La Alianza contra el Borrado de las Mujeres se opone a la Ley Trans: ‘El sexo no se puede elegir’
Esta plataforma feminista ha presentado a los grupos parlamentarios 24 propuestas de "enmiendas feministas" que plantean la eliminación de determinados artículos, su modificación o sustitución por una nueva redacción o la adición de articulado no contemplado en este Proyecto de Ley.

La Alianza contra el Borrado de las Mujeres se opone a la Ley Trans: ‘El sexo no se puede elegir’

Insiste en que elegir el sexo en el Registro no es un derecho
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27/10/2022 01:00
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Actualizado: 22/2/2023 12:02
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La Alianza contra el Borrado de las Mujeres, una plataforma feminista que agrupa a más de 140 organizaciones de mujeres, se opone al articulado de la Ley Trans, que impulsa el Gobierno de coalición PSOE-Podemos sobre este colectivo que representa el 0,2% de la población y que se encuentra en el Congreso en fase de enmiendas.

Afirma que es «contrario a los derechos de las mujeres basados en el sexo y a la integridad de la infancia», además de que «el sexo no se puede elegir» y, por tanto, elegir el sexo en el Registro «no es un derecho».

Así lo señala a Confilegal Lola Venegas, portavoz de esta organización que lucha para eliminar todas las formas de discriminación contra mujeres y niñas que resultan de la sustitución de la categoría sexo por la de «identidad de género», porque en los últimos años en algunos países se han ido aprobando leyes que permiten que cualquier varón pueda «autodeterminarse» mujer con su palabra como único trámite necesario.

La nueva normativa permitirá a menores de edad iniciar los trámites para cambiar su sexo registral sin el permiso de los progenitores a partir de los 16 años. Así, a partir de esa edad entran en el tramo válido para cualquier adulto, que puede determinar su sexo en el Registro sin trámite alguno más que su propia voluntad de querer cambiar su sexo en el DNI y en el Registro Civil.

Además, este Proyecto de Ley para la Igualdad Real y Efectiva de las Personas Trans y para la Garantía de los derechos de las Personas Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales e Intersexuales (LGTBI) dispone que a partir de 12 años es necesaria la autorización de un juez y a partir de 14 la de los padres. 

«No se puede permitir que los niños se autodiagnostiquen, que es lo que está permitiendo esta ley», denuncia la Alianza contra el Borrado de las Mujeres. Pide al Gobierno que «la pare, escuche a las organizaciones de mujeres y a agrupaciones como Amanda, de madres y padres que tienen menores que ya han iniciado o quieren iniciar la transición, y deje que la sociedad conozca de verdad las implicaciones de esta ley».

Esta plataforma sostiene que no hace falta una ley para personas transexuales, puesto que ya hay una desde 2007, y hace hincapié en que la nueva norma «no es una ley para este colectivo, sino para cualquier persona mayor de 16 años que quiera con una visita al Registro Civil cambiar el sexo legal sin que tenga ninguna clase de disconformidad con su cuerpo que le genere un sufrimiento por no querer ser leído como un varón por la sociedad».

«La sociedad cree que lo que está haciendo el Gobierno es una ley de derechos y no es verdad, las personas transexuales ya tienen reconocidos todos sus derechos en España», afirma Lola Venegas.

La Alianza contra el Borrado de las Mujeres ha solicitado repetidamente reuniones con los grupos parlamentarios del Congreso y con varios miembros del Gobierno y estos últimos no han accedido a celebrar esas reuniones.

Estas organizaciones en defensa de los derechos de las mujeres llevan tres años explicando las consecuencias del articulado de la ley. Han hecho enmiendas en los procesos de participación pública, alegaciones, y el pasado 27 de septiembre entregaron a los grupos parlamentarios un paquete de 24 propuestas de enmiendas en las que plantean la eliminación de determinados artículos, su modificación o sustitución por una nueva redacción o la adición de articulado no contemplado en el Proyecto de Ley.

TAMBIÉN «PREOCUPA» ESTA LEY A LA ASOCIACIÓN DE PSIQUIATRAS DE LA ADOLESCENCIA Y LA INFANCIA

El Consejo de Estado y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) alertaron, asimismo, de los riesgos de esta ley y plantearon modificaciones. 

