Polémica en las respuestas a la pregunta de si el ICAM era democrático
Los candidatos, de izquierda a derecha, Beatriz Saura, Begoña Trigo, Juan Gonzalo Ospina, Eugenio Ribón, Miguel Durán y Ángeles Chinarro. Foto: Virgilio González/Confilegal.

Polémica en las respuestas a la pregunta de si el ICAM era democrático

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02/12/2022 06:49
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Actualizado: 02/12/2022 08:38
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Ante una pregunta del director de Confilegal, Carlos Berbell, que moderó el debate sobre las elecciones al Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM), sobre si pensaban que el Colegio era democrático, las respuestas de los candidatos ocuparon toda la escala, incluyendo los extremos, entre el sí y el no. Fue un debate que tuvo lugar el pasado miércoles en el Auditorio de ESADE y que fue retransmitido en directo, a través del canal de Youtube de la publicación.

El punto de referencia principal fue el procedimiento de las últimas elecciones del ICAM, en las que salió elegida la candidatura de José María Alonso. Esta incluyó a Juan Gonzalo Ospina, Eugenio Ribón y Raúl Ochoa, único candidato que no asistió al debate.

Ospina afirmó que el Colegio sí era democrático, si bien también dijo que era «mejorable». E insistió en la necesidad de una mayor transparencia, prometiendo reforzarla.

Ribón, por su parte dijo que las Juntas de Gobierno siempre han sido «elegidos por todos los compañeros», apuntando además que hacía falta «un sistema participativo continuo».

Miguel Durán decláró que se trataba de una democracia «manifiestamente cuestionable», apuntando a varias irregularidades que su propia campaña ha denunciado anteriormente, incluyendo la manipulación del voto por correo y la permanencia de los candidatos a decano en la Junta de Gobierno, irregularidades que prometió no permitir como decano.

El Colegio «nunca va a ser democrático con tan poca participación», declaró Ángeles Chinarro, que añadió que desde los puestos de autoridad «le negaron facilidades a los abogados que trabajaban en los juzgados», haciendo referencia a la única sede en la que se podía votar presencialmente y la falta de implantación del voto telemático.

También Beatriz Saura tachó de «irrisoria» la participación en las últimas elecciones, especialmente por la falta de comunicación que percibía por parte del Colegio, algo que forma parte de sus responsabilidades institucionales.

Y puso como ejemplo que puso el Colegio de Abogados de Málaga, que logró una participación de más del 50 % de los colegiados gracias al voto telemático.

“Los abogados sí somos democráticos, pero la Junta tiene poco de democrático», manifestó Begoña Trigo, apuntando que se hace pagar el certificado del voto por correo cuando debería ser gratuito. «Parece que no hay mucha voluntad para facilitar la votación», dijo.

¿PARA QUÉ QUEREMOS EL COLEGIO?

Fue la pregunta con la que abrió Berbell el debate. La sección dedicada a esta interrogante fue la que dio pie a que los candidatos expusieran de la forma más concisa posible sus posiciones respecto al presente y futuro del colegio de abogados más grande de Europa.

La primera intervención fue la de Ribón, que puso en relieve los que consideraba los logros del Colegio, como «un seguro de 330.000 euros responsabilidad civil por el que se pagan apenas 80 euros» y «base de datos accesible y gratuita».

También aprovechó para señalar la medida estrella de su campaña: la «cuota monedero», con la que el pago de los abogados al Colegio se reinvertiría en «formación asequible».

Por otro lado, Beatriz Saura aprovechó para expresar que su visión se alejaba de «la impresión de éxito» que había expresado sus colega. «No sabemos para qué hace la Junta de Gobierno», dijo, criticando que su «modelo presidencialista» lleva a una falta de especificidad en las tareas que realiza cada abogado.

Un problema que ella propone solucionar con «canales de comunicación, secciones y delegaciones» con las que se especifiquen las responsabilidades de cada diputado. «Tenemos que abrir el Colegio», dijo.

Begoña Trigo se sumó a esta opinión. «El Colegio tiene en su poder convocar a los mejores juristas del país», dijo, «pero hay una situación grave de desafección de los colegiados, ya que las juntas han hecho muy poco por consolidar sus derechos», como los del derecho y la salud.

Sus soluciones incluyen la reducción de las horas de espera, un departamento de sustituciones para los abogados que no puedan asistir a los señalamientos y reducir la fiscalidad de la justicia.

Respecto a las propuestas de los candidatos que habían pertenecido a la anterior Junta de Gobierno. Miguel Durán ironizó: «Si no las han podido llevar a cabo antes, supongo que es porque el decano no les ha dejado. A estas alturas ya las tendrían culminadas si las hubieran querido».

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