La anécdota de Álvaro Écija (ECIX Group) que le llevó a crear MIA: «Se cayó de una estantería un libro de Stephen Hawking y mi cabeza hizo click»
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13/11/2023 06:31
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Actualizado: 15/11/2023 11:37
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Álvaro Écija es el socio director y fundador de ECIX Group, un despacho de abogados especialista en compliance y seguridad de la información. Sus inquietudes le han hecho apostar por las nuevas tecnologías y lanzarse al mundo de la inteligencia artificial (IA) creando MIA y MIAbogado, un proyecto en el que lleva trabajado junto con un amplio equipo durante 7 años.
Sin embargo, los orígenes de esta inteligencia artificial son muy curiosos. La caída de un libro de una estantería fue lo que le cambió su futuro.
En una entrevista en Confilegal, cuenta esta anécdota, explica en qué consiste su IA y sus usos, cuáles son sus bases de datos y habla sobre su seguridad.
¿Qué le llevó a un abogado como usted a meterse en el mundo de la inteligencia artificial?
Buscaba inquietud, y la inquietud me encontró. En el año 2015 yo veía que en el conocimiento del derecho tecnológico había algo que no me cuadraba, eran como piezas sueltas, pero no conseguía encajarlas.
Fui buscando libros de filosofía del derecho y en la biblioteca pública Gloria Fuertes (Madrid) se me cayó de la estantería de al lado ‘La Historia del Tiempo’ de Stephen Hawking. Y hubo un click.
Aquel libro que se cayó fue como la señal del universo que yo estaba buscando. Llámalo casualidad, llámalo suerte o señal divina, pero me cambió el futuro.
Empecé a pensar en términos de tiempos, en términos de riesgos, de predictibilidad, y a entender que los astrofísicos ponían números a eventos físicos, lo cual era sorprendente.
Me di cuenta que las matemáticas eran una invención del ser humano, igual que el derecho. Entonces, ¿por qué el derecho no puede utilizar las matemáticas si las matemáticas eran usadas para entender el comportamiento de los planetas?
Entonces me fui a la facultad de matemáticas, me hice amigo de un catedrático, una excelente persona, y empezamos a compartir conocimiento. Vi venir la IA y le pregunté que por qué no hacíamos un sistema matemático de IA para el mundo del derecho. Esto fue en 2016.
Y ello le llevó a crear su IA ¿ pero qué diferencia hay entre MIA y MIAbogado?
Buena pregunta. Voy a utilizar un símil automovilístico para entenderlo. MIA es el motor de inteligencia artificial y MIAbogado es una aplicación concreta que utiliza esta mente legal de IA para hacer una aplicación generativa dirigida a abogados.
Es decir, uno es el motor y leo otro el coche concreto. Además, con MIA estamos haciendo otros modelos de inteligencia artificial para otras aplicaciones empresariales.
¿Y qué se podría hacer con MIAbogado?
Se pueden hacer tres cosas. En primer lugar, realizarle cualquier tipo de consulta.
En segundo lugar, redactar cualquier documento legal dándole indicaciones orales o escritas como, por ejemplo, hazme un acta de una junta de accionistas, hazme una carta de un despido improcedente, hazme un contrato de alquiler o hazme un informe sobre la regulación del blanqueo de capitales en un país.
Y lo tercero son auditorías. Puedes subir documentos electrónicos hechos que los analiza jurídicamente y te los califica jurídicamente.
«MIAbogado es la ayuda a la conducción de un coche, no sustituye al conductor»
De todas esas respuestas que ofrece, ¿es necesario que el profesional que la está usando la por si hubiese algún error?
Sí. MIAbogado es la ayuda a la conducción de un coche, no sustituye al conductor.
Por lo tanto, es un asistente maravilloso que te ahorra muchísimo tiempo y que te ayuda a trabajar. Pero después, el abogado tiene que supervisar tanto la respuesta como el documento que haya hecho, entre otras cosas, porque la abogacía es una profesión que la da una persona humana, no la puede dar una máquina.
La máquina lo que hace es ayudarte a automatizar tareas y ahorrarte mucho tiempo para ser más eficaz y, sobre todo, más eficiente.