También «preocupa» a la Asociación de Psiquiatras de la Adolescencia y la Infancia «por los perjuicios que dicha Ley, en su estado actual, tiene sobre los menores y su desarrollo emocional y personal». Recientemente, ha difundido un duro comunicado en el que acusa al Gobierno de «negligencia grave institucional en el cuidado de los niños».

El órgano de gobierno de los jueces ha propuesto, entre otras cuestiones, elevar a los 18 años la edad para solicitar por uno mismo el cambio registral de sexo.

La Alianza Contra el Borrado de las Mujeres denuncia que la tramitación por vía de urgencia y cesión de la competencia legislativa plena a la Comisión de Igualdad es «un burdo intento por ocultar a la sociedad española las consecuencias prácticas de una norma que pone en riesgo derechos de las mujeres, y que interfiere de manera temeraria en los procesos de aprendizaje y desarrollo libre y adecuado de la infancia».  

La vía de urgencia y la cesión de la competencia legislativa, señalan las organizaciones de mujeres, «hurtan un debate imprescindible en el Pleno, limitan las comparecencias de personas expertas, y ocultan a la sociedad las «negativas consecuencias» del Proyecto de Ley sobre la salud de la infancia, sobre los derechos de las mujeres y su impacto en las leyes que protegen a las mujeres, como la Ley contra la violencia machista o la Ley de Igualdad».

Además, hacen hincapié en que «muchos países que iniciaron la andadura que permite la autodeterminación del sexo registral (se sea o no transexual) se hallan ya en procesos de anular los aspectos de esas leyes que han mostrado ser atentatorios contra derechos de las mujeres y nocivos para la infancia y la adolescencia».

«ESTRATEGIAS NACIONALES E INTERNACIONALES DE BORRADO DE LAS MUJERES»

Los fines de la Alianza contra el Borrado de las Mujeres son dar a conocer a la sociedad las tres fases en las que se basan las «estrategias nacionales e internacionales» de «borrado de las mujeres», pero también quiénes las apoyan y cómo se financian.

Según explica, la primera fase es el reconocimiento de la noción de “identidad de género”; la segunda es el reconocimiento de la “libre determinación del sexo registral”, concepto que se funda en la «teoría queer», y la tercera es la desaparición de la categoría legal “sexo”, que es lo que promulga este Proyecto de Ley.

«En esta tercera fase las leyes inician el borrado de la transexualidad (disforia). Se considera que las personas transgénero son aquellas que quieren cambiar su sexo legal, por el motivo que sea. Se sostiene que las personas autoidentificadas como transfemeninas sufren doble discriminación y que las mujeres son privilegiadas en relación con aquellos. Y cualquier mención al sexo biológico se considera discurso de odio», señala la alianza feminista.

Hace esta divulgación para mostrar a la sociedad las «trampas» que resultan de la sustitución de la categoría «sexo» por la de «identidad de género» y las consecuencias que esto tiene para las mujeres y las niñas. «Nosotras, como feministas, no podemos permitir que el género se introduzca en las leyes como una ‘identidad’ y se proteja por encima de la categoría de sexo», indica.

SU ARGUMENTACIÓN CONTRA LA LEY TRANS, AL DETALLE

Para esta plataforma, «el punto clave de la ley es el tema de la autodeterminación». «Nos parece un disparate que cualquier varón pueda decir que es una mujer simplemente porque lo sienta», señala a este diario Lola Venegas.

La «ficción» de que cualquier hombre puede ir al Registro y sin cambiarse ni siquiera el nombre ni nada de su aspecto físico pueda solicitar un cambio de sexo registral y tenerlo concedido a los tres meses, a esta plataforma le parece una «insensatez y un ataque a los derechos de las mujeres basados en el sexo, porque convierte el ser mujer en una decisión que cualquier varón puede tomar, en una abstracción, no en una realidad biológica, que es lo que somos».

Por ello, se opone «a que el sexo se pueda cambiar en el Registro Civil sin ningún requisito, sólo como un acto de autodeterminación; a que no haga falta ningún diagnóstico de disforia para que cualquier varón adulto pueda convertirse legalmente en una mujer; y a que esa misma falta de requisitos se apliquen a los menores», informa Venegas.

