provenientes de una conocida agencia de viajes ‘online’, cargándole en cuenta prácticamente la totalidad de sus ahorros». «En concreto, 14.609,71 euros, sólo les dejaron 80 euros en la cuenta», precisa Peláez.

Igualmente, los ciberdelincuentes realizaron más operaciones con cargo a las tarjetas de crédito del matrimonio, por un total de 17.893,15 euros en la primera y de 6.525 euros en la segunda.

El abogado de los afectados destaca que «por desgracia los ciberdelitos son cada día más frecuentes» y que el ciberdelincuente «no solo se aprovecha de las tecnologías para cometer el delito, sino que lo hace principalmente del uso del mecanismo del engaño -la “ingeniería social”- para llevarlos a cabo».

«Resulta crítico ser muy celoso con los datos que se entregan, entre otros, a través de llamadas telefónicas, redes sociales, aplicaciones y webs sospechosas», señala este letrado, y hace hincapié en que «el principal elemento de seguridad con el que contamos para evitar ser víctimas es nuestra desconfianza a la hora de mostrar nuestros datos en redes”.