Llop plantea celebrar un congreso interdisciplinar sobre el envejecimiento en la apertura del XXII Congreso Notarial
La ministra de Justicia subrayó la importancia de este Congreso y de su temática, la de las personas ancianas. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

Llop plantea celebrar un congreso interdisciplinar sobre el envejecimiento en la apertura del XXII Congreso Notarial

|
19/5/2022 14:29
|
Actualizado: 14/6/2022 14:38
|

La ministra de Justicia, Pilar Llop, ha lanzado públicamente la propuesta de celebrar un congreso interdisciplinar sobre el envejecimiento, con expertos de todas las áreas. Ha sido en la apertura del XXII Congreso Notarial, que se está celebrando en Málaga.

“Como sociedad deberemos fomentar el empoderamiento de las personas ancianas, para garantizar la inclusión”, ha afirmado la ministra en el curso de su intervención. Ha recordado que el «envejecimiento es uno de los logros del siglo XXI». Y ha añadido que «La esperanza de vida e los últimos cien años la esperanza de vida ha aumentado 50 años».

Según los datos publicados en enero de 2020 por el Ministerio para la Transición Ecológica y el reto demográfico, en España hay más de 9 millones de personas mayores de 64 años, lo que significa que el 19,3 por ciento de la población ya supera esta edad.

Según la ministra, «la justicia social pasa por hacer frente a las necesidades objetivas de la longevidad. Por garantizar una vida digna, por combatir la soledad».

El XXII Congreso Notarial ha concentrado a 400 asistentes en este evento que lleva por lema «El envejecimiento de la sociedad, principal desafío del siglo» y que se ha estructurado sobre tres pilares: El respeto de la dignidad versus protección de la vulnerabilidad; La vida centenaria y su previsión individual y La vida centenaria y su previsión social y política.

Todo dividido en 17 mesas, con 70 ponentes.

De izquierda a derecha, José Francisco Salado, presidente de la Diputación de Málaga, Antonio Ojeda, expresidente del Parlamento Andaluz, María Teresa Barea, decana del Colegio Notarial de Andalucía, José Ángel Martínez Sanchiz, presidente del Consejo General del Notariado, Pilar Llop, ministra de Justicia, Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, Tontxu Rodríguez, secretario de Estado de Justicia, Sofía Puente, directora general de Seguridad Jurídica y Fe Pública, Javier Salas, subdelegado del Gobierno, y Rodrigo Tena, coordinador general del XII Congreso Notarial Español.

Durante la inauguración, que se ha celebrado en el Auditorio Edgar Neville, intervino José Ángel Martínez Sanchiz, presidente del Consejo General del Notariado, subrayó el importante papel que juegan los notarios ante este escenario papel al que hay que hacer frente como sociedad.

Rememoró cómo en la Edad Media la idea de la muerte era más normal: «Cuando la gente la sentía cerca, se tumbaba, reunía a los familiares, despachaba con ellos, pedía perdón por los oprobios y molestias ocasionadas. Su entierro en un camposanto facilitaba su llegada al cielo».

Esto cambió con la Revolución Francesa. Con ella nació el primer cementerio secular. «Con la irrupción del subjetivismo, la muerte suponía el fin». La desaparición de Dios como afirmó el filósofo alemán Friedrich Nietsche, «añadió una gran angustia».

El papel de los notarios, explicó Martínez Sanchiz, es de una gran importancia. «Por eso teníamos que celebrar este Congreso. Nosotros estamos de cara a las personas. A nosotros vienen los mayores, pero también vienen los más jóvenes, preocupados por el futuro de sus padres, cómo atenderlos».

«Yo estoy en la tercera edad. Tengo 66 años. Veo un porvenir. Vamos poco a poco perdiendo capacidades y ganando otras. La función de los notarios es preservar a la ciudadanía de la fragilidad humana», subrayó.

Una idea sobre la que abundo previamente Teresa Barea, decana del Colegio Notarial de Andalucía.

El notario, recordó, «es un jurista al servicio de la persona. Gran parte de nuestra labor es la de escuchar. La de crear empatía, la de dar solución a las inquietudes y problemas», explicó.

Y lo sintetizó en la historia de Carmela, una señora de 103 años. «Entonces trabajaba yo en un pequeño pueblo. Me pidió que me acercara a su casa. En una hora y media, hablándome de usted, me resumió sus preocupaciones. Fue una larga conversación. ‘Perdone si me he extendido, pero 103 años dan para mucho. Lo que quiero es que me ayude a ordenar todo esto para vivir de forma holgada lo que me queda de vida. Porque no me pienso morir. Confío en usted».

«Esa es nuestra función y nuestro compromiso. Defender y garantizar la libertad de todos y, en especial, de los más vulnerables», remachó.

Noticias Relacionadas:
Lo último en Profesionales