«Hablamos siempre de cambio de sexo legal porque el sexo no se puede cambiar», recalca.

Exige que se segregue por sexo y no por el género autodeterminado por cada uno 

Ante la pretensión de que un menor pueda también autodeterminarse «sin ningún acompañamiento médico y psicológico que busque otras razones», su punto de vista es que los menores «no tienen madurez suficiente para decidir que para toda su vida futura van a jugar a esa ficción de ser del sexo contrario al que son ni para saber las implicaciones de esa decisión con consecuencias para siempre».

Además, considera que el consentimiento informado de un menor «no es tal, no es realmente informado». Desde la alianza dudan de que se informe a las familias de lo que significa empezar con una transición social -cambio de nombre, de apariencia, etc-, que es la puerta que conduce luego a la transición médica -bloqueadores de la pubertad, hormonas cruzadas e incluso a las cirugías irreversibles-«.

Esta plataforma propone a la sociedad española un análisis detallado sobre las consecuencias de las propuestas legislativas y sociales, educativas y culturales que pretenden introducir en la legislación la «autoidentificación» del sexo como una categoría jurídica, y la imposición del “género” como una categoría identitaria, que «refuerza los estereotipos sexistas y apuntala los elementos más perniciosos sobre los que se basa la discriminación por razón de sexo».

DENUNCIA QUE «SE ESTÁ EMPUJANDO A LOS MENORES A CONFUNDIRSE» Y ALERTA DE LOS RIESGOS DE LOS BLOQUEADORES

Esta plataforma denuncia que «se está empujando a los menores a confundirse y a pensar en términos completamente acientíficos». Según informa, «esto está afectando particularmente a las adolescentes: Siete de cada 10 casos de adolescentes que no están conforme con su sexo son niñas y esto no es casualidad, responde a algo y hay que averiguar por qué ocurre».

Asimismo, destaca que el 85% de los menores que no se sienten seguros con su sexo de nacimiento desisten de ello una vez pasada la pubertad, pero «si antes de ese desestimiento se ha empezado a darle bloqueadores y hormonas ya no van a desistir, están encaminados en una dirección y es muy difícil volver atrás».  

«A quien se le conduzca a pensar que es trans, va a autodeclararse, y ese autodiagnóstico va a ser definitivo para que inicie una transición que lleva aparejada intervenciones médicas agresivas, como son los bloqueadores de la pubertad, los medicamentos que detienen la aparición de las características sexuales secundarias de un menor y que tienen múltiples efectos en su desarrollo», expone.

Y añade que «un menor que paraliza el desarrollo de sus características sexuales probablemente estará más avocado a seguir después con las hormonas de sexo cruzado; es decir, que las niñas tomen testosterona y los niños estrógenos».

En este sentido, esta plataforma pone el foco en que los estudios sobre los bloqueadores en menores son «insuficientes y están sesgados», y recuerda que también hay muchas investigaciones que apuntan que los bloqueadores no son inocuos: «Ya han advertido desde Suecia y Finlandia que se han estado despachando con frivolidad convertidos en el tratamiento estándar para los menores que dicen que son trans, con el argumento de que al parar ese desarrollo se está concediendo a ese menor tiempo para ver hacia dónde va».

Fuente: Infografía de la Alianza contra el Borrado de las Mujeres.

Preguntada sobre la denominada teoría “Queer”, cuya inicial se ha sumado a las del colectivo LGTBI, Lola Venegas señala que «está detrás de todo este movimiento ideológico que dice que el sexo es una construcción y que son los comportamientos asociados a cada sexo -los esterotipos de género- los que deciden si uno es hombre o es mujer», el sexo sentido, y que «lo que cada uno sienta en su interior es lo que importa». 

Frente a ello, la portavoz de la Alianza contra el Borrado de las Mujeres sostiene que «el sexo está en cada una de las células de nuestro cuerpo, en cada uno de nuestros cromosomas», que el sexo «no se puede cambiar» y que «el sexo no es un sentimiento, sino una realidad». 