¿Y cuando hablamos de bases de datos, de cuáles se nutre?
Se nutre de todo lo que hay en los lenguajes generativos ya que utilizamos todas las bases de datos que hay de lenguaje natural, o sea, ChatGPT o Bard. También de todas las normas del ordenamiento jurídico español, que son 480.000 leyes. De eso se nutre nuestra inteligencia artificial.
Por otro lado, MIA es la primera inteligencia artificial que detecta brechas. ¿En qué consiste esto?
Detecta un problema futuro de una organización. Lee todos los documentos y sabe si está en problemas, por lo que podrá tener una sanción jurídica en el futuro. Anticipa las inspecciones que va a tener una organización.
Es decir, es como una revisión de tu analítica de tu cuerpo antes de que caigas enfermo.
Revisa tu vulnerabilidad, te hace un chequeo completo del cuerpo, revisa automáticamente toda la documentación jurídica de una organización y sabe que puedes caer enfermo en el futuro.
¿Cuántos juristas han probado estos sistemas de IA cuando empezasteis a crearlas?
Aquí somos muchos -en Ecix- somos casi 200.
¿Y despachos externos? ¿O todo ha quedado en casa?
No, hemos utilizado para testearlo la Facultad de Matemática de la Complutense de Madrid y la Facultad de Informática con becarios universitarios. Después la hemos testado con ciento y pico personas de la organización.
Llevamos trabajando en este proyecto unos seis o siete años.
¿Y cómo lo vivisteis? ¿qué feedback recibieron al principio?
Al principio con miedo, porque la inteligencia artificial en 2018 no es la misma que la de 2023. Ahora ha sido la revolución.
Era un producto donde las empresas más maduras y más grandes lo acogían muy bien y los despachos medianos y pequeños lo acogían peor. No entendían esto de revisar los documentos, pero ahora ya con el ChatGPT lo entienden completamente.
¿Esta IA tiene un solo precio, o varios precios?
Hay varios precios. La pequeña empresa o pequeño despacho tiene sólo la licencia de un usuario.
Si eres un equipo o una asesoría jurídica, puedes comprar la licencia de cinco. El precio es más barato que comprar el de una unidad. Después tenemos la versión Gran Compañía, que son proyectos a medida. Son compañías que, por ejemplo, me dicen que tienen un millón de documentos y quieren hacer algo concreto con la IA. Es un presupuesto a medida.
¿A qué le dais más importancia, a la velocidad o a la seguridad?
En el sector jurídico, a la seguridad. Somos un sector regulado, con unas normas muy estrictas. Desde el punto de vista de esa seguridad jurídica, nuestra herramienta tiene dos particularidades.
La primera es que toda la información que trata está anonimizada, no se comparte con otras organizaciones, eso es fundamental.
Y dos, es una información que está cumpliendo el Reglamento de Protección de Datos de Europa. Nuestra información no viaja fuera y respeta la Ley de Protección de Datos. Nuestros datos están hospedados en un sistema súper certificado en Amazon, en la nube, que está certificado y auditado informáticamente por un auditor externo.
Hablamos de datos anonimizados, ¿se aprovechan esos datos para corregir errores de la IA?
Sí, bueno, la herramienta se puede equivocar. Nosotros calculamos que de cada 100 consultas, puede equivocarse en una o dos. Muchas veces el error está inducido por la pregunta.
Esto es como la conducción, a veces no funciona el sistema electrónico, te salta, pero lo que hace esto es una conducción errática. Entonces nuestra máquina sólo puede ser corregida por un equipo supervisado.
Por último, cuenta que muchas veces el error puede ser la pregunta para la gente que se suscribe. ¿Dan cursos de formación para que aprendan a utilizarla?
Si contratas la versión media o alta, sí. Hay demos por teams, demos presenciales y luego tenemos un servicio de ayuda telefónica o por email para que la gente cuando tenga un error, que muchas veces es de usabilidad, podamos aconsejarles.
MIAbogado se puede probar, de forma gratuita y sin compromiso, haciendo clic en este enlace.
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