«Que cada uno se haga llamar como quiera y se vista como quiera, pero que no pretenda que nosotros tenemos que admitir que un varón que se siente mujer es legalmente y para todos los efectos una mujer, porque eso es una ficción que no es irrelevante para las mujeres, ya que cualquier varón puede decidir que es una mujer y va a tener derecho a entrar en los vestuarios de las piscinas de las niñas y las mujeres, a participar en el deporte femenino, a tener una cuota paritaria reservada a las mujeres o a entrar en las cárceles de mujeres aunque haya cometido un delito sexual…», añade.

Precisamente, otra de las denuncias de esta alianza es que un transfemenino compita en las categorías deportivas femeninas, «porque mujeres y hombres tienen diferencias anatómicas que producen una ventaja para los varones, entendido el término en sentido estrictamente biológico».

Pide «juego limpio para las mujeres», porque los varones tienen ventajas fisiológicas sobre la media de las mujeres deportistas, derivadas de haberse desarrollado con testosterona, como son mayor densidad ósea, mayor capacidad pulmonar, mayor masa muscular, «un mayor tamaño y altura promedio que no desaparecen tras años de hormonación».

Exige que se segregue por sexo y no por el género autodeterminado por cada uno. 

SUS 24 PROPUESTAS DE ‘ENMIENDAS FEMINISTAS’ A LA LEY TRANS

Las enmiendas, que piden la substitución de la expresión “identidad sexual” por “transexualidad” y de la palabra “trans” por “transexual” en todo el texto legislativo, alertan sobre el artículo referido a las “definiciones” y destacan que el término “violencia intragénero” no necesita una categoría especifica ya que está incluida en el artículo del Código Penal que hace referencia a la violencia doméstica.

Integrantes de esta plataforma, a las puertas de la Cámara Baja el pasado 27 de septiembre, cuando entregaron a los distintos grupos parlamentarios sus enmiendas.

En sus propuestas de enmiendas, organizaciones en defensa de los derechos de las mujeres plantean «limitar para los menores decisiones que afectarán el resto de su vida, ya que no tienen suficiente madurez para tomarlas, y se pide que el cambio de sexo registral en menores esté sujeto a los requisitos jurisprudenciales».

Asimismo, señalan que una ley que no garantiza la especificidad de los espacios seguros de mujeres o que termina siendo discriminatoria hacia las mujeres en el deporte, no es una buena ley.

También llaman la atención sobre «el aparato sancionador que elimina la tutela judicial efectiva y cuestiona las libertades de pensamiento y expresión convirtiendo la ley en una auténtica ley mordaza».

Piden que se modifiquen todas las cuestiones que aparecen en la norma que «enajenan la patria potestad a padres, madres y responsables de los menores cuando, por ejemplo, cuestionen que las problemáticas de sus hijos/as cursen con los autodiagnósticos (que promueve la ley saltándose la necesidad de acreditar la situación estable de transexualidad que ya demandan diferentes sentencias del Constitucional)».

Preguntada al respecto, la portavoz de esta plataforma señala que cuando los padres no están conformes con que su hijo sea reafirmado en sus deseos de hacer una transición, «se puede interpretar como situación de riesgo, que requeriría la intervención de servicios sociales», y dice que esto es «un atentado» contra la patria potestad, porque invalida el criterio de los padres para decidir qué es lo mejor para sus hijos.

«Es muy grave que porque ese niño diga que no es un niño, sino una niña o viceversa su entorno le reafirme en esa creencia e intente apartarle de sus padres para que ignore lo que piensan qué es lo mejor para ellos», subraya Lola Venegas.

La Alianza contra el Borrado de las Mujeres ha solicitado reuniones con varios Ministerios -Justicia, Sanidad e Igualdad-, pero «no han recibido al movimiento feminista, mientras que sí se han reunido con el colectivo LGTBI». 

«Corresponde al Gobierno hacer efectivas las demandas del feminismo español, que rechaza el reconocimiento jurídico de la autoidentificación y que se declara también contrario a la regulación de la prostitución como ocupación laboral y a la práctica del alquiler de mujeres con fines reproductivos», concluye.